"LA GUADALUPANA"
"LA GUADALUPANA"
Por Raquel Rodríguez Sandoval
Imagen de la Virgen de Guadalupe en la Parroquia de San Juan Bautista Tlilhuaca Azcapotzalco
"LA GUADALUPANA"
Desde el cielo una hermosa mañana, desde el cielo una hermosa mañana
La Guadalupana, la Guadalupana, la Guadalupana bajó al
Tepeyac (bis)
Suplicante juntaba sus manos, suplicante juntaba sus manos.
Y eran mexicanos, y eran mexicanos, y eran mexicanos su
porte y su faz (bis)
Su llegada llenó de alegría, su llegada llenó de alegría
de luz y armonía, de luz y armonía, de luz y armonía todo el
Anáhuac (bis)
Junto al monte pasaba Juan Diego, junto al monte pasaba Juan
Diego,
Y acercose luego, y acercose luego, y acercose luego al oír
cantar (bis)
A Juan Dieguito la Virgen le dijo, a Juan Dieguito la Virgen
le dijo,
este cerro elijo, este cerro elijo, este cerro elijo para
hacer mi altar (bis)
Y en la tilma entre rosas pintadas, y en la tilma entre
rosas pintadas
Su imagen amada, su imagen amada, su imagen amada se dignó dejar
(bis)
Desde entonces para el mexicano, desde entonces par el
mexicano
ser Guadalupano, ser Guadalupano, ser Guadalupano es algo
esencial
Deseo compartir con usted amable lector una información que considero interesante y apropiada para estas fechas, la investigación perfectamente argumentada de Gerardo Pérez Silva.
EL AUTOR DE "LA GUADALUPANA"
¿Quién no ha escuchado esta canción que se ha hecho tan popular para estos días de festividades guadalupanas? Es más ¿quiénes no la han cantado?
Otra nota aunque más breve titulada “Letra de ‘La Guadalupana´, el bello canto de la Virgen de Guadalupe”, se publicó en la página de “Desde la fe” el pasado 24 de noviembre.
Para acceder a ambas notas también puede consultarse la página de Facebook de “Desde la fe”.
Pues bien, en ambos textos se afirma que los autores del canto “La Guadalupana” fueron dos personajes: Manuel Esperón y Ernesto Cortázar, “quienes trabajaron juntos en la época del cine nacional y escribieron conocidas canciones y partituras para importantes películas”.
No sé en qué se fundamentan quienes afirman lo dicho en ambas notas, atribuyéndoles a ambos personajes la autoría del canto “La Guadalupana”.
Cuando leí la primera nota confieso que me causó mucha sorpresa lo que allí se afirmaba. Pues sabía que el autor del canto “La Guadalupana” es el sacerdote jesuita Saturnino Junquera. Aparece la segunda nota hace apenas unos días y ya no aplacé más mi deseo de escribir un breve apunte bio-bibliográfico, con el cual pudiera demostrar la verdadera autoría de este himno o canto popular.
¿En qué me fundamento para decir que fue el padre Saturnino Junquera S.J. el verdadero autor de “La Guadalupana”?
Dos connotados sacerdotes así lo afirman:
-El primero el padre Lauro López Beltrán en su “Cancionero
Guadalupano” (Editorial Juan Diego, Cuernavaca-México, 1954, p. 30).
-El segundo Mons. Joaquín Antonio Peñalosa en su magnífica
obra titulada “Flor y canto de Poesía Guadalupana”, Vol. 4: siglo XX (Editorial
Jus, México, 1984, p. 190).
Quienes conocen la obra tanto del padre Lauro como de
Monseñor Peñalosa, sabrán que fueron ameritados investigadores sobre el
acontecimiento guadalupano y por tanto autoridades en la materia.
Más reciente, al padre Saturnino Junquera se le reconoce su
autoría en la obra “Arca de Guadalupe. Cinco siglos de inspiración”, del
maestro Adolfo Castañón [prólogo y cosecha] (Editorial Jus, México, 2007, pp.
272-273).
¿QUIÉN FUE EL PADRE SATURNINO JUNQUERA S.J.?
Saturnino Junquera Pedrosa nació en Castromocho (en la provincia de Palencia, España) el 30 de octubre de 1910. Ingresó a la Compañía de Jesús y fue ordenado sacerdote en 1941. Murió el 24 de julio de 1991.[1]
De 1947 a 1954 este sacerdote jesuita y misionero estuvo en
México.[2]
Durante su estancia en nuestro país acompañó la labor
pastoral con los obreros y trabajadores integrados a la “Asociación Nacional de
Trabajadores Guadalupanos” también conocida como “Asociación Nacional
Guadalupana de Trabajadores Mexicanos”, siendo director espiritual de dicha
organización en dos ocasiones (septiembre 1947 a agosto 1949 / 27 de septiembre
de 1952 a septiembre de 1953).[3]
Esta organización tuvo un boletín que se llamaba “El
Trabajador Guadalupano”, el cual comenzó a publicarse en enero de 1947. En las
páginas de este boletín aparecía una sección titulada “Verdades y Consejos” con
breves textos del padre Junquera.
El padre Junquera también fue autor de varios libros
devocionales, de enseñanza moral y sacramental. Por ejemplo: “Auxilio a los
Enfermos y Moribundos” (Buena Prensa, México, 1959, 3ª ed.). El “Catálogo” no.
15 de la Editorial “Buena Prensa” de la Compañía de Jesús (1956), además del
pequeño libro referido registra otras 6 obras del mismo autor.
Para su labor pastoral con obreros y trabajadores -hoy diríamos, para su labor en la Pastoral Laboral o del Trabajo-, el padre Junquera compuso un interesante “Devocionario del Trabajador Guadalupano” (Buena Prensa, 1948).
Durante su estancia en México también estuvo cerca de las
“Congregaciones Marianas”, participando por ejemplo en el “Tercer Congreso
Nacional de las Congregaciones Marianas”, realizado en la Ciudad de México del
6 al 9 de septiembre de 1952. Le tocó pronunciar el sermón en la Misa Pontifical
celebrada el lunes 8, presidida por Don Luis Ma. Martínez, Arzobispo de
México.[4]
"LA GUADALUPANA" O "HIMNO A LA GUADALUPANA"
En el manual titulado “La Virgen de Guadalupe. Madre de los Mexicanos y Reina del Trabajo” (Editorial Spes, México, 1951), de la “Asociación Nacional Guadalupana de Trabajadores Mexicanos”, aparece en el capítulo IV. “CANCIONES POPULARES GUADALUPANAS” la letra y notas del “Himno a la Guadalupana”, es decir, el referido canto conocido también como “La Guadalupana”, con el nombre del autor: “R. P. SATURNINO JUNQUERA S.J. Director Espiritual de la ASOCIACIÓN NACIONAL GUADALUPANA DE TRABAJADORES MEXICANOS” (pp. 127-129).
Monseñor Peñalosa en su referida obra afirma que: “La
métrica del Himno lleva rima interna y alternancia de versos decasílabos y
dodecasílabos. En cuanto a la música, según Junquera confesó al jesuita
mexicano, historiador Manuel Ignacio Pérez Alonso –quien a su vez me lo
comunicó bondadosamente-, se trata de un arreglo del propio Junquera a una
composición española” (p. 300).
Gracias a Roberto Velázquez Olivares en su obra que cito en
las notas que agrego a este breve apunte, sabemos que en julio de 1949: “Se
estrena por primera vez el HIMNO GUADALUPANO, compuesto por el R. P. Saturnino
Junquera, director espiritual de la asociación” (p. 25).