OSAMENTA PALPITANTE
OSAMENTA PALPITANTE
Por Martina Rodríguez García
Las palabras se han quedado en la punta de la lengua,
con una interrogante figura en pausa,
esperando se desprendan de una en una,
las letras en el oscuro silencio de la pluma,
con su vena negra de angustia,
en un misterioso momento que ahoga la incertidumbre,
no sé si es muy tarde pero las voces se apagan,
como si estuvieran en el centro de un caracol,
y con gran fuerza el viento las tomara en cadena,
para firmar un río de palabras extrañas,
con el idioma de Los dioses,
el Sol y la Luna frente a frente,
poderosas estrellas,
nos acompañan en este renacer de un nuevo día.
Se anuncia Noviembre,
día de muertos, Madre Tierra,
un hombre empuña la pala abriendo camino,
hasta llegar a descubrir la tapa de un féretro,
adentro una osamenta vestida de novia,
aparece un cráneo con una dentadura perfecta,
encerrada tal vez su sueño se quedó enterrado,
en el fondo de la tumba,
después de que ella vió el alma del cuerpo del amor de su vida,
en un día dos de Noviembre,
con un cielo nublado,
y un atardecer lluvioso,
testigo de un amor que nunca muere.
(Imagen de internet)
