EL DERECHO DE VIVIR EN PAZ

♫ EL DERECHO DE VIVIR EN PAZ ♫

Dr. Antonio Salcedo Flores

Profesor Investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana

  

En el México de 1980 sonaba fuerte el disco de acetato titulado Víctor Jara. Siete años antes, ese canta autor había sido una víctima más de detención arbitraria, tortura y ejecución extra judicial a manos de las fuerzas armadas chilenas. Tres días antes de la detención de Jara, la Junta Militar había derrocado al Gobierno Constitucional del Presidente Salvador Allende. El golpe de estado, las detenciones arbitrarias, las torturas, las desapariciones forzadas, la represión, las persecuciones y demás actos violatorios de la democracia y de los derechos humanos, los llevaron a cabo los militares chilenos por órdenes del Gobierno de los Estados Unidos, quien actuaba a través de su Agencia Central de Inteligencia (CIA).

       Ese acetato fue mi regalo de Navidad aquel año, cursaba yo los estudios de Licenciatura en Derecho en la UAM de Azcapotzalco, institución que acogió a algunos de los intelectuales que huían de las dictaduras militares sudamericanas, puestas en el poder por los Estados Unidos. Recuerdo afectuosamente a los chilenos Luis Marcó Del Pont y Raúl Brañes; así como a los argentinos Zulita Fellini, Gustavo Cosacov, Esteban Riggi, Graciela Bensunsán, Elsa Roque Fourcade y Rafael Pérez Miranda, los dos últimos siguen con nosotros en Azcapotzalco.

       El disco contiene diez canciones, todas interpretadas por Víctor Jara, con el acompañamiento musical del grupo Inti-Illimani y del guitarrista Patricio Castillo. Las melodías, directa o indirectamente, denuncian las injustas condiciones en que vivían los pueblos latinoamericanos en la segunda mitad del siglo XX. Seis de las piezas las compuso Jara, las otras cuatro son de autoría anónima. Entre estas últimas hay un corrido de la Revolución Mexicana sobre Francisco Villa, que el cantor de la nueva trova chilena decidió incluir personalmente.

Víctor Jara, portada de Discos Pueblo, D.P. 1030,

México, 1977.

 

       Pablo Neruda, Víctor Jara, Littré Quiroga, Eduardo Paredes y muchas personas más fueron asesinadas por los militares en los primeros días del golpe. Al poeta lo envenenaron en el hospital en que convalecía, desde donde hacía gestiones para asilarse en México. A Jara lo detuvieron, junto con otros profesores y estudiantes, en la Universidad Técnica del Estado, de allí lo llevaron al Estadio Chile, al que habían convertido en campo de concentración. Después de torturarlo con lujo de saña, resentimiento, odio y hasta temor ante él, lo asesinaron; su cadáver, junto con los de Littré Quiroga, Director de Gendarmería y Eduardo Paredes, Director de la Policía de Investigaciones, también leales a Salvador Allende, lo arrojaron en las inmediaciones del Cementerio Metropolitano, donde estuvo registrado como “NN” (Ningún Nombre), hasta que su esposa lo reconoció.

       El trato que recibió el compositor andino hace suponer, motivadamente, que sus verdugos cumplían la orden que les mandaba darle un “tratamiento especial”, quizá porque, desde el Cono Sur de América, colaboraba para derrotar al Ejército, la Marina y la Fuerza Aérea de Estados Unidos, que habían invadido Vietnam, en Indochina. ¿Cómo podía ser? Componiendo y cantando El Derecho de Vivir en Paz, composición con la que, desde el año 1971, Jara solicitaba a la Comunidad Internacional su ayuda para hacer cesar las atrocidades que se estaban cometiendo en contra del pueblo vietnamita, a quien, asimismo, le pedía que resistiera.

Postal adquirida en el Museo Memoria y Derechos Humanos.

Archivo Larrea, diseño de Vicente y Antonio Larrea y Luis Albornoz.

Santiago de Chile, noviembre de 2023.


       La canción era entonada en los mítines de protesta contra el intervencionismo estadounidense, así como en Vietnam del Norte, donde los combatientes vietnamitas, inspirados por Jara y por el poeta independentista, Ho Chi Mihn, recuperaron el aliento, redoblaron la resistencia y, finalmente, después de veinte años de lucha encarnizada, derrotaron a las fuerzas armadas yanquis.

Ho Chi Minh con las “flores” vietnamitas

(Internet)

       La composición musical de Jara contribuyó a que las tropas estadounidenses se retiraran de Vietnam en 1975. El napalm a que se refiere en su canto, sería captado un año después en la también icónica fotografía de “La niñez del napalm”, que mostró la imagen del agente químico naranja, de ese gel pegajoso, quemante, enceguecedor, asfixiante e incendiario.

La niñez del napalm.

Fotografía tomada por Huynh Cong Ut

 

La canción El Derecho de Vivir en Paz ♫, la pueden escuchar si le dan click a:

https://youtu.be/rbsSa3b5eo8?si=MVv5wToOUHkyiUzA

 


El estadio donde murió Víctor Jara hoy lleva su nombre.

Los militares que torturaron y asesinaron a Víctor Jara recibieron visa de residencia del Gobierno de Estados Unidos. Uno de ellos fue deportado a Chile en noviembre de 2023, para que responda por sus actos.

 

Azcapotzalco, febrero de 2024.

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