RENFIELD Y SU RELACIÓN TÓXICA CON DRÁCULA
RENFIELD Y SU RELACIÓN TÓXICA CON DRÁCULA
Por Martín Borboa Gómez
Sin esperar nada de una película como Renfield (Estados Unidos 2023), entonces es amena, divertida, con harta sangre, balazos, brazos zafados del cuerpo, cabezas aplastadas, bocados de insectos, alcoholímetro, con un Drácula que tiene más dientes afilados que ninguna otra versión, abundantes frases motivacionales para que Renfield supere su estado de codependencia actual, más patrullas y criminales que cualquier película de vampiros anterior, y referencias del género de terror como el apellido "Lobo" de los malos, el apellido Quincy, (la mujer policía es Rebecca Quincy, hija de Morris Quincy, y en la novela de "Drácula" un personaje clave se llama Quincey Morris), ambientada en Nueva Orleans, en dónde la película de "Entrevista con el vampiro" fue ambientada, claro, retratando otra época.
Me gustó bastante la referencia a la codependencia, al importante paso que es reconocer cuando se está en una relación tóxica, y ver con sobrados ejemplos, como el narcisista controlador, encima de todo se hace la víctima, y el juego mental que opera sobre su siervo, para perpetuar su gobierno sobre él.
Incluso muestra cómo es que si el controlado desea fugarse (liberarse), entonces el narcisista podrá controlar a otros para mostrar "mira, ni que fueras el único al que puedo controlar, otros están encantados con mi manipulación", y no pocas veces lograr que el siervo rebelado, regrese.
Es un gran retrato de ese juego mental, emocional, que un ser puede ejecutar para someter a otro, en una relación tóxica, y las dudas, debilidades que tiene el que sufre, pero también sus opciones y oportunidades para liberarse.
Si bien era así (dicen) la relación tóxica que vivía el autor de "Drácula" (Bram Stocker) con su jefe, y la relación que se plantea en la novela entre Drácula y Renfield, sirve esta película para mostrar esos detalles, y para sugerir maneras de librarse de una relación así de tóxica.
Claro, aquí está llevado al exceso ya que el manipulador (Drácula) rebasa muchos estándares de un manipulador habitual, pero de que propone pasos formales para intentar librarse de una relación tóxica, y retomar el control de la vida propia, lo hace, y ahí radica en mi opinión, una de sus aportaciones que se agradecen.
93 minutos entretenidos, acción en una más de vampiros. Esta vez en tono de comedia. Un buen combo es compañía recomendable. Los mensajes de la cinta no requieren mucho proceso mental para aprovecharlos, son muy literales, transparentes.
La recomendaría a cualquiera que vive o vivimos una relación de codependencia tóxica, y le interesa cambiar.
La vi en el Cinedot de Azcapotzalco, y al salir, cruzando la avenida, en una pared, había este mural (28 abril 2023)
(Imágenes: del autor, tomadas al cartel en el complejo cinematográfico, y en la pared vecina)