29 DE SEPTIEMBRE, SE ABRE EL MICTLAN

 

29 DE SEPTIEMBRE, SE ABRE EL MICTLAN

Por Vickynela



Este 29 de Septiembre  es la celebración de San Miguel Arcángel, el capitán de las huestes angélicas y quién se enfrenta al demonio.  También da inicio a la celebración del “Xantolo”, con la primera ofrenda dedicada a la tierra para tener buena cosecha, en esta celebración de día de muertos de la tradición Huasteca y días de realizar ceremonias agrícolas, místicas y curativas desde la época prehispánica.

Desde nuestros antepasados indígenas, se instala un bello altar con Copal, tamales, atole, agua y café, entre otras cosas, para recibir a nuestros seres queridos que se adelantaron y pedir permiso a los protectores de las almas para que les permitan regresar por unos momentos con nosotros.

En este día se abren las puertas del Mictlan. Mictlantecuhtli y la diosa Mictlancihuatl protectores de este sitio permiten que las almas salgan y comiencen su peregrinar.



Es una tradición llena de sentimientos encontrados, de alegría por saber que vienen y de nostalgia por recordarlos.

El 28 y 29 de septiembre se coloca una cruz de la hierba y flor llamada “pericón”  en casas, vehículos y sembradíos para protegerlos del mal. Desde tiempos prehispánicos, se usaba para rituales para protegerse del mal y traer buena cosecha, está cruz de pericón (yauhtli) está asociada al dios Tláloc.

Se encontraron ofrendas en el Templo Mayor dedicadas a este dios, dónde había restos de yauhtli.

San Miguel Arcángel, que en la cosmovisión nahua protege la milpa y la cosecha de los malos  espíritus, tomó el lugar del dios Tláloc, el dios de la lluvia, con la llegada del  Cristianismo.



 Según la creencias católicas, Dios permite que el diablo este en la tierra estos días, y el 29 de septiembre es cuando San Miguel Arcángel, el príncipe de las milicias celestiales lo vuelve a arrojar al infierno.

La cruz es un  simbólo que en la época prehispánica, tenía como significado  los distintos puntos del cosmos y del fin del ciclo agrícola.


El pericón también es el que le dá un sabor especial a nuestros elotes, es  originaria de nuestro país y tiene propiedades medicinales.

La planta se sigue usando como incienso,  flor de ofrenda, para  protegerse contra las malas energías y el dolor de estómago, entre otras cosas.

Para los católicos, la cruz de pericón, ahuyenta al demonio.

Estás tradiciones siguen vivas, y cada uno elige a quien dedica y cómo usa esta flor bella y deliciosa, ya sea a Tláloc, a San Miguel o a la tierra misma.


(Imàgenes: internet)

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