ANNE FRANK VIVE
ANNE FRANK VIVE
Por Martina Rodríguez García
Anne Frank, es un ejemplo de las buenas costumbres, en obediencia y siempre tratando de ayudar a sus padres y a sus hermanos, siempre acompañada del diario en donde ella escribía lo que le gustaba.
Un diario su confidente, su tiempo y su
historia compartida, viajar a Holanda con mucha prudencia en tiempo de guerra
estaba presente en 1942.
La casa en donde
sus padres buscaron el refugio mas seguro ocupando la parte más alejada de la
calle, protegidos por las paredes separadas por el pasillo, tan icómodo, y dejando
pasar la luz como una ventana abierta al cielo.
Habitaciones guardando el silencio, sus padres de Anne, su hermana Margot, la Sra. Van Daan, mujer liberal, no importa la angustia que mostraba su esposo, eran su vecinos, el dentista, el niño, todos guardaban silencio escuchando las noticias de los avances de la guerra.
Vivían muchas emociones, el murmullo de voces.
Salían de las habitaciones. Afuera la tormenta de la guerra, el ulular de sirenas, de patrullas y ambulancias.
Una ciudad hecha pedazos. Corazones sepultados, cuerpos mutilados, baño de sangre para los pecadores.
La maravilla del amor de Anne es
confesada a su diario y a su padre, el silencio y el temor a morir, es aceptado
por su padre.
Su familia ha caído, su padre preso, la muerte llegó por su madre y hermana.
Anne guarda un grito de dolor en las entrañas y su querido diario guarda el alma de Anne Frank.
En sus páginas ella vive, y en cada una de estas letras.