EL SANTO NIÑO CIEGUITO
EL SANTO NIÑO CIEGUITO
Por Martín Borboa Gómez
En el Templo Conventual de San Joaquín y Santa Ana de las Religiosas Capuchinas, en la ciudad de Puebla, es venerado el Santo Niño cieguito.
La imagen no estaba originalmente en Puebla, sino en Valladolid (hoy Morelia), y el Niño estaba en brazos de su Madre María, y juntos formaban la imagen tradicional de la Virgen de la Merced, que siempre tiene a su Hijo en brazos.
Se cuenta que un ladrón entró a robar el 10 de agosto de 1744 a la iglesia de Valladolid, en donde estaba la Virgen de la Merced con su Hijo, y que no habiendo mucho de valor que robar, se fijó en el rostro del Niño, cuyos ojos verdes le parecieron esmeraldas, fue así como arrebató la imagen del Niño y lo robó.
Le extrajo los ojos.
Cuando el ladrón fue capturado, él mismo contó que la imagen había sangrado cuando le extrajo los ojos.
Las versiones se diversifican en cuanto a que si el ladrón robó más cosas o solo al Niño, que si le cortó los brazos y piernas y lo enterró, o solo lo abandonó, que si lo llevó a un cerro, que si eran más de un ladrón, etc.
También las versiones son distintas sobre cómo es que una vez recuperada la imagen, fue enviada a Puebla para ser reparada.
Una versión dice que una hermana del padre de la iglesia en Valladolid, profesaba en el templo de Puebla, y que el padre le contó a su familiar lo que había ocurrido, y ella se ofreció a recibir al Niño para repararlo.
De esa manera, u otra, la imagen llegó a Puebla, con las religiosas capuchinas, y ellas lo acondicionaron, pero decidieron no voler a ponerle los ojos, y dejar la sangre en el rostro, como parte del evento inusual de que la imagen sangró, como el mismo ladrón reconoció.
Se le dio un nuevo aspecto al Niño, ya que se le atavió como en la escena de la Pasión, de modo que se le puso cabellera, corona de espinas, cendal, y en sus manos una cruz y una charola con dos ojitos.
He visto fotografías en donde si tiene la cabellera, y otras en donde no.
Al tiempo de mi visita, no tenía cabellera adicional.
Y esta es la historia de que la imagen no regresó a Valldolid, y se quedó en este templo conventual poblano.
En su colocación actual, dentro de una gran vistrina, a la entrada del templo, es muy visitado, querido, obsequiado, se le colocan "milagros" de agradecimiento, le brindan juguetes, le escriben cartas, etc.
Es particularmente buscado para venerarlo y hacerle peticiones, de parte de quienes padecen alguna enfermedad visual. También muchos lo buscan por temas de salud en general.
¡Oh Niño Cieguito!
Yo vengo hasta tu altar,
consuelo necesito,
que calme mi pesar.
No sé, en mi desaliento
en donde esté la paz,
por eso como hambriento
la busco aquí en tu faz.
¡Que cambien mis abrojos
en paz y en amor!
Luceros serán tus ojos,
que miren mi dolor.
¡Que importa que aparezcan
sin luz y claridad
si haces que me ofrezcan
consuelo y santidad!
Me atrevo avergonzado,
pedirte en mi aflicción,
que borre mi pecado
tu santa bendición.
Te pido por mi enfermo
que espera su salud,
que no pueda el iniferno
turbarle la quietud.
Detesto el mal camino,
tu gracia divinal
me lleve a mi destino:
la gloria celestial.
(Se hace la petición)
¡Adiós Niño cieguito!
Descargo ante tu altar,
de mi alma ardiente grito
que expresa mi pesar.
Amén.
Para ver el video acerca de este templo:
(Imágenes del autor)