DIVINA PROVIDENCIA

 DIVINA PROVIDENCIA

Por Martín Borboa Gómez

 

Dentro de la Catedral de Azcapotzalco, hay un hermoso y grande cuadro que muestra a la Divina Providencia. Esta imagen tiene representados a la Trinidad de Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo.

Según el "Catálogo nacional de Monumentos históricos - muebles - Azcapotzalco, D.F." editado por el INAH y el DDF en 1988, disponible en el Archivo histórico de Azcapotzalco, es un cuadro del siglo XVII de autor anónimo.

 

VELADORAS

A inicio de mes, los fieles católicos encendemos una veladora bendecida, a la Divina Providencia. Por cierto, a inicio de año, o desde finales, los fieles nos apresuramos a comprar nuestras veladoras, las iglesias suelen tenerlas disponibles y a la venta, y cada familia creyente, sabe en qué momento, en qué lugar y con qué oraciones, acompañar el encendido. Y vale la pena sugerir, que hay que hacerlo con cuidado, por ser una flama que arderá varias horas. Mi mamá me enseñó a poner debajo de ella un plato con algo de agua, de modo que si por algo llegara a reventarse el vasito típico de veladora, la cera y el pabilo encendido no escurrirían sobre el mueble, sino sobre dicho platito con agua, que apagaría la flama y prevendría un accidente.

Me ha ocurrido que por comprar veladoras novedosas, por ejemplo en forma de manzana, dicha figura luego no se adapta bien al vasito, se inclina en determinado momento, la flama queda muy cerca del vaso y lo revienta. Se queda uno sin vasito para el mes siguiente, y además la preocupación de “si no hubiera estado yo atento a esto, quien sabe que se quema”.

Vale la pena ser cuidadosos. Sugiero utilizar velas que de forma completa y firme, ocupen el famoso vasito. Evitar las que tiene forma de manzanitas que además de inestables y se ladean, si son de cera diferente, se consumirán más pronto de lo habitual, y esa puede ser otra sorpresa desagradable.

 

PROVIDENCIA DE LA DIVINIDAD

Lo que los fieles distinguimos como Divina Providencia, se relaciona con lo siguiente:


Providencia, viene de Pro (antes, frente, anticipado), y videncia (ver).

Ver antes, ver con anticipación. 

Para la fidelidad católica, ese ver antes, con antelación, es la facultad Divina de Dios de ver que será de sus hijos, la humanidad, no solo en el sentido de conocer lo que viene, sino de disponer incluso lo que será o no de cada uno de sus hijos, según su amor le dicte y el plan que disponga para cada uno.

 Cada individuo tiene la facultad libre de elegir sus actos, y con ellos colabora en el plan que tiene Dios para cada uno de nosotros. Esa colaboración admitida es muestra de Su amor y confianza en nuestro libre albedrío.

En https://www.vatican.va/archive/catechism_sp/p1s2c1p4_sp.html que es la página de internet del Vaticano en español, tiene el Catecismo de la Iglesia Católica, y dice en su quinta fracción, “V Dios realiza su designio: la divina providencia” una definición:

Llamamos Divina Providencia a las disposiciones por las que Dios conduce la obra de su creación hacia esta perfección:

“«Dios guarda y gobierna por su providencia todo lo que creó, "alcanzando con fuerza de un extremo al otro del mundo y disponiéndolo todo suavemente" (Sb 8, 1). Porque "todo está desnudo y patente a sus ojos" (Hb 4, 13), incluso cuando haya de suceder por libre decisión de las criaturas» (Concilio Vaticano I: DS, 3003)”.

Podemos entender entonces, que esa combinación de amor, designios, decisiones, son la voluntad de Dios, y por ello, encomendarse o pedir a la Divina Providencia a inicio de mes por Sus bendiciones, es pedir que dentro de Su voluntad, tenga considerado lo que le solicitamos. Nos ponemos en manos de la Providencia de la Divinidad, con peticiones de lo que mejor nos vendría, deseando nos escuche y Su voluntad incluya nuestra suplica.

Y como el fiel católico reconoce y cree en un Dios que es Padre, Hijo y Espíritu Santo, esa Divinidad se representa con Ellos tres. A Ellos les solicitamos favores a incluir en su voluntad, amorosa y paternal. Es importante decir que no solo aprovechamos el momento para pedir, también es para agradecer lo que se ha recibido, reconocer la bondad en sus manifestaciones, y expresar que aceptamos como hijos lo que viene de Su paternal designio.


 

REPRESENTACION PECULIAR EN AZCAPOTZALCO

El gran cuadro que se tiene en el interior de la Catedral de Azcapotzalco, del lado derecho en el pasillo central, tiene un bello marco dorado, que se nota es un trabajo antiguo y muy valioso.

Es muy común ver a la Divina Providencia en actitud serena, sentados Dios Padre y Dios Hijo, y sobre ellos como paloma, a Dios Espíritu Santo. A continuación un ejemplo:


Sin embargo, el cuadro en nuestra Catedral, los muestra diferente, y resalta la actitud de Dios Padre, sentado, sosteniendo con ambas manos a Dios Hijo, quizá recargando un brazo de Él en Sus piernas, y la figura de Cristo hincado en el suelo, lastimado, maltratado por sus captores, jueces, acusadores y ejecutores de la sentencia y los castigos.


Por ello, la imagen que tenemos en Azcapotzalco contiene un dramatismo inusual a lo que se ve en otras imágenes de la Divina Providencia, como las que suelen tener muchas veces, las cajitas de las veladoras, o las estampas en el interior de ellas. En esa imagen de la Trinidad más usual, serena, Cristo lleva una cruz, lo cual significa que ya es posterior a su castigo por los romanos, que ya superó a la muerte, y que está, como dice la oración, sentado a la derecha del Padre.

Esta diferencia es importante, y por ello quise hacer este artículo, para señalar que tenemos una obra peculiar, distinta a lo habitual en la iconografía religiosa frecuente.

Lo habitual es que imagen refleja serenidad.

Y en la de Azcapotzalco, es una escena dramática, Dios Padre parece sostener a un Cristo muy necesitado de ayuda, se le ven los daños de la crucifixión, quizá alguien diría incluso que ahí Cristo luce desfallecido, o es el momento justo en donde Dios Padre regresa de la muerte a su Hijo, para tenerlo ya, por la eternidad, a su lado, luego de haber cumplido su misión entre nosotros en esa fase, y que sabemos, volverá a venir.

 

ORACION A LA DIVINA PROVIDENCIA

A continuación transcribo la oración que suele hacerse al encender las veladoras a inicio de mes. Hay familias que rezan ésta y otras oraciones, o solo otras, para luego exponer con más detalle, sus peticiones:

“¡Oh Divina Providencia!

¡Concédeme Tu clemencia y Tu infinita bondad!

Arrodillado a Tus plantas

a Ti caridad portento.

Te pido para los míos:

casa, vestido y sustento.

Concédeles salud y

llévalos por el buen camino

y que sea siempre la virtud

la que los guíe en su destino.

Tú eres toda mi esperanza.

Tú eres el consuelo mío,

en Ti creo, en Ti espero y en Ti confío.

Tu, Divina Providencia se extienda en cada momento,

para que nunca nos falte:

casa, vestido y sustento,

ni los santos Sacramentos en el último momento.

Amén”.

 


(Imágenes: del autor, excepto la denominada "ejemplo" que es de internet)

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