RECUERDOS DE MI VIDA EN AZCAPOTZALCO

RECUERDOS DE MI VIDA EN AZCAPOTZALCO

Por Ruth Vinalay Rodríguez

AZCAPOTZALCOGRAFÍA.

La autora en primer plano (derecha). 
Foto de Martín Borboa Gómez


Soy originaria de la Colonia Trabajadores del hierro, que ahora sé que pertenece al barrio originario de Coltongo.

Ícono de la estación del Metrobús Coltongo. 
Imagen de internet.

Guardo en mi memoria recuerdos inolvidables de mi infancia, como la calzada Vallejo con camellones y árboles, por ahí circulaban los camiones llamados “guajoloteros”.

En esos camellones se ponían las llamadas “peluquerías con paisaje”. Ahí iban las personas a cortarse el cabello a la sombra de un árbol.

También recuerdo los enormes sembradíos de maíz, en la zona hoy denominada Coltongo 24, y que llegaban hasta San Andrés de las Salinas.

Coltongo, en las inmediaciones de la iglesia de Jesús Nazareno era una ciudad perdida, llena de casas de madera y láminas de cartón. A ella llegaba a vivir gente del interior de la República, en busca de mejores oportunidades de vida.

Colindando con Coltongo, está la Colonia Industrial Vallejo, donde había muchas fábricas como Alta Lana, Nabisco Famosa, Sherwin Williams, Condumex, por mencionar algunas.

Casi todos los habitantes de esta zona trabajamos en la Industrial Vallejo.

Foto de internet.


Asistí a la escuela primaria “Trabajadores del Hierro”.

Como dato curioso, pudo decir que a esa escuela asistió mi madre, asistí yo, asistieron mis hijos, y hoy en día, sigue vigente esa escuela.

Como la colonia no es muy grande, no había mercado, por lo que la gente iba a hacer sus compras a la vecina Colonia Pro-Hogar, que tenía sus puestos de madera sobre la calle 12 y Avenida Central.

Así fue, hasta que en 1963, se inauguró el gran mercado Pro-Hogar. A dicho evento asistió el Señor Presidente Adolfo López Mateos.

Imagen de internet.


Que bellos recuerdos. Iba yo al mercado con mi abuelita, llevábamos una canasta de carrizo, para echar en ella mis cazuelitas y jarritos de barro que me compraba, sin faltar también mi paleta de tuna, era una niña muy consentida.

Ya en mi adolescencia asistí a la escuela pre-vocacional No. 6 del Instituto Politécnico Nacional, en Calzada Azcapotzalco - La Villa,  que después pasó a ser la escuela técnica 120.

Tengo muy presentes las celebraciones del Día del Estudiante, en las que nos llevaban grupos que tocaban música de rock de los setentas.

También se hacía un evento de Mini-olimpiadas en el Deportivo Reynosa, donde competían las escuelas secundarias de la zona. Siempre me gustó competir en atletismo.

Hoy día, en mi vejez, vivo en la Unidad El Rosario, pero siempre ando paseando en el centro de Azcapotzalco.

Azcapotzalco es mi vida.

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