RÍO LERMA Y POEMA DE UN RÍO

RÍO LERMA Y POEMA DE UN RÍO

Por Martín Borboa Gómez


Voy con relativa frecuencia a Toluca, y casi al llegar a esa ciudad, se pasa por encima del Río Lerma. Aunque uno no quiera presatrle atención, es imposible negarse, pues el olor desagradable que suele meterse al coche, hace obligatorio darse cuenta que está uno ahí, sobre el río.

En la Ciudad de México casi todos los ríos que quedan, están entubados, y apenas quedan nombres de ríos en los nombres de las avenidas que los han tapado.

Tengo entendido que el único río que queda sin secarse o ni entubarse es el Río Magdalena, que pasa por un costasdo de los Viveros de Coyoacán.

Y pensar que aquí dominaba un lago...

Y que había ríos en el valle...

Claro, nos quedan embarcaderos en Xochimilco para suspirar por ese pasado lacustre en esta zona...

Actualmente, los pobladores de la Ciudad de México no estamos muy relacionados a los ríos, pero no siempre fue así...


Respecto a un río, hace unos días, en la Biblioteca Fray Bartolomé de las Casas, ubicada en Azcapotzalco, Cdmx, en su sencillo y efectivo sistema de Trueque de libros (de la mesa indicada, puedes tomar un libro y llevartelo, y debes dejar uno a cambio), yo tomé un libro que se llama "Poesía argentina del siglo XX". (Ediciones Colihue)

En su página 130, viene un poema del inspirado Atahualpa Yupanqui, que dice así:


"TÚ QUE PUEDES, VUELVETÉ"


Soñé que el río me hablaba

con voz de nieve cumbreña,

y dulce me recordaba

las cosas de mi querencia.


Tú que puedes, vuelveté...

me dijo el río llorando.

Los cerros que tanto quieres

- me dijo-

allá te están esperando.


Es cosa triste ser río.

Quién pudiera ser laguna...

oír el silbo del junco

cuando lo besa la luna.


Que cosas más parecidas

son tu destino y el mío,

Vivir cantando y pensando

por esos largos caminos".


Luego de haber copiado este poema del río que quisiera ser laguna, devolví el libro de poemas a la Biblioteca, para que siga circulando en el sistema de trueque.

Y la próxima vez que pase por el Río Lerma, pensaré en sus posibles lamentos, pero también, en sus posibles alegrías, por ejemplo los paisajes que ha de ver, los climas que ha de atravesar, y su llegada hasta el Lago de Chapala, en Jalisco, donde nace otro río, el Río Santiago, que sigue su curso hasta llegar al Oceáno Pacífico.



(Imágenes: Río Lerma, del autor)

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