CORAZÓNICA 2: AMOR ENTRE LIBROS Y CULTURA
CORAZÓNICA 2: AMOR ENTRE LIBROS Y CULTURA
Vickynela
Aún en pandemia y gracias a dos queridos amigos, Gustavo y Ana, volví a descubrir, un pequeño y gran lugar lleno de historia y cultura. Diría que escondido pero muy visible.
Ahí había un taller de relatos y crónica, dónde mis amigos me invitaron y fui. Con depresión, ataques de ansiedad, con la reserva de la COVID y de como nos recibirían y de que se trataba, mi amiga y yo llegamos. Fue buena decisión asistir y seguir haciéndolo a pesar de algunas dificultades personales.
Me
sirvió como apoyo emocional, de aprendizaje cultural, gracias a ese taller pude cumplir ilusiones con respecto a
escribir, me hice de amigos y bellas sorpresas pasaron en mí vida.
Lo primero que
recuerdo es el olor a café y galletitas que había en la mesa y que nos
compartieron con pláticas muy interesantes.
Esa
pequeña pero valiosa biblioteca Fray Bartolomé de las Casas, en la alcaldía
Azcapotzalco, además de ser una joya, se volvió especial para muchos del taller,
“Relatos de Azcapotzalco”.
Conocer
gente que sabe tanto, que tiene vivencias tan interesantes y que compartieran
todo eso con el grupo que se formó, así como dejarnos expresar, opinar,
preguntar y aprender es invaluable.
En
este lugar tan apacible conocí a
personas con las que hice amistad, descubrí en las que ya conocía cosas
que me hicieron valorarlas más. Y auto descubrí también cosas que me gustaron.
Tuve la oportunidad
de invitar a una plática al fundador del Museo del Cine Mexicano, Francisco Javier Maciel Flores, entonces aproveche para invitar
también a un compañero querido de otro taller de artesanías que tomo en un
lugar distinto, extendí la invitación a su hijo mayor, dado que le gustan
también todo
lo relacionado a cultura, libros y a escribir.
Ese día llegaron, su papá nos presentó, estuvieron muy atentos a la plática, luego de ahí nos fuimos a compartir opiniones al restaurante Nevado muy cerca de la a biblioteca.
El
chico tenía mucho conocimiento además de interés en temas que me gustan. Es difícil
encontrar a alguien así.
Lo invite a otra
sesión con la duda si querría asistir, ese día se presentó la Maestra Amalia
Elorduy, nieta de Don Aquiles Elorduy. Personajes importantes para
Azcapotzalco.
Creí
que el chico me había dejado plantada, pero sí llegó y no entendí el por qué me
dió emoción verlo. Terminado el taller, lo invité a la reinauguración de los
museos del Tezozomoc y acepto, fue como una primera y cultural cita. Ahí
conocimos más el uno del otro.
Cuando
puede sigue acompañándome al taller, se involucra en cada sesión y me inspira
para escribir e investigar.
La
verdad jamás pensé que en una biblioteca conocería al que hoy, no solo es mi
amigo si no mi pareja, cada vez que pasamos por la calle Morelos frente a la
biblioteca nos recordamos como inició todo.
Nos
conocimos por el interés a la cultura, la atracción surgió por el gusto a los
libros y el amor comenzó, ahí, por esa linda biblioteca antigua.
El amor se puede encontrar en todos lados, hasta en pandemia, yo lo encontré en amigos, en vivencias, en momentos, en relatos, al escribir, en mi misma y en un romántico amor, todo lo encontré entre libros y cultura.