EL SANTO DESIERTO DE NUESTRA SEÑORA DEL CARMEN DE LOS MONTES DE SANTA FE

EL SANTO DESIERTO DE NUESTRA SEÑORA DEL CARMEN DE LOS MONTES DE SANTA FE

Por Vickynela

Dentro de la agitada ciudad de México, existe un lugar lleno de aire puro para relajarse, hacer ejercicio, pasear con tu mascota y convivir con la familia y amigos. 

El desierto de los Leones es un pulmón que hay que proteger, hogar de varias especies de animales, como el gato montés (otro posible motivo del nombre “leones”), declarado Parque Nacional del país y  ligado al desarrollo de la capital desde el Virreinato por sus manantiales que trasladaban su agua por el acueducto de Santa Fe.

 Este lugar fue elegido para construir un convento por la Orden de los Carmelitos Descalzos que se estableció en Nueva España a principios del siglo XVII. 

Era el lugar ideal para cumplir con sus votos, por lo apartado de todo lo mundano, el ruido y la gente; Por ello el nombre de “Desierto”.

“El Santo Desierto de Nuestra Señora del Carmen de los Montes de Santa Fe”, que después fue llamado “Desierto de los Leones”, debido a la familia León, que  era la que gestionaba el lugar ante la Corona Española a nombre de los frailes. (Ese nombre continúa en uso hasta la fecha).

Un terremoto en 1705 arrasó con la primera construcción y la segunda construcción que fue más grande incluyó: el claustro principal, biblioteca, cocina, comedor, hospedería, lavandería, celdas, huerta, barbería, capillas, caballerizas, botica, el de rasura y el de «oficio humilde», como le llamaban a los sanitarios y “el jardín de los secretos”. 

En la parte de abajo del parque hay un río y una lago pequeños además de emitas.

 Los monjes, por sus votos de silencio, desarrollaron señas que les permitía entenderse (por ejemplo: hacer la señal de la cruz con la mano abierta para preguntar por el padre prior).

Ellos salían del convento a pasar días en soledad en alguna de las ermitas que estaban en los alrededores, varias de ellas lejos de ahí, que les servían para orar, conservar su temple y seguir con la  contemplación por la naturaleza. Algunas de esas ermitas pueden apreciarse todavía.

En 1810, fue cedido al estado. Luego de la independencia, sirvió como cuartel militar y fue abandonado durante un siglo. 

En 1876, fue declarada Reserva Forestal y en 1917, el presidente Venustiano Carranza lo nombró “Parque Nacional”.

Este lugar es una significativa reserva de fauna y vegetación. 

Para disfrutarlo, conocerlo y valorarlo, se lleva a cabo un recorrido de “leyendas Nocturnas”, una experiencia audiovisual con mezcla de datos históricos y relatos sobrenaturales. 

Algunos visitantes (entre los que me encuentro), al recorrer el  lugar hemos sido testigos de algún evento extraño como escuchar lamentos, voces, cantos o hasta misa, ver objetos que se mueven, ver sombras, sentir que los tocan, luces que prenden y apagan, y en algunas fotos y vídeos aparecen “espíritus y figuras extrañas” o salen los famosos “orbs”.


 No sería raro que ocurran estos fenómenos, pues ahí murieron tanto frailes como soldados. 

También fue ocupado por otras personas, entre ellos delincuentes que tomaron este bello lugar como escondite.

Es posible aprovechar el hermoso y enorme lugar, que también se renta para la celebración de eventos. 

Aunque por los años se han perdido varias partes del convento, lo que aun permanece ha sido bien protegido.

Se pueden admirar sus bellos jardines, caminar en este lugar místico e imaginar como fue en el pasado, conocer sus ermitas cercanas o ser más aventurado y visitar las más lejanas, bajar a su río y lago que desgraciadamente cada vez está más seco, comer algo rico en los locales o llevar tú propio lunch, siempre con responsabilidad, no tirando basura y si se usan los asadores, por favor apagar el fuego.

El Desierto de los Leones es un lugar ecológico y turístico, se pueden llevar a cabo actividades deportivas, recreativas y culturales.

Hay guías que te platicarán sobre cosas muy interesantes de una manera interactiva.

Este maravilloso tesoro se encuentra ubicado en la Alcaldía Cuajimalpa. Carr. México-Toluca s/n. Col. La Venta. CP 05020. Ciudad de México.

Abierto al público de martes a domingo de 10 a 17 horas y la entrada general cuesta $20 pesos.

Para el recorrido nocturno, viernes y domingo, a las 21 horas y un costo de $250, con reservación.

Créditos de foto a quien corresponda

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