RECUERDOS DE LOS CUENTOS DE LA ABUELA ROSITA
RECUERDOS DE LOS CUENTOS DE LA ABUELA ROSITA
Por Martha Caty Aguilar Rodríguez
AZCAPOTZALCOGRAFÍA.
Cuando los niños por la tarde, cansados de hacer tareas y jugar, disminuye su energía y se acercan a su abuela para que les cuente algo.
Ellos piden una historia del lugar de su propio pueblo, San Francisco Xocotitla, en Azcapotzalco, Cdmx.
La abuela recuerda que una niña, la única hija de su amiga Mariquita, siempre jugaba con una muñeca, y algunas veces también la llevaba a su Escuela Francisco de Paula Herrasti, en la Colonia Porvenir.
Algunas persona ya conocían a la niña y su muñeca, pues la traía con ella a todas partes, su abuelita decía a los niños que las muñecas cobraban vida por las noches, pero la niña estaba tan encariñada con su muñeca que no le importaba eso, y seguía durmiendo acompañada de ella.
Una noche, la niña platicaba con su muñeca: “Ay qué bonita mi niñita”, y la abrazaba fuertemente.
Era una noche de lluvia oscura y fría, y la niña seguía mimando: “mi niñita bonita, ay que linda”.
Le dio uno de esos largos abrazos que solía darle, y cuando buscó nuevamente mirarla a los ojos para seguirla apapachando, la muñeca con grandes colmillos y una voz muy tenebrosa le contestó:
“Si mamita, pero mira, ya tengo dientitos”.
