TRES TEMPORADAS DE FANTASMAS EN LA UNIDAD TLATILCO, AZCAPOTZALCO, CDMX
TRES TEMPORADAS DE FANTASMAS EN LA UNIDAD TLATILCO, AZCAPOTZALCO, CDMX
Por Joel Luna Mendoza
AZCAPOTZALCOGRAFÍA.
Era el año de 1958 cuando llegamos a vivir a la Unidad Tlatilco, en la entonces delegación Azcapotzalco. El IMSS con un programa de vivienda en renta a bajo costo, benefició a muchas familias de trabajadores de fábrica y empleados de gobierno.
La unidad
habitacional, estaba impecable y se fue poblando poco a poco en sus 44
edificios. Esta unidad tendría una gemela en el Distrito Federal, en la
delegación Miguel Hidalgo y es conocida hoy como la Unidad Legaría.
Los departamentos de una,
dos o tres recámaras con una sala comedor, una cocina, un baño y un pasillo,
aunque pequeños eran cómodos para las familias numerosas, de por lo menos cinco
hijos o más, además contaba con servicios de áreas comunes como andadores,
áreas comerciales, cisternas con tanque elevado de almacenamiento de agua,
también, jardines que para nuestro
asombro actual, ¡estos se regaban con agua potable! aunque usted no lo crea.
Cabe mencionar aquí
que cuando comíamos frutas y verduras estas eran naturales sin agroquímicos y
venenos y la leche, aunque no era pasteurizada, era auténticamente de vaca.
También, la unidad
habitacional tenía juegos infantiles de primera generación con columpios, resbaladillas
y subibajas, donde por horas y horas nos columpiábamos, deslizábamos y equilibrábamos,
y esto nos provocaba buenos momentos de diversión y alegría.
Con los años estos
juegos serían sustituidos por una segunda generación de juegos infantiles que
traía los ‘’pescados’’ y tubulares, y actualmente en este segundo milenio, los
juegos están en su tercera generación.
De los 44 edificios,
10 están del lado de la colonia Tlatilco y entre el área comercial y el
edificio uno tenían su árbol de piru, pero hoy el ‘’Pirul’’ ya no existe.
Del lado de Tlatilco
los edificios que tenían más habitantes, especialmente niños y niñas, eran el 5
y el 8, que al trascurrir los primeros años y conocerse los vecinos, estos
tendrían más sociabilidad, convivencia y ahí habría mucho bullicio.
La vida cotidiana
transcurría con la ida al trabajo de los papás y los quehaceres domésticos y
compras para la comida de las mamás. En tanto a los niños y jóvenes, si era
época de escuela, todo se centraba en las tareas y era hasta el fin de semana que
salían a jugar todo el día y parte de la noche.
Para las vacaciones
escolares que empezaban en septiembre y terminaban en diciembre, todo era niños
y niñas jugando día y noche en los patios, jardines, juegos infantiles y en las
partes de terracería se jugaban aguerridos partidos de fútbol. Cabe mencionar aquí
algunos de esos niños de ese tiempo que eran: Igninio, Abundio, Piteco, Guicho,
Arturo, El Domi, Chucuy,El Gori, Chito y Al fredo, Chuy, Ito y Pepé, Male, Fer,
Raúl, Jorge, Víctor y el Triston, Darío, Chabela, Chayo, Alma, Cotti, Mayte, Paty,
Laura, Santa, Reina, Laura, Cuca, Tere, Chata, Rosi, Chela y Estela.
Según la temporada se
jugaba trompo, yo-yo, canicas, bolillo, huesitos de matatena, pero la
especialidad de la niñas era ‘’a la rueda de San Miguel‘’, ‘’las estatuas de
marfil’’, ‘’doña blanca’’, ‘’A la víbora del amar‘’, ‘’avión’’, ‘’stop’’ de los
niños ‘’carreterita’’, ‘’burro tamalero’’, ‘’coleadas’’ y de niños y niñas (es
decir mixto) el juego de las ‘’cebollitas’’, ‘’las escondidillas’’ y ‘’al papá
y la mamá’’, por todo esto las noches eran de convivencia, juego,
diversión, risas, gritos, cantos y
coros.
PRIMERA TEMPORADA DE TERROR Y DE FANTASMAS EN LA UNIDAD TLATILCO
Para el inicio de la
década de los 60’s cuando mucho uno o dos departamentos tenían aparato de
televisión como era el caso de Carmelita y su hijo ‘’Rabanito’’ que nos cobraba
15 centavos por ver los domingos a Cachirulo y su Teatro Fantástico, y surge la
pregunta de esa época ‘’¿ya se tomaron su chocolatote?’’, pero el radio era un
aparato que estaban en todos los departamentos en donde se escuchaban las
radionovelas, la música de mambo, danzón, cha cha chá, la música de la Sonora
Santanera, los tríos y el rock and roll que empezaba.
En el cine las
películas de vampiros hicieron época, y podría decirse que fue la primera
temporada de terror que vivimos esas generaciones en la ciudad con la pantalla
de cine, y en la Unidad Tlatilco se comentaba mucho de los vampiros, se decía que
no deberíamos salir de noche, porque los vampiros si existían y nos podían
atacar, ellos podían atravesar paredes, convertirse en murciélagos y eran
inmortales, y solo clavándoles una estaca en el corazón podían morir, además su
imagen no se reflejaba en los espejos y podían chupar la sangre hasta matar a
su víctima.
Eran tan aterrador
eso que cuando los papás nos llevaban al cine, con solo escuchar la música en
la salas, nos hacía escondernos entre los asientos y solo salíamos hasta que
terminaba la película.
HACIA LA SEGUNDA TEMPORADA DE TERROR Y FANTASMAS EN LA UNIDAD
HABITACIONAL
Dentro de la Unidad
Tlatilco y específicamente en el edifico 5, varias familias llegaron de
distintas entidades de la república, como por ejemplo los Carrillo de
Querétaro, los Govea de Guanajuato, los Venegas de Aguascalientes, los Luna de
Oaxaca y con ello llegaban sus costumbres y tradiciones, sus leyendas y también
sus relatos fantasmales.
Por la noche, poco
antes de que concluyeran los juegos infantiles, salían las señoras del edificio
5 a tomar el fresco, se sentaban sobre una loza de concreto que estaban por las
sotehuelas y algunas sacaban sus sillas, ahí estaba la señora Mari, mamá de
Darío y Chabela, también la seño Herlinda, en ocasiones la señora Cata, la señora Toña y la Güera, y empezaban a contar las leyendas de aparecidos
y fantasma de sus pueblos.
Contaban de la
llorona que si se escuchaba lejos era que estaba cerca y si se escuchaba cerca
es porque estaba lejos, de las brujas que se llevaban a los recién nacidos y
que una protección eran poner unas tijeras debajo de la almohada en forma de
cruz, que las brujas en ocasiones se transformaban en bolas de fuego, del
nahual que era un hechicero y podía convertirse en animal.
Todos los niños y niñas,
en una cantidad de 20 a 30 individuos rodeábamos a las señoras y escuchábamos con
mucha atención, con asombro y mucho miedo, sus espeluznantes y terroríficos
relatos, en un ambiente de suspenso y tensión, pero a nosotros nos gustaba.
Podemos decir que ellas
dieron inicio a la segunda temporada del terror y fantasmas en la unidad
habitacional.
Pocos meses después y
por alrededor de dos años, empezaron a contar sus propias experiencias fantasmales.
Y ya no solo de sus lugares de origen, sino ya en la actual vivienda.
Decían que después de
la medianoche y hacia la madrugada, varios vecinos tanto del edificio 5 como
del 7, habían visto que se aparecía una mujer vestida de blanco que se paseaba levitando
o flotando por los andadores, por la zona de juegos infantiles y jardines de
los edificios, y también hacia las vías del tren en donde todo era oscuridad.
Se contaba que
algunas personas que volvían ya muy noche de su trabajo por el lado de las vías
del tren veían a un jinete sin cabeza que montaba en su caballo.
En ocasiones, relataban
las señoras que se oían ruidos extraños como el de las brujas y a lo lejos o de
cerca se oía el grito de la llorona.
En una de esas noches
de espeluznantes relatos nocturnos, llego corriendo y extremadamente asustado
un joven de nombre Raúl, del edificio 5, que expresó que cuando salió del
consultorio donde trabajaba, por la calle de Boldo, en la colonia Victoria de
las Democracias, la cual está muy solitaria (hasta la fecha actual), tras
caminar dos o tres cuadras rumbo a su casa, se percató en determinado momento que
lo perseguía un bulto, y el corrió de puro miedo y llegó hasta donde estábamos
con los relatos de las señoras y contó con mucha desesperación lo recién sucedido.
Las crónicas y
relatos terminaban como a las once de la noche, y nadie quería moverse e ir
solo a su casa, entonces todos en bola nos acompañábamos
hacia la entrada principal del edificio, y varios seguíamos por las escaleras y
tocábamos desesperadamente las puertas para que nos abrieran.
LA TERCERA TEMPORADA FANTASMAL
La segunda temporada
terminó cuando llego la televisión a todos los hogares de la Unidad Tlatilco,
ya solo salían a jugar los niños y las niñas de vez en cuando, y solo las
señoras platicaban afuera, pero con la T. V. llego la tercera temporada
fantasmal, ya que empezamos a ver monstruos y vampiros en la pantalla, y a la
medianoche veíamos el show de Boris Karloff en blanco y negro que presentaba
escenas muy aterradoras y fantasmales.