RELATOS DE UN TAXISTA

RELATOS DE UN TAXISTA

Por Ana María García Alvarado  


AZCAPOTZALCOGRAFÍA.



 

RELATO No. 1

 

 Ese sábado me invitaron a una fiesta, por la estación Fray Servando de la línea 4 del metro, en Cdmx.

 Para ir, salí tarde de casa y me dirigí a la Calzada Camarones, mientras caminaba pensaba que ruta sería la mejor. 

Un pequeño impulso en mi mano, solicitó la parada de un taxi que venía en la calzada. No sé cómo me vio, sentí que mi mano apenas si se movió. 

Debo aclarar que no me gusta subir sola a un taxi, así que me arme de valor y subí por fin al automóvil, indicando la dirección donde quería ir. 

El señor empezó a platicar, mencionó que le parecía buena la música se oía en la calle que estábamos pasando. Le contesté que era de una fiesta que se llevaba a cabo cerca de la avenida.

Tratando de tranquilizarme le seguí contestando. 

“-¿Qué cree?, vengo de esa fiesta”. -Mentí-

“¿Y por qué se va?, se oye que hay ambiente”, me contestó. 

“Si” -contesté, dudando en seguir platicando. 

- “Es que tiene un rato que empezó y estoy lejos de casa”- seguí mintiendo – “mejor me regreso temprano”.

- “¿Por dónde quiere llegar? ¿Tiene una ruta establecida?” – preguntó-

- “La que crea conveniente, yo vivo cerca del metro Fray Servando, pero hay que pasar un parque que está muy sólo, así que para no llegar tarde mejor tomo un taxi”. (Yo conocía el lugar, por eso puede dar estas referencias).

-“¿Y qué vino hacer tan lejos?”. Preguntó. 

- “Me invitaron a la fiesta”, seguí mintiendo, “son buenos amigos y decidí venir un rato”.

- “¿Y usted dónde vive?” pregunté tratando de cambiar de tema. 

- “Yo soy de Azcapotzalco, no sé si conozca las Trancas, por Tezozómoc”, contestó.

- “Conozco Tezozómoc, pero solamente de pasada”.

- “Yo trabajo en la noche. Me voy a donde me indican”.

- ¿Y no le da miedo trabajar en la noche?” Pregunté. 

- “No, empiezo temprano, bueno no tengo un horario fijo. Procuró tomar viajes lejos y ya más tarde, buscó viajes que me acerquen a Azcapotzalco”.

- “¿Lo han asaltado?”.

- “Si, he tenido varios incidentes.

 Una vez una chica me llevó, a la Gustavo A. Madero, me dijo que la esperará, se metió a una casa y ya no salió. Después de un tiempo toque la puerta, la cual estaba abierta y daba a un terreno baldío, no se veía casas, nada era visible, se fue sin pagarme”.

“¿Y lo han asustado?”

- “Fíjese que si, ya llevo dos grandes sustos. Precisamente a donde vamos, (en ese momento íbamos por Avenida Chapultepec, atrás de Televisa). Era tarde como las cuatro, una pareja me pidió la parada indicándome los llevará a las calles de San Pablo cerca del mercado Sonora.

Cuando subieron yo vi que llevaban a una niña. A lo largo del recorrido que no es lejano, (depende del tráfico), y por el espejo retrovisor pude ver la pareja besándose. Y la niña a su lado, algo que me molestó.

De improvisto, el joven me indicó que parará en la siguiente esquina. Al parar el carro, se bajaron y me pagaron, al darles su cambio les dije que no olvidarán a su hija, el joven se molestó y dijo que ellos subieron solos, azotando la puerta del carro. 

Por el espejo retrovisor busque a la niña y ya no estaba, en el carro. 

Busqué por otros lados y la encontré en la otra cera a punto de abordar otro taxi, con otra pareja. Lo que más me sorprendió fue ver que me decía adiós.

El sonido del claxon de otros carros me volvió a la realidad.

Continué haciendo mi trabajo tratando de entender lo que vi, más adelante otra persona abordó mi taxi, y entre mi labor y el tráfico, lo superé un poco”.

 

 

RELATO No. 2



“El otro susto pasó por la noche, ya estaba cansado, así que me dije: “el último pasaje y me voy”.

Pasaba por la calle Rabaul cuando un niño me hizo la parada. Me llamó la atención, ya que eran casi las 12.00 de la noche, me acerqué y le pregunté: “¿Qué haces aquí a estas horas?”

- “¿Me llevas al Panteón San Isidro?”, me contestó. 

- “No, yo no voy para allá”.

- “Si vas para allá, llévame”.

- “No puedo, cuídate”.

A lo lejos vi una persona, me arranqué y me hizo la parada.

Me indicó que lo llevará a la calle de Lucio Blanco (cerca del Panteón San Isidro), así que tomé el viaje y adelante tuve que parar en el semáforo de Avenida de las Granjas.

Otro taxi se empareja, y vi que en él, iba el niño.

Ambos taxis seguimos el mismo camino.

Sin que pudiera evitarlo, llegamos al Panteón San Isidro.

El taxi donde iba el niño llegó primero, se detuvo en la puerta del lado del Panteón de niños. (El Panteón de San Isidro en Azcapotzalco tiene dos puertas, una para la sección de infantes y otra para la de adultos, y ambas secciones están separadas por una avenida).

Yo bajé la velocidad, y me detuve atrás del otro auto.

Vi cómo se bajó el niño, caminó hasta la puerta, vimos que se metía en medio de ella o la atravesó, no lo sé explicar, casi de inmediato se le vio atrás de los barrotes de la puerta.

Ahí se quedó parado y con una risa, se despidió de los dos taxistas y de mi pasajero.

Mi pasajero me preguntó qué por qué me detenía, así que arranque despacio, terminé de pasar frente a la puerta del Panteón, y vi que el niño aún estaba ahí, esperando tal vez para decirme con señas, que él tenía la certeza que yo iría al Panteón de San Isidro esa noche.

Mi pasajero se asustó cuando vio al niño entrar al panteón y desaparecer, pero más se extrañó cuando le conté lo que pasó.

Guardamos silencio hasta llegar a su casa.

Esa noche ya no quise trabajar.

Fui a casa tratando de descansar”.


Y así seguía el taxista relatando sus experiencias mientras ya nos acercábamos a la estación del metro Fray Servando.

Entre otras narraciones, mencionó algo de la niña de la curva y los accidentes que ahí pasaron, pero estábamos llegando a mi destino, a mi casa ficticia de Fray Servando.

Fue muy amable ya que me preguntó si las personas que estaban donde me bajé me eran conocidas.

A lo que le respondí que sí, que gracias.

Fue una excelente jornada de trabajo. No sé si me creyó mis mentiras pero llegué a mi destino dispuesta a disfrutar de la fiesta.


Ahí terminan estos relatos.

Entradas más populares de este blog

MUJERES CRONISTAS DE AZCAPOTZALCO, CDMX (primera parte)

VIERNES DE DOLORES

TRES TEMPORADAS DE FANTASMAS EN LA UNIDAD TLATILCO, AZCAPOTZALCO, CDMX