DRÁCULA, STOKER Y VLAD

DRÁCULA, STOKER Y VLAD

Por Raquel Rodríguez Sandoval  

El 8 de noviembre de 1847 nace en la ciudad irlandesa de Clontarf el novelista Bram Stoker. Su obra más reconocida fue «Drácula», publicada en 1897, en la cual realzó los matices de las historias del vampirismo. Según algunos estudiosos, el personaje central está basado en la vida del príncipe de Valaquia Vlad III, quien era conocido como Vlad Drăculea, sin embargo aunque este dato no está confirmado, la coincidencia es notable.

Curiosamente, un 8 de noviembre, pero en 1431, nace el príncipe Vlad, considerado un héroe nacional de Rumania.

Abraham Stoker, (Dublín, 1847 - Londres, 1912) Novelista irlandés autor de "Drácula" (1897), obra clásica y de las más influyentes dentro de la literatura de terror. Hijo de un funcionario público, hasta los siete años de edad sufrió una grave parálisis que le impedía andar. Los problemas de salud de su niñez no le impidieron distinguirse como atleta y futbolista en la Universidad de Dublín, donde cursó con excelentes resultados la carrera de matemáticas y fue presidente de la Sociedad Filosófica.

  

BRAM STOKER


Entre 1867 y 1877 fue funcionario público en Dublín. En esta misma época, siguiendo la inclinación que sentía hacia el teatro, posiblemente heredada de su padre, escribió crítica dramática para “The Evening Mail”, sin recibir por ello ninguna compensación económica.

En 1878 conoció a su ídolo, el actor inglés Henry Irving. Nació entre ellos una gran amistad y Stoker se convirtió en representante y secretario del actor. Ocupó en este empleo los veintisiete años siguientes, en los que se encargó de la correspondencia de Irving, le acompañó en sus múltiples giras y estuvo a su lado en el momento de su muerte; junto a él dirigió el “Lyceum Theatre” de Londres. Sus recuerdos darían lugar al libro Recuerdos personales de Henry Irving (1906).

Bram Stoker escribió numerosas novelas y relatos cortos, entre los que destacan El paso de la serpiente (1890), El misterio del mar (1902), La joya de las siete estrellas (1904) y La dama de la mortaja (1909). También se le debe el entretenido libro Impostores famosos, en el que sostiene, entre otras, la pintoresca teoría de que la reina Isabel I de Inglaterra era un hombre disfrazado.

 Pero su obra más célebre es "Drácula" (1897), novela en la que construyó, a través de diarios y cartas, el retrato de uno de los personajes más famosos del ideario decadentista de la época, el conde vampiro de Transilvania. El relato se basa en diversas leyendas previas, aunque Stoker consigue una unidad de efecto e inquietantes resonancias eróticas y simbólicas, suprimiendo las fronteras sensibles entre vida y muerte a través de un juego de seducción de gran poder y sugerencia.

La novela fue de los best sellers editoriales a lo largo del siglo XX y una fructífera inspiración para el cine, dando lugar a un auténtico reguero de películas a partir de la obra maestra del cineasta alemán F. W. Murnau (1922) y de la protagonizada en 1931 por Bela Lugosi; entre las más recientes, destaca la de Francis Ford Coppola (1992). De su restante producción cabe citar Bajo el crepúsculo (1882), El hombro de Shasta (1895), La señorita Betty (1898), El Hombre (1905), La señora Athlyne (1908), La guarida del gusano blanco (1911) y otros títulos como Muerte entre bastidores, El huésped de Drácula, La casa del juez y Drácula: la cúspide del horror.

  

VLAD III

Busto del vaivoda Vlad III en el centro de Bucarest. Bogdan Cristel.

Es conocido popularmente como Tepes, el empalador, por un tipo de suplicio especialmente cruento que aplicó con soltura, aunque no está de más señalar que esta fama es obra de sus enemigos y se popularizó a través de crónicas, poemas y otros textos alemanes, húngaros y rusos. Laónico Calcocondilas, cronista griego contemporáneo del personaje, escribió que «tan pronto como Vlad tomó el trono, su primer paso fue organizar su guardia personal, de la que nunca se separó. Después, convocó a un noble tras otro, o más bien a los que sospechaba de una posible traición, y los empalaba junto a toda su familia: los propios nobles, sus hijos, sus esposas, sus sirvientes... Con el fin de consolidar su gobierno, mató en un corto período de tiempo más de veinte mil hombres, mujeres y niños, y como estaba flanqueado por numerosos guerreros magníficos y leales, les recompensaba con las haciendas y riquezas de los que había ejecutado».

¿Verdad, Exageración o Mentira? Probablemente sea imposible saberlo a ciencia cierta. 

En casa, en Rumanía, el personaje ha sido reivindicado y es considerado un héroe nacional, reconocimiento que fue oficializado por el Partido Comunista Rumano en 1976.

Nacido hacia 1428, Vlad III fue vaivoda –príncipe o conde palatino– de Valaquia en tres ocasiones entre 1448 y 1476. Su vida y gobiernos fueron azarosos, con una asombrosa cantidad de vaivenes, alianzas, enfrentamientos, encarcelamientos, asesinatos y triunfos. Fue enemigo y amigo, según le conviniera en cada momento, de húngaros, polacos, moldavos y otomanos. De estos llegó a ser incluso rehén junto a su hermano, para asegurar, sin éxito, la docilidad de su padre, Vlad II. Sin éxito, por cierto.

El escritor y profesor rumano Vintila Horia resumía así el legado de Vlad III en un artículo publicado en 1990: «Erigió iglesias, hizo justicia, limpió el país de ladrones y criminales, llevó a cabo una política de defensa de Occidente contra los turcos y dotó generosamente a varias iglesias y monasterios del monte Athos». Murió en combate, a fines de diciembre de 1476 o principios de enero de 1477, luchando contra el vaivoda rival Basarab Laiota, que le precedió antes de su tercer principado y había regresado a Valaquia para ocuparla con ayuda de los otomanos. 

Se desconoce dónde y cómo fue enterrado. 

Según el embajador de Milán en Buda, Leonardo Botta, los otomanos trocearon su cadáver, aunque una tradición popular asegura que fue sepultado en el monasterio de Snagov, que había sido fundado por su abuelo. 

Allí se le atribuye una tumba que está vacía a causa de un saqueo de los turcos. 

Contaba Horia que «a los turistas se les explica otra cosa más truculenta: al tratarse de un vampiro, éste no está aquí salvo pasada la medianoche».



(Imágenes de internet)

Entradas más populares de este blog

MUJERES CRONISTAS DE AZCAPOTZALCO, CDMX (primera parte)

VIERNES DE DOLORES

TRES TEMPORADAS DE FANTASMAS EN LA UNIDAD TLATILCO, AZCAPOTZALCO, CDMX