METRO ESTACIÓN PAJARITOS

METRO ESTACIÓN PAJARITOS

Por Martín Borboa Gómez

 

Hubo una divertida y memorable fiesta de cumpleaños de Faty Kim Mingi, con temática del Sistema de Transporte Colectivo Metro. Los invitados fueron convocados a asistir disfrazados de emblemas de estaciones del Metro.

Hubo, quien eligió vestirse de la estación Puerto Aéreo (la festejada),  Buenavista (la mamá de la festejada), Universidad, Deportivo 18 de marzo, Zócalo-Tenochtítlan, Tezonco, Garibaldi (dos personas coincidieron con esta estación, y uno ganó el nombre de "Niño Garibaldi"), Doctores, Potrero, Basílica, Mixcoac, Balbuena, Rosario, Normal, Politécnico, Chilpancingo, Colegio Militar, Jamaica, Lázaro Cárdenas, Doctores, San Pedro de los Pinos, Camarones, Viveros, entre otras.

Fue muy divertido. Hubo incluso concurso de disfraces, con bonitos premios. Y los anfitriones, todos muy atentos, sonrientes, haciendo sentir a los invitados en su propia casa, de lo mejor.

Fue taquiza, hubo dulces para aventar y regalar, y ricos postres.

Entre la taquiza y los postres, durante una esmerada ronda de pelón pelo rico, uno tras otro, y acogidos por una excelente familia, cálida, divertida, alegre, una festejada creativa, compartida, que estaba disfrutando bastante su fiesta, y todos con ella, un grupo de cuatro personas, decidimos escribir un breve cuento a cuatro manos, en lo que nos llegaba el turno de cambiar los pelón pelo rico por rebanadas de (aun más rico) pastel.

Así que este cuento fue escrito en San Juan Tlilhuaca, Azcapotzalco, al calor de una hermosa fiesta de cumpleaños, de una linda e inteligente festejada, cuya fiesta se inspiró en el Metro (la invitación física tenía aspecto de boleto de Metro, de esos que ya no habrá), y de donde todos salimos muy contentos, varias, varias horas después.

Más abajo viene el texto del cuento.

La festejada no sabe que lo escribimos, se enterará cuando lea este artículo. Por haber sido escrito en su fiesta de cumpleaños 14 y en su casa, el cuento está dedicado a ella, como regalo en Día de la Niñez.

Uno de los cuatro autores, que además eligió el título del cuento, David, tiene 8 años, estuvo muy contento en la fiesta. Le gusta mucho el tema del Metro y ese transporte en sí, colecciona algunas cosas del tema, y la fiesta fue también un evento muy significativo para él. 

La muy original invitación a la fiesta fue diseñada por la festejada, quien es muy creativa y le encanta dibujar. Es una muy querida autora de esta revista, incluso la madrina podría decir, pues de ella es el primer texto que se publicó en "Escribosfera" hace poco más de un año. Un motivo más para el cariño, admiración y agradecimiento que te tengo Faty. 

El mencionado coleccionista de cosas del Metro ya tiene esta invitación incluida en su personal "Museo del Metro".


Estoy muy contento de haber pasado una tarde y noche tan tan divertido,  tan cómodo, tan en confianza, tan alegre, y que estas dos personas menores de edad, Faty y David, hayan influido tanto en mí. Ella ideando el tema de su fiesta y celebrándola con tanta calidez y diversión, y él con su meticuloso estudio, análisis y proyectos acerca del Metro. Ha establecido ya varias -nuevas- líneas del Metro con sus estaciones a partir de su criterio, imaginación y gusto.

Después de esa fiesta, e inspirado por estas dos personas que he mencionado y que me han enseñado mucha positividad y de la magia de la infancia, fui a recorrer algunas estaciones del Metro, y además conocí el Museo del Metro y el Museo del Radio, que están dentro de instalaciones de ese transporte.

La cosecha de beneficios por la influencia de ambos, continúa.

Por eso, en este Día de la Niñez, Faty, David, muchas gracias por su constructiva influencia, su calidez, su iniciativa, y su amistad.

Les deseo muchas felicidades, alegrías, y un excelente futuro.

 


METRO ESTACIÓN PAJARITOS

Por Angélica, Cristina, David, Martín.

- Para Faty Kim Mingi-


Había una vez una estación de Metro que estaba en la Línea 1, que atravesaba un inmenso lago con vista a la pirámide. Pasaba bajo un puente muy bonito, y saliendo de él, había muchas flores muy bonitas.




Se rumoraba que desde el puente se observaba un dinosaurio, y también una parvada de pájaros todos los días.

El puente era en realidad un arco iris enano, y adivinen que aparecía…

El dinosaurio observando el Metro por las tardes.

Ese dinosaurio, una vez quiso aprovechar para que, en la ocasión oportuna, el metro se detuvo frente al dinosaurio, y pintó el Metro con dinosaurios.

Pintó tiranosaurios, pterodáctilos, saurolophus, etc.

Toda la gente al ver así pintado el Metro se asustaba, pero aun así se subía.

Lo que la gente no sabía es que el dinosaurio soñaba despierto con ser conductor, pero no podía porque era demasiado grande.

Un día se le ocurrió hacer un Metro para él mismo. Y finalmente un 6 de noviembre, terminó su gigantesca obra.

Y si pudo ocupar su propio Metro.

De repente, una persona le gritó: “¿Me puedo subir al Metro?”. Pero el dinosaurio no vio a nadie. No podía verlo porque el Metro estaba muy alto, tenía unas llantas enormes, y también los vagones eran muy altos.

Por fin un día, el dinosaurio vio a un humano muy pequeño en el andén, el dinosaurio se detuvo, y el humano y otras personas pudieron subir.

Pero nuevamente se escuchó que una vocecita gritaba: “¿Puedo subir?”

El dinosaurio sacó una lupa y pudo ver lo que era… ¡Era un mago!

Y el mago le preguntó si podía convertir a todos sus pasajeros en dinosaurios, para que no estuviera tan solito.

El saurio conductor aceptó gustoso, y el mago hizo la proeza.

Ahora todos eran ya dinosaurios, todos son buenos amigos, y desde entonces van a nadar muy seguido al lago.


  

(Imágenes: la primera Martín Borboa Gómez, la segunda Raquel Rodríguez Sandoval, y el resto Cristina Flores Medrano)

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