MI MUNDO
MI MUNDO
Por Martina Rodríguez García
Camino lentamente entre la neblina,
no alcanzo a ver la luz del jardín,
pero ya los pajaritos vuelan,
cantando al cielo,
porque el sol se ha quedado dormido
en el horizonte.
El sonido de las campanas
de las Catedral se detiene,
su "tan-tan" mañanero.
Empiezan a mezclarse los aromas:
gasolina,
perfume de las flores,
del café
y de los tamales.
La gente camina deprisa,
sin levantar la cabeza,
las nubes forman figuras,
parecen paisajes de hielo
con cuerpos humanos.
Se mueven en caminos,
la neblina
termina con los paisajes en el cielo,
tan vez un mundo más
se oculta entre las nubes.
(Imágenes: internet)