SERES DEL AGUA, NINFAS O ESPÍRITUS
SERES DEL AGUA, NINFAS O ESPÍRITUS
Por Vickynela
“Doncellas, Protectoras, Hadas, Ninfas, Damas del mar”.
Hijas del dios Nereo, predecesoras del dios babilonio Oanes.
Difamadas como demonios y asesinas. Las leyendas y mitos sobre las sirenas son interminables.
Castigadas por Deméter; Lidia, Parténope y Leucosia, por no
cuidar de su hija Perséfone, quien fue secuestrada por el dios del inframundo, Hades,
les dió una apariencia horrible.
En otro mito las sirenas pidieron a Zeus alas para buscar a Perséfone y en otro Perséfone les quitó las alas y les puso cola de pez, así otra versión dice que Afrodita las volvió horribles por envidia y por despreciar las artes.
En el mito de “La Sirena del Lago Titicaca”, se cuenta que una pareja que no podía tener hijos, encontró un niño de cabellera rubia al que criaron como propio, su padre le enseñó el oficio de pescador y le platicaba sobre la Sirena que concedía deseos. Amaru, iba a pescar a diario con el fin de conocerla. Un día su anzuelo la pescó, le pidió disculpas pero la sirena le hizo prometer que se verían más seguido y le concedió el deseo de un juguete. También le concedió unas hierbas para curar a su madre cuando esta enfermó.
Entonces como siempre la avaricia humana apareció, su padre le ordenó que le pidiera oro, lo que obedeció el pequeño, la sirena le regaló una vasija con oro, sin embargo la gente del pueblo se enteró y planearon capturar a la sirena para obligarla a darles sus tesoros pero Amaru fue a avisarle, aunque ya era demasiado tarde la habían capturado y al no hablar la torturaron hasta matarla, su cuerpo se transformó en una mujer con piernas y luego desapareció. Y ante el asombro de todos, el niño comenzó a transformarse, sus piernas se convirtieron en cola de pez para luego perderse en el lago. El niño era un tritón, hijo de la sirena y dejó una maldición, “El pueblo jamás encontraría un lugar estable dónde vivir”.
Una de nuestras sirenas en México, es la del Lago de Zumpango, cuentan que un joven caminaba por la orilla del lago, al oír el canto de una mujer, se desmayó y despertó dentro de una caverna, una bella sirena se lo llevó pues se había enamorado de él.
El joven le pidió que lo dejará en libertad prometiendo volvería pronto, pero al regresar al pueblo contó lo ocurrido y lo ocultaron, los pobladores fueron a buscarla, la sirena al verse acorralada hipnotizó con su canto al joven y éste llegó al lugar donde la sirena se lo llevó al fondo con ella.
Una sirena de cabello plateado existe en la Laguna de Alchichica, Puebla, (México), cuando hay luna llena se ve entre las aguas, con su canto atrae a los hombres y los ahoga.
“La sirena virgen de piedra”, de los ikoots, Mijmeor Kan, vivía en la isla de Monopastioc, pero cuando llegaron los españoles, se sumergió en el mar para siempre. Antes de ella no habían olas; cuando la virgen saltó al agua, las levantó y la espuma es la capa floreada de la Virgen. Los animales corrieron con ella, el tigre caminó sobre la jaiba, tiene aún la huella de la pata. Dicen los pobladores que la Sirena regresa cuando la necesitan. Así el Golfo de Tehuantepec, se asoció luego con la celebración católica de la Virgen de la Candelaria, a quien entregan ofrendas, entonan música, cabalgan jinetes, adornan con flores y colores, usan sus prendas tradicionales, se hacen limpias con ramos que arrojan al mar y le danzan los Malinches. Así celebran hoy a la etnia zapoteca a su sirena.
En la laguna de Apalka, Honduras, una sirena aparece cuando hay tormenta, “Liwa Mairin”. Esta sirena no deja ver su rostro, sólo se muestra de espaldas. Puede ser mala o buena. En ciertas épocas no deben entrar a sus dominios, pues los ahogará. Hay también una versión masculina con diferentes colores de piel.
Un toro negro aparece en la Laguna de Paca, Junin, (Perú), quiere escapar pero está amarrado a una larga cadena de oro que una sirena de ojos azules y cabellos dorados sujeta. La sirena se peina a orillas de la laguna y los hombres las siguen hasta las profundidades del lago, donde mueren ahogados.
La Pincoya, de Chiloé, es una leyenda chilena, esta sirena tiene una larga cabellera rubia y piernas de mujer, a diferencia de sus hermanos que si tienen cola de pez, aparece desde las profundidades del mar, semi vestida con un traje de sargazo a danzar en las playas, señaliza si la pesca será abundante o escasa. Es hija de Millalobo y Huenchula. Los peces y mariscos, los ofrece generosos al pueblo chilote. Aún hoy le hacen ceremonias.
Una tradición oral cuenta que un pescador fue a recoger pulpos en la ‘piedra gorda’ y quedó atrapado del otro lado de la playa, de San Lorenzo, Ecuador.
Hay otra leyenda sobre las sirenas de Champerico, en Guatemala, suelen aparecer en junio, cerca del viejo muelle, se han visto varias mujeres con cola de pescado. Su canto atrae a los peces a la orilla del mar.
Pese al tiempo y la dominación de otras culturas las creencias de “Los seres naturales” que habitan y son dueños de la naturaleza, persiste, se les sigue dando ofrendas, respetando y temiendo, algunos han tenido la suerte de encontrarse con ellos, se suele creer que además de entes de la Naturaleza, seres de otra dimensión, almas en pena por un amor o que cobran venganza, espíritus de ahogadas y asesinadas, criaturas místicas pero reales, algún día cercano espero poder ver a alguna dueña del agua o un guapo tritón, eso sí, que no me vayan a ahogar.
