ROSSINI, KIMOSABI

ROSSINI, KIMOSABI

Por Martín Borboa Gómez


Gioachino Rossini, costeño, nacido en lo que hoy es Italia, en ese extraño día bisiesto que es el 29 de febrero, entre otras, hizo la música de una obra operística especial.

La obra trata de una historia tradicional de la independencia suiza, acerca de Gullermo Tell.

Mucho tiempo después, alguien en Estados Unidos, utilizó la obertura de dicha ópera, para musicalizar la entrada de una serie televisiva estilo viejo oeste, ambientada en Texas, antiguo territorio mexicano.

La televisión en nuestro país difundió esa serie.

Un valiente y solitario justiciero, enmascarado, a caballo, hacía cumplir la ley, o al menos intentaba que la justicia triunfara. Un tal Kimosabi, el único, el original.

Su más fiel compañero, su caballo Silver o Plata, y su más fiel colaborador, Toro.

La música del inicio, llena de energía, rítmo trepidante, fantástica melodía, de lo más pegajoso y estimulante.

Un gozo identificar el sonido de cada instrumento, el momento en que cada uno entra en acción con toda su fuerza y esplendor.

Nada de timidez, susurros ni insinuaciones.

Todo nítido, claro y fuerte. Incluso por instántes estruendoso. A dormir a otra parte. Aquí se derrocha energía envolvente, no hay forma de adivinar cómo puede terminar ese huracán sonoro.

Una obra maestra que no requiere explicación. Basta con que siga sonando.

Rossini no habrá imaginado el alcance de penetración de esta obra (estrenada en 1829, hace casi 100 años), y menos que con ella se miraran las llanuras y montañas texanas, mientras un jinete enmascarado angloparlante apunta su revólver y dispara. 

Pero muchos, desde chiquitos, conocímos su creación. Música clásica voluntariamente impreganda en la memoria de millones.

¡A cabalgar con Rossini, a hacer justicia con el Llanero solitario, y a disfrutar del arte que no requiere explicaciones!

 

¡Hi yo Silver!


Para recordar, escuchar, admirar la ejecución, y la entrada de cada instrumento, DAR CLIC AQUÍ.

4 minutos profundamente emocionantes.

En la ciudad natal de Rossini, Pesaro, está el -> Museo Nacional Rossini.



(Imagen de internet)

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