CÁPSULA DEL TIEMPO, MEMORIA DE AZCAPOTZALCO

CÁPSULA DEL TIEMPO, MEMORIA DE AZCAPOTZALCO

Por Martín Borboa Gómez

AZCAPOTZALCOGRAFÍA.

 

Placa de una càpsula del tiempo, indica que será abierta en el año 2048.
Es del Zoológico de Chapultepec, Cdmx.
Se enterró en el 2023, preparada para 25 años.
(Foto tomada de internet, crédito a quien corresponda)


Ejemplo de cápsula del tiempo ya desenterrada, junto a su placa.
(Foto tomada de internet, crédito a quien corresponda)


El día de hoy, 24 de septiembre de 2024, hubo una importante reunión de la "Sociedad de cronistas de Azcapotzalco", y las ideas y propuestas tuvieron lo mejor que se puede desear:

Tiempo para ser expresadas, asistentes que estuvieran abiertos a escuchar, y toma de nota para ser reunidas y posteriormente presentadas a quien corresponde.

En la inercia de la conversación, va uno recordando cosas, conociendo novedades, sabiendo que fue da tal o cual material o acontecimiento, y se pone uno al día.

Ante la oportunidad de habernos reunido, todos los asistentes pudimos hacer varias propuestas.

En mi caso, una propuesta fue:

 

CÁPSULA DEL TIEMPO


Que se considere armar una cápsula del tiempo dedicada a la memoria e historia de Azcapotzalco y de sus pobladores. Esta idea ya la había yo propuesto en tiempos pasados, sin que se lograra concretar. Hoy, ante la generosa y cálida oportunidad en la reunión para escuchar y ser escuchados, la desempolvé, y la expresé a quienes asistieron.

 

Sobre esta propuesta, a continuación, reproduzco mi texto que en enero del 2020, amablemente Patricio Garibay publicó en la revista electrónica de “La hormiga en línea”.

Agradeceré al lector comprenda que el siguiente texto fue escrito al final del 2019, y por ello, en él me expresaba como si ese fuera el último año vivido, ahora ya es 2024, pero estoy seguro que la idea central se entiende bien:

 

CÁPSULA DEL TIEMPO

Este año 2019 tuvo para Azcapotzalco infinidad de noticias, algunas muy buenas, otras muy tristes, unas oficiales o privadas, otras artísticas, religiosas, urbanas y más de diversa índole.

Si miráramos hacia el pasado, es muy probable, que cada año hubiéramos podido reunir gran cantidad de novedades, de esas que luego se convierten en efemérides. Voy a mencionar solo 5 ejemplos de este 2019:

1)      El fallecimiento del artista, José José.

2)      Nuestra Parroquia fue elevada a la categoría de Catedral.

3)      Durante las excavaciones para el mejoramiento del centro de Azcapotzalco, hubo hallazgos que aparentemente son de restos arqueológicos y se publicaron en algunos medios de comunicación.

4)      Se cumplieron cien años de la película “El automóvil  gris” que tiene escenas filmadas en nuestra alcaldía.

5)      Habrá quien diga que la intervención a fondo que se hizo en el largo camellón de la Calzada Camarones también es de gran significado, pues por décadas no se le volteó a ver para nada en materia de renovación con su consecuente descuido, y ahora es un paseo muy disfrutado por la comunidad.

En fin. Ejemplos podemos citar muchos para resaltar todo lo que ocurrió de trascendencia en nuestra alcaldía. La propuesta aquí es que luego de vivir un 2019 tan intenso, de que Azcapotzalco estuvo en la televisión y el radio a nivel nacional y fue visto también en varios países con motivo del deceso del Príncipe de la Canción, se aproveche la ocasión para reunir de manera selectiva, mucho material de diferentes temas (no solo los mencionados) que sirva para ser guardado en un gran cofre, el cual guarde la memoria de ésta época. Se propone que ese cofre sea enterrado en alguna plaza pública céntrica de la alcaldía, y bajo una gran placa o señalado por ella su lugar de entierro, quede reposando bajo tierra durante 30 o 50 años, como un obsequio a las generaciones futuras. En su momento, ellas se encargarán de sacar a la luz todo ese material conservado, lo podrán examinar y exponer, y así por ejemplo, cuando se cumplan 50 años del fallecimiento del cantante, 50 años de la elevación de la Parroquia a Catedral, 50 años de ese probable rescate arqueológico, y todo lo que se hubiera aprovechado para guardar en esa capsula del tiempo, aquí podrá ser visto y aprovechado, con elementos originales de aquellas fechas, y le estaríamos facilitando a los azcapotzalquenses del futuro, un material de primera mano.

 

Se pueden incluir fotografías, periódicos, certificados, estadísticas, objetos, libros, archivos informáticos, videos, textos y crónicas (como por ejemplo un impreso de lo que “La hormiga en línea” ha publicado hasta ahora desde su inicio en febrero de 2019), un mapa de la alcaldía, un mapa de las líneas de metro, recetas de los mejores chefs o restaurantes locales, una lista de los principales eventos realizados en el Foro Azcapotzalco, en la Casa de la Cultura, en el Archivo Histórico, y un sinfín de ideas que pueden considerarse dentro de la lista de materiales a resguardar en dicha cápsula del tiempo. Prácticamente cada habitante de la alcaldía puede tener una propuesta de su contenido. El tamaño del cofre no necesitas ser grande. Por ejemplo en 2010 en la UNAM guardaron una cápsula del tiempo que mide 40 cms de largo, por 20 de alto y 20 de ancho.

La idea específica para nuestra alcaldía la manifesté originalmente en las reuniones de Crónistas de Azcapotzalco desde fines de 2018 y durante 2019. El 21 de noviembre de 2019 la expuse al entonces alcalde directamente por escrito, y ahora lectores, lo pongo a su consideración.

Si la idea no prospera en el nivel oficial, sé que puedo hacer algo similar (de alcance extremadamente limitado) en el jardín de mi casa. 

O lo puedo resguardar en cajas de archivo muerto en un librero junto a mi cama. 

Pero mi idea no es solo el guardar y sellar. Es también el poder preparar un obsequio colectivo, organizado, resguardado por todos nosotros, puesto bajo tierra (o empotrado en un muro) ante nuestras miradas en un evento cálido y comprometido, para brindarles a los futuros habitantes de esta región el gusto de ver cómo llega la fecha señalada de su apertura, y que literalmente abran su regalo igualmente en un evento colectivo con sabor a fiesta. De una comunidad presente a otra futura.

Se puede hacer una convocatoria para sugerir y elegir el contenido. Un concurso para seleccionar el mejor modelo del cofre, otro para redactar un poema alusivo, o una canción con letra y música. Se puede vincular todo esto a la creatividad de los habitantes de nuestra alcaldía, que sea un asunto participativo, en donde nos podamos reflejar como individuos y como miembros de una colectividad. Siento que algo así se presta para efectuar actividades paralelas de orden civil, oficial, escolar, literario, poético, fotográfico y hasta deportivo. Incluso los compañeros de protección civil, los bomberos, la policía, podrían aportar material fotográfico y estadístico muy interesante. No solo de su campo de acción, sino de sus avances, su tecnología, hasta sus anhelos.

En manos de quien conduce nuestro gobierno local están los medios para difundir, los permisos para excavar o colocar una placa, la capacidad de convocatoria para invitar a la población local a proponer o aportar el contenido de dicho cofre, incluso los recursos monetarios para realizar los trabajos que esto implicaría. El costo del cofre que viene siendo del tamaño de un horno de micro ondas, con opción a paredes de acero, opción a forrado interior con neopreno (material usado para trajes de buzo), cerrado con por ejemplo 22 tornillos tipo allen (en vez de bisagra y candado) no es elevado. 

Si los permisos se dieran pero no hubiera el recurso financiero para ejecutarlo, yo personalmente ofrezco poner el recurso para fabricarlo. 

Deseo sinceramente que esta idea sea del agrado de la autoridad, y de mis contemporáneos en Azcapotzalco, y vivamos pronto la ocasión de reunir materiales, enterrar el cofre, cubrir su reposo con una placa explicativa, y desear que en 20, 30 o 50 años sea motivo de alegría y festejo al sacarlo a la luz, y preparen una gran exposición con el contenido.

Arriba de donde quede instalada la cápsula del tiempo, puede erigirse una estela, un monumento, o al menos colocarse una placa, hecho  con diseño y por manos de Azcapotzalco.

Es de hormigas aprovechar el subsuelo, y podemos imitarlas con esta propuesta

Y ya que la leyenda dice que la hormiga en el campanario de la Catedral avanza lentamente hacia la campana, y cuando la alcance se terminará el mundo...

Podemos guardar en ese cofre una foto (de la hormiga del campanario de la Catedral) para que en 50 años verifiquen y comparen si se ha movido. (Tema que inspiró un mural en el Deportivo la Tabacalera (Renovación Nacional), Colonia Providencia). 

Fotos Martín Borboa Gómez

La instalación de una cápsula del tiempo, es un proyecto que a otras comunidades les ha funcionado positivamente (memoria, historia, turismo, atracción, unión de colectividad actual y futura, etc) y creo que en Azcapotzalco puede funcionar también.

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