¿POR QUÉ SANTA CECILIA ES PATRONA DE LOS MÚSICOS?
¿POR QUÉ SANTA CECILIA ES PATRONA DE LOS MÚSICOS?
Por Raquel Rodríguez Sandoval
Soy muy afortunada de cantar y tocar al menos una vez a la
semana en la Parroquia de San Juan Tlilhuaca.
La música litúrgica es mi pasión desde hace más de 30 años.
Y por supuesto que Santa Cecilia es mi Santa Patrona, por
eso dedico a ella ésta breve semblanza de su vida.
Cada 22 de noviembre la Iglesia celebra a Santa Cecilia,
Virgen y Mártir, patrona de los músicos y poetas.
Su culto se ha extendido universalmente en virtud al relato
sobre su martirio, por el que se le considera modelo de mujer cristiana. Ya en
el siglo V existía una basílica construida en su honor.
ALABAR A DIOS CON LA MÚSICA
Se desconoce el año exacto de su nacimiento, pero se cree
que vivió entre finales del siglo II e inicios del siglo III, por el año 230 y a menudo es representa
tocando un instrumento musical o cantando.
Cecilia nació en el seno de una familia noble convertida al
cristianismo.
Cecilia ofreció su virginidad al Señor, como se hizo
habitual entre muchas mujeres cristianas de los primeros siglos; sin embargo,
su padre deseaba casarla. Así, contra su voluntad, fue entregada en matrimonio
a Valeriano, un joven pagano. El día en que se celebraron las nupcias, con la
tristeza por no poder consagrar su vida a Cristo, Cecilia pidió paz y fortaleza
al Señor. Mientras los músicos tocaban en la fiesta, ella alababa a Dios con
bellos cantos que le brotaban del corazón.
En la noche de bodas, Cecilia dijo a Valeriano: "Tengo
que comunicarte un secreto. Has de saber que un ángel del Señor vela por mí. Si
me tocas como si fuera yo tu esposa, el ángel se enfurecerá y tú sufrirás las
consecuencias; en cambio si me respetas, el ángel te amará como me ama a
mí".
El esposo le pidió que si le mostraba al ángel, él haría lo que ella pidiera.
Cecilia le contestó que si él creía en el Dios vivo y
verdadero y recibía el bautismo, entonces vería al ángel. Valeriano, entonces,
fue a buscar al obispo de Roma, el Papa Urbano I, quien lo instruyó en la fe y
lo bautizó.
TIEMPOS DE PERSECUCIÓN
Lamentablemente, se desató la persecución nuevamente contra
los cristianos, y esta alcanzaría a Valeriano y Tiburcio, quienes serían
apresados y condenados a muerte por órdenes del prefecto Turcio Almaquio.
Máximo, funcionario del prefecto, fue designado para ejecutar la sentencia,
pero se negó a cumplirla porque también se había convertido al cristianismo. El
prefecto entonces ordenó que Máximo fuera ejecutado junto a los hermanos.
Cecilia recogió los restos de los tres hombres y los enterró según la usanza
cristiana.
EL MARTIRIO DE SANTA
CECILIA
Como no pudieron matarla, los verdugos hirvieron agua y la
colocaron en ella, pero el plan tampoco funcionó. Dios la estaba protegiendo
para dar testimonio.
El prefecto entonces mandó que fuese degollada. El relato de
su martirio da cuenta de que el verdugo dejó caer su espada hasta tres veces
sobre el cuello de la santa sin éxito. Asustado, el hombre huyó de la escena
dejando a la joven virgen bañada en su propia sangre.
Se dice que Santa Cecilia vivió tres días más. El Papa
Urbano I mandó recuperar su cuerpo y que sea enterrado en la catacumba del Papa
Calixto I.
En Trastévere, Roma, se edificó la Basílica de Santa Cecilia en el siglo V.
Allí actualmente se encuentra la famosa estatua de tamaño
natural del escultor Stafano Maderno que muestra a la santa como si estuviera
dormida, recostada sobre el lado derecho.
PATRONA DE LOS MÚSICOS Y
LOS POETAS
En marzo de 2014, el Papa Francisco se refirió a los
mártires de los primeros tiempos cristianos que, como Santa Cecilia,
"llevaban siempre con ellos el Evangelio: ellos llevaban el Evangelio;
ella, Cecilia, llevaba el Evangelio. Porque precisamente nuestro primer
alimento es la Palabra de Jesús, lo que nutre nuestra fe".