LOCOMOTORAS DE MI CORAZÓN
LOCOMOTORAS DE MI CORAZÓN
Vickynela
AZCAPOTZALCOGRAFÍA.
Mi mamá, mi amiga Ana y yo llegamos a las diez de la mañana
al metro San Joaquín, era mucha la gente que nos acompañamos en el camino hacia
las vías de ferrocarril Cuernavaca y avenida San Joaquín, todos íbamos con la emoción de ver a “La
Emperatriz”, la locomotora también llamada
“El Expreso Polar” que llegó a México procedente de Canadá.
En el camino la gente se tomaba fotos con Ferrocarrileros.
Niños así como adultos portaban atuendos parecidos a sus
uniformes: pantalón peto, yompa de mezclilla, gorra azul y paliacate, qué por
cierto se comenzó a usar con la aparición de su sindicato.
Pasadas las dos y media pudimos entrar a verla de cerca,
¡buena suerte!, pues solo estaría de doce a dos de la tarde exhibida (dos
horas).
En cuanto pasamos cerraron el paso, la cantidad de gente en
la fila y que se fue formando era
inmensa, pero no solo pudimos pasar, también estuvimos en su partida de
regreso a su país, en su primer y último viaje, atravesando tres países y tras más
de noventa años de servicio.
La gente cerró la avenida San Joaquín y calles a lo largo de las vías donde pasaría de regreso, el puente vehicular también estaba lleno.
Los maquinistas se veían contentos e interactuaban con la
gente que cantaba, “cielito lindo”, “las golondrinas” y gritaban ¡Vivas,
porras! y frases de emoción: “¡Viva la emperatriz, Viva México, Viva Canadá!”.
O como mi mamá que les decía: “¡adiós qué lleguen con
bien!”.
Para varios fue emotivo y con lágrimas expresaba
agradecimiento por su visita.
Así también les deseaba “Dios les de buen camino, adiós
Emperatriz” y hasta lo poliglota salió: “Je vous remercie d'être venubon, bon
voyage, Au revoir, goobye, Dieu vous bénisse, I hope you have a safe trip back
to Canada”.
Un hombre grande de edad dijo: “¡Creo que esta es la última
vez que mis ojos ven algo tan hermoso!”, otro hombre dijo; “Adiós, hoy se que
viniste por el alma de mi padre que fue maquinista, adiós papá, adiós
emperatriz!”.
Entre otras emotivas expresiones.
Fue increíble ver los sentimientos y emociones de muchas
personas, los niños pidiendo a sus papás qué les compraran un tren de juguete o
llevando uno entre sus manos y los llevarán a pasear en uno así.
Padres platicando a sus hijos y nietos sobre sus viajes en tren y algunos sobre cuando trabajaban en Ferrocarriles.
Mi mamá platicó la primera vez que fue con mi padre a
Oaxaca, el maquinista se equivocó y se dirigió hacia Veracruz, se dieron
cuenta, cuándo vieron el Pico de Orizaba, les dieron un tiempo para bajarse,
mis padres encontraron una cabañita muy pobre donde una pareja les vendió
tortillas hechas a mano, conejo asado y una salsa martajada.
Recordó que un día a mi abuelos casi los mata un tren, pues
el aire que hacía al correr los jalaba hacia las vías, mi abuela embarazada
cayó y mi abuelo se encimó para hacer peso y salvarla, mi abuela perdió a su
bebito.
Mis abuelos, tíos y madre viajaban mucho en tren desde la
estación en Santiago Etla, y luego de la estación del Centro de Oaxaca a la
ciudad de México, me dice que se llenaba cuando venían con la peregrinación a
la Basílica.
Cuando ya me tocó a mí cada que íbamos para Oaxaca, mi tía
Lupe ya estaba esperándonos con mucho cariño en esa estación. Me encantaba ver los paisajes y oír los sonidos
del tren. Mi padre lo veía pasar cerca de su pueblo y llegó con su familia a la
ciudad desde Hidalgo a una nueva vida, su madre lo usó cuando perteneció a
parte de la tropa en la Revolución.
El señor Miguel González me plática que vivía a un lado de
la estación de tren de la Villa, veía subir y bajar peregrinos, y cuando era
niño se iba a jugar con sus amiguitos entre las vías y trenes, se subía a los
techos de estos a caminar.
Esa locomotora Emperatriz que visitó México en este año 2024, vino a remover muchos recuerdos, reunió público en puentes, calles, azoteas, qué se llenaron de quienes querían admirarla, autos y camiones se detenían a su paso para poder apreciarla.
Esta belleza fue construida en diciembre de 1930, por
Montreal Locomotive Works, daba servicio de carga y de pasajeros. En 1999
cambió de carbón a petróleo, es subclase H-1-b que sobrevive.
Es la “embajadora itinerante a vapor” de la compañía
ferroviaria Canadian Pacific en Canadá y Estados Unidos.
“La Emperatriz” es un nombre tradición de la compañía, tanto
sus barcos y aviones de su flota tenían títulos así. Puedo estar segura que
mucha gente, al igual que yo, se imaginaba mientras la veíamos, que se habrá
sentido viajar en un tren así.
Los sonidos de la campana y el silbato te remiten al pasado y ponen en marcha la imaginación. Así se despidió La Emperatriz.
Y es que en México, en el siglo XIX, inició la construcción de líneas ferroviaria.
Benito Juárez impulsó y lo terminó Lerdo de Tejada, siendo
el primero, el ferrocarril de la Ciudad de México a Veracruz y en el Porfiriato
creció y se consolidó como vía de comunicación.
Irreemplazable en la Revolución Mexicana como trasporte y
servicio de suministros y tropa. Lázaro Cárdenas lo expropió como Ferrocarriles
Nacionales en 1937 y lo modernizó.
Fue privatizado en 1990 con el presidente Carlos Salinas de
Gortari.
En 1996 Ernesto Zedillo privatizó el sistema ferroviario
mexicano al Grupo Ferroviario Mexicano (Ferromex), Grupo Acerero del Norte
(Peñoles), Medios de Comunicación y Transporte de Tijuana, Grupo Triturados
Basálticos (Tribasa) y a Transportación Ferroviaria Mexicana (TFM) socio
estadounidense de Kansas City Southern Industrias.
Ahora con el presidente Andrés Manuel López Obrador tenemos
la oportunidad de viajar en el “Tren maya” con la idea de construir.
Se planea construir el Tren México-Veracruz-Coatzacoalcos, Tren Interurbano AIFA-Pachuca, Tren México-Querétaro-León-Aguascalientes, Tren Manzanillo-Colima-Guadalajara-Irapuato, México-San Luis Potosí-Monterrey-Nuevo Laredo, México-Querétaro-Guadalajara-Tepic-Mazatlán-Nogales, Aguascalientes-Chihuahua-Ciudad Juárez en un futuro cercano.
En la actualidad operan el Ferrocarril Chihuahua-Pacífico
(chepe), Tren Suburbano de la Zona Metropolitana del Valle de México; Tren
Interurbano México-Toluca; Tren Tequila Express y el Tren de la Vía Corta
Tijuana-Tecate.
Tuve la suerte de haber viajado con mis padres y familia en
tren a Oaxaca y a Guadalajara.
Añoro esos días y espero pronto viajar en los que hay en
nuestro país. Decir que la gente no tuvo interés en viajar en tren porque había
trasporte más rápido y por ello lo quitaron ha quedado desmentido.
Aun tengo la oportunidad de oír el silbato del tren pues vivo cerca de Pantaco donde por cierto también tuve la oportunidad de ver a “La Emperatriz” a su paso por Azcapotzalco.