DESPUÉS DEL BAILE, CAMINO A SU CASA, SE LE PRESENTÓ ALGO PARANORMAL
DESPUÉS DEL BAILE, CAMINO A SU CASA SE LE PRESENTÓ ALGO PARANORMAL
Por Joel Luna Mendoza
Un personaje
relevante de San Miguel Amantla, Azcapotzalco, fue el señor Ernesto Ramírez Romero,
destacó por la simpatía que le tenían los pobladores de dicho lugar, pues él se
preocupó por el bienestar, la educación, los servicios y el rescate de los orígenes
de los Amantlecas.
FUENTEde la imagen: https://milmesetas.mx/semillas/la-llorona/
Sabiendo de su
importancia buscamos un poco de sus datos biográficos, sabíamos que el nombre
actual de la biblioteca que está en la Casa de Cronistas Carlos Monsiváis lleva
su nombre. Para lo anterior acudimos a la casa de su hijo, el señor Fidel
Elizalde Ramírez que amablemente en la entrevista nos proporcionó amplia información
de la vida y obra de su padre, el señor Fidel es muy aficionado a la música
hasta el grado de ser el dueño del sonido Alexis de Azcapotzalco que ha
amenizado fiestas y celebraciones por varias partes de la ciudad y algunos
estados de la república.
Por esta afición, que al parecer ya la trae de herencia, nos comentó de la afición que tuvo su padre por el baile del danzón cuando era joven y, por ello frecuentaba los salones de baile, además, era tanta su habilidad que para bailar lo hacía sobre un ladrillo el popular ritmo
Lo que el señor Fidel nos comentó se remitía a los años 30s - 40’s del siglo pasado cuando tuvo auge el danzón, El Salón México y de orquestas como la de Acerina y su danzonera y la de Carlos Campos.
En esos años el
Distrito Federal, como ciudad capital estaba urbanizada hacia el centro
histórico y también hacia el centro de las entonces delegaciones, no así en la
periferia en la que se encontraban los pueblos, barrios y colonias y ese era el
caso de San Miguel Amantla en Azcapotzalco, había mucho lotes baldíos, parcelas
de siembra, calles sin pavimentación y sin banquetas, poco drenaje y sin
tubería de agua potable y en cuanto al alumbrado público, este era muy
deficiente, se tenían postes con un foco de luz incandescente que alumbraba un
perímetro de diez metros a la redonda, pero después de esa área comenzaba la
penumbra y le seguía una gran obscuridad y eso se volvía a repetir hasta el
siguiente poste que estaba como a 50 metros de distancia.
Cuenta el señor Fidel
que en una de las tantas ocasiones en que su papá asistió a bailar al famoso
Salón México, estuvo tan tarde que no encontró ningún tipo de transporte para
regresar a su casa y se le hizo fácil regresar a pie, ya en Azcapotzalco se
encontró por donde hoy está el WalMart de metro Refinería, que antes era la
fábrica de cigarros El Águila, en la madrugada todo era soledad y obscuridad,
se encontraba cerca del panteón de Santa Cruz Acayucan cuando vio a una mujer
vestida de negro y con un velo en su rostro que le dijo: ‘’Ernesto dame tu
mano’’ y el no contestó al llamado, pero volvió a insistir y le dijo: ‘’Ernesto
dame tu mano’’ y él reaccionando le dijo, “te la doy pero acá en la luz” y
camino hacia el poste más cercano, ella lo siguió pero noto que ella no
caminaba, sino iba suspendida en el aire, levitaba y cuando se acercaron a la
luz, ella pegó un grito fuerte y desgarrador y se fue, y él se dio cuenta de
que era la llorona y desde entonces dejo de asistir a los salones de baile,
pero lo bailado ya ni los espantos, ni la llorona se lo quitaron.