GIGANTESCO ÁRBOL DE NAVIDAD, en el centro urbano de la Alcaldía Azcapotzalco

“GIGANTESCO ÁRBOL DE NAVIDAD”

En el centro urbano de la Alcaldía Azcapotzalco

Por Adrián González Cabrera


Ese segundo viernes de diciembre de 2028, las autoridades inauguraron la “Adecuación Urbana del Centro de Azcapotzalco”. El evento despertó gran expectación en la población, ya que se hablaba o muy bien o muy mal -no había términos medios- del proyecto del cual derivaban la adecuación. Se decía que también se iba a develar un gigantesco árbol de navidad natural que emplazaron en el centro del Jardín Hidalgo. La noche anterior habían retirado los tapiales que confinaban al área de los trabajos.

Ese día, temprano, abordé el trolebús en el Metro “El Rosario” y descendí de él en la esquina que forman Av. Azcapotzalco y Av. Camarones. En ese punto iba a iniciar mi recorrido del área intervenida.

La perspectiva ofrecida a mis ojos fue de lo más agradable, e inicié el recorrido.

Observé una perspectiva muy agradable ya que Av. Azcapotzalco fue peatonalizada a nivel de banqueta desde Av. Camarones hasta la esquina norte de la fachada del atrio de la “Catedral de los Santos Apóstoles Felipe y Santiago”; de igual manera, fueron peatonalizadas las calles circundantes al “Jardín Hidalgo”. El tramo peatonalizado de Av. Azcapotzalco tiene ahora, en toda su longitud, un sótano con un estacionamiento para 200 automóviles cuenta con ventilación e iluminación naturales, al cual se ingresa y se sale por sendas rampas.

Ampliaron el “Jardín Hidalgo” demoliendo los inmuebles ubicados al sur del mismo para prolongar (y peatonalizar) la callecita en la cual se encuentran la paletería “La Michoacana” y el restaurante de comida china (enfrente de las instalaciones del IMSS), hasta entroncarla con Av. Azcapotzalco; así, la “Casa de Cultura” y la Biblioteca “Fray Bartolomé de las Casas” quedan integrados (total y parcialmente, en ese orden) a la perspectiva de espacios abiertos.

Demolieron el kiosco para brindar al visitante un dominio visual de la totalidad de dicha área verde, lo que genera una sensación de seguridad.

Ampliaron la Biblioteca “Fray Bartolomé de las Casas” eliminando el pequeño jardín que se encontraba en el acceso. La ampliación se hizo hasta el alineamiento de la calle, dignificando espacialmente el hogar del muy importante mural de Juan O’Gorman y enriqueciendo la oferta cultural de dicha biblioteca, que es visitada por nacionales y extranjeros. 

Fachada de la Biblioteca “Fray Bartolomé de Las Casas”. Estado actual para 2023.


Demolieron algunas partes del muro que delimita el atrio de la Catedral -el ubicado en el alineamiento con Av. Azcapotzalco- colocando en los vanos unas puertas-reja abatibles, con el fin de integrar visual y peatonalmente el “Jardín Hidalgo”, las vialidades peatonalizadas y el atrio de la Catedral; este último queda confinado por las noches mediante las rejas-puerta abatibles, que funcionan como la puerta-reja principal. Toda la zona intervenida (especialmente el atrio de la Catedral y el “Jardín Hidalgo”) recibió un tratamiento de “Arquitectura del Paisaje” y están hoy día convertidos en un vergel. En el atrio retiraron el acabado de piedra negra de los arriates de los árboles para sustituirlo por aplanados de cemento pulido pintados de color rojo óxido con blanco, restituyéndolos así a su forma y apariencia original, lo cual le da un toque de nostalgia al atrio. 

Franja del atrio, junto a la fachada de la Catedral. Estado actual para 2023.


La “Casa de Cultura” fue modificada. Las oficinas administrativas que se ubicaban al norte del predio fueron reubicadas al sur para implementar en las áreas liberadas las salas de conciertos y exposiciones, mismas que ahora cuentan con gigantescos ventanales, de muro a muro y de piso a techo, a todo lo largo de la fachada norte y, parcialmente, de la sur, lo que permiten integrar a dichos espacios con la naturaleza del atrio y el jardín posterior ubicado al oriente. Asimismo, ahora se cuenta con una cafetería que funciona en la terraza posterior (planta alta), que anteriormente solo funcionaba como vestíbulo externo para acceder a una escalera que llega a planta baja. 

Patio principal de la Casa de Cultura. Estado actual para 2023.


La adecuación urbana de la zona fue realizada con un criterio de ampliación horizontal, liberación e integración de los espacios abiertos; a la inversa del criterio que se tiene en muchas otras zonas de la ciudad en las cuales los usos del suelo van reciclándose para permitir una mayor densidad demográfica “toda vez que la infraestructura de la ciudad está subutilizada”.

No omito mencionar que las autoridades publicaron en la Gaceta Oficial de la CDMX unos lineamientos para normar la Imagen Urbana de la zona intervenida, con lo que, entre otras cosas, la uniformidad de las fachadas (aplanado y color), los toldos color verde y los letreros comerciales cuyas letras están fabricadas en metal dorado, se ven muy agradables.

Los propietarios de los inmuebles ubicados en el perímetro de las áreas verdes ya están empezando a modificar sus últimos niveles y azoteas para crear terrazas comerciales “con vista verde”, a fin de atraer más clientela.

Dicha adecuación urbana brinda plusvalía inmobiliaria a la zona, y plusvalía emocional a la población fija y flotante, así como a los transeúntes.

La cereza en el pastel fue el gigantesco árbol de navidad natural, con una decoración excelsa, música navideña de “Las Ardillitas”, de Lalo Guerrero, lo que gustó mucho a los niños y sus papás, y avivó los recuerdos de los adultos mayores. La iluminación del árbol entibia las frías noches de invierno, invitando a los transeúntes a sentarse a beber un café caliente.

Después de mi recorrido por la zona, me senté en un restaurante ubicado en el Jardín Hidalgo, enfrente de una “área verde de contemplación” y al lado de un espejo de agua. Pedí un café y empecé a cavilar acerca de todos los problemas que se tuvieron que resolver para llevar a cabo dicha obra, pues, en mi opinión, la zona está clasificada, de diferentes maneras por INAH, INBAL, SEDUVI (Sitios Patrimoniales), Bienes Patrimoniales, etc. Poco a poco me fui aislando mentalmente…

 

A eso de las 8:00 horas de la mañana, el ruido del motor de una camioneta pick up y el sonido escandaloso de un altavoz que reproducía la siguiente grabación, “Se compran colchones, estufas, refrigeradores…todo lo que tengan…”, me despertó abruptamente; abrí los ojos y moví el brazo izquierdo de forma descuidada golpeando con él una botella de licor semivacía que estaba en la cubierta de mi buró, la cual cayó produciendo gran estrépito al estrellarse contra el piso, haciéndose añicos. Pensé…todo fue un sueño provocado por el licor y los recuerdos que la temporada invernal trae a mi mente. Al consultar el calendario en mi celular me di cuenta que la fecha real indicaba… 01 de diciembre de 2023…¡primer viernes de diciembre de 2023!

Efectivamente, se trató de un sueño, pero…

¡Qué bonito sueño!

 

 

Elaboró:

Adrián González Cabrera.

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