AMANECER: UN LUGAR, UN ENIGMA

AMANECER: UN LUGAR, UN ENIGMA

Por Vickinela

El amanecer en donde vivo es sorprendente, el aroma de la tierra, el canto de los pájaros, el rugido de los felinos, las formas y colores de cada animal, planta y árbol, platico con cada ser vivo y admiro cada detalle de la selva y de lo que esconde, hay mucha agua aunque no como antes, mi gente construyó “chultunoob” (cisternas), “haltunoob” (sartenejas), canales, y la naturaleza nos bendijo con “dzonot" (cenotes), cuando hace millones de años una enorme piedra cayó del cielo en la zona de Chixchulub, creando pozos de agua a cielo abierto y formó grutas asombrosas, son camino de los muertos al “Xibalbá”, los pobladores realizaban ceremonias, rituales y sacrificios de animales y humanos, era el tributo a sus dioses, aún hay de formas diferentes, han hallado vestigios, huesos y bosques de hace cientos de años. El agua es espiritual, purificadora y favorece la conexión con espíritus. La profecía anuncia que cuando la Tierra se seque el cenote de Maní será el único con agua dulce.  




Nos creó Tepeu y Kukulkán y Huracán. El wíinik (humano) es creado, primero de lodo, luego de  madera sin alma ni memoria, al final de  maíz amarillo y madera para la piel y de maíz rojo la sangre, somos a su semejanza. Kukulkán: la "serpiente emplumada". Tepeu, uno de los creadores. Huracán; tormentas. Chaac; lluvia y agua, Hunab Ku;  padre de los dioses. Itzamná; día y noche, Ixchel; la luna y la fertilidad, Kinich Ahau; el ojo solar, todos ellos eran fuerzas de la naturaleza. Se causaba estrabismo en los niños destinados al gobierno o al sacerdocio. Con puntas de flecha cortaban genitales, lengua y lóbulos de las orejas para alimentar a los dioses con su sangre.

Teníamos zumpul-ché donde se bañaban con hierbas y vapor. Descubrimos el “sicté ya” (chicle) que se extrae de los Zapotes, limpia los dientes y  para trueque, igual que otros productos por otros que necesitábamos. Por los “sacbés” (caminos) y en canoas (agua) llevaban y traían productos para los “kïiwik” (mercados) aquí conocimos sobre productos y  lugares de donde los traían, algunos de muy lejos, como la obsidiana y otras cosas de lo que hoy llaman Guatemala, Belice, el Pacífico, Teotihuacán, Chiapas.

Los artesanos elaboraban objetos bellamente decorados con escenas cotidianas. Tallaban piedra caliza, estelas, esculturas, revestimientos. Usaban basalto para hacer herramientas, la obsidiana y el jade para cuchillos. Ámbar y otras piedras para elaborar joyas, trabajaron oro, plata y cobre. La pintura maya detalla su religión y la historia de sus pueblos, el color favorito era el Ya'xkab, (azul maya), trabajaban en la carpintería. En los telares producían las “Ixames” (mujeres) la ropa y accesorios con diferentes materiales. Usaban "patí" (falda corta), huipiles, se pintaban cara y cuerpo, usaban pendientes, orejeras, narigueras, entre otros.

  




Producían vainilla, K´ik (caucho), ónix, guayaba, productos del mar, chile, guanábana, mamey, porotos, tomates, calabazas, cacao, frutos, tomate, aguacate, nogal papaya, piña, calabaza, camote, entre otros en sistema de terrazas.

Creamos un calendario con nuestros conocimientos sobre el cosmos, el movimiento de la Uj, de astros (Mercurio, Marte, Júpiter y Saturno, estrella Polar y las Pléyades) así como cuando había “hi’ibal k’iin” (mordedura de sol”) o “pa’al k’iin” (Sol roto) y (eclipse de luna) “chi’ibal uj”, predecimos tiempo y guerras, cuando cosechar. Fuimos los primeros que usamos el cero lo representamos como concha, nuestros glifos son bellos, representan sonidos, palabras y frases.

Bailar nos gusta, es parte de los rituales y actividades diarias, imitamos el movimiento de animales y plantas, se tocaban instrumentos, se vestían de animales, aún hay danzas en las celebraciones de la fe católica y a nuestras divinidades. Nuestras ciudades se conformaban de señores, sacerdotes y chamanes que contaban con gran sabiduría, tenían conexión con espíritus y elementos de la naturaleza. Había comerciantes, artesanos y agricultores. Nuestros “wíinik s” jugaban “tlachtli o Pok Ta Pok” un ritual donde territorios y la vida se perdían.

Nuestro universo es cielo, tierra e inframundo. Nuestro nombre depende del día que nacemos y tenemos un protector animal y elemento de la naturaleza, llamado “Nawual”, estamos relacionados con todo lo que nos rodea, naturaleza y cosmos. Algunos dicen que venimos de un lugar más allá del cielo o del océano. Éramos cientos de “Kaaj” (ciudades) desde lo que nombran Belice hasta el sur de México, un pueblo enigmático y sabio, por confusión de palabras o por otra causa nos dicen “Mayas”. Las guerras aumentaron, enfermedades, muertes, el comercio disminuyó, y muchos pobladores hicieron aldeas donde a la llegada de los españoles fueron asesinados y esclavizados, para construir sus haciendas y templos, pocos lograron huir y sobrevivir, pero aun existimos. Los que llegaron de lejos no le dieron importancia a los templos y palacios si no a los tesoros que había en ellos, dejándolos al olvido, si no lo hubieran destruido, algunos lugares han sido encontrados y rescatados, otros siguen ocultos y es mejor que sigan así.

Se construyeron imponentes palacios, templos, plazas, muros, arcos, tumbas; Altún Há, Bonampak, Cahal Pech, Calakmul, Chicanná, Chichén Itzá, Cobá, Copán, Edzná, Izapa, Kankí, Lamanai, Nakbé, Uac Cab'nal, Palenque, Petebaxtún, Río Bec, Tazumal, Tikal, Toniná, Tulum, Uaxactún, Uxmal, Yaxchilán, Yaxha, Comalcalco, Copán, y muchos más, algunos han escapado de ser encontrados.

Yo he vivido aquí desde antes del auge de Tikal y Calakmul, ví la construcción del Peten, Mayan y de los itzaes. Soy amiga de “aluxes” los guardianes traviesos de la naturaleza, de “tsukán” la serpiente guardián de los cenotes, de Xkeban y Xtabay los espíritus que vagan por donde quieren. De repente veo a los brujos “Uay Kekén y al Uay Peek”, fui testigo de la historia de amor de Zac-Nicté enamorada de Hul-Kin. Soy como la Shaman de cenote Xcabachen, que predijo la llegada de los invasores en animales que venían desde el otro lado del mar, esta mujer saldrá de la cueva con Kukulkán y pedirá sacrificios, ofrecerá cáscara de cocoyol con agua que hará no volver a sentir sed.

  




Tuve amistad con las reinas Kalomt’e K’abel guerrera poderosa de Petén, de Ix Yok’in la dueña del lago del Dios del Sol. En Palenque de “Yohl Ik’nal” el Corazón del Sitio del Viento y “Sak K’ukse” o Ave Blanca mujer fuerte y valiente que gobernó Baakal. De la enigmática Ixik Tz'aka'ab Ajaw o  Reina roja y de Ix Wak Chanil Ajaw la señora que se mantuvo en el gobierno por veinte años en Naranjo, también de K'inich Janaab' Pakal, le dicen el astronauta, gobernador de Palenque que trajo prosperidad, armonía, paz y economía, realizó campañas militares que lo hicieron poderoso. En Kabah conocí a una anciana hechicera, de un huevo que cuidaba nació un niño, creció en edad pero no en cuerpo, le nombraron el “adivino o enano”, se volvió rey de Uxmal a la que los dioses destruyeron por su altivez. Conocí a la Dama de Tikal y la Señora Seis Cielo que gobernó Naranjo y Lady Ik' Skull que siendo esposa secundaria su hijo llegó a ser  rey de Yaxchilán. Fui amiga de Malintzin, la conocí en Tabasco,  He presenciado la Travesía Sagrada Maya que cruza el océano en canoas hacía la isla Kuzamil (Cozumel) para rendir culto a la diosa Ixchel, vi llegar carabelas y barcos de otro mundo y  la destrucción de mis pueblos. Tuve enfrentamientos con “dzules”; Fray Diego de Landa que destruyó nuestros tesoros, Hernán Cortez, Pedro de Alvarado, Martín de Urzúa quien derrotó al último reino maya independiente,  conversé con Francisco Montejo, Alonso de Ávila, Pedro de Valdivia, aprendí del mundo de Gonzalo Guerrero, que luchó de nuestra lado, ayudé en la elaboración del Popol Vuh y el Chilam Balam.

Nuestra tierra se llena de gente, unos se sorprenden, respetan y quieren saber más de nuestra historia, pero mi selva y sus secretos cada día peligran más, han hecho una salinera y pasa una animal sobre algo que llaman vías, construyen cientos de sus casas y lo que llaman hoteles,  pero hay quien busca nuestros secretos y preservarlos. Cuando vengas, búscame, podría contarte más de nuestra historia enigmática, mi nombre es Itzé (amanecer) y mi Nahual es IQ´ el “viento”, “aire”, “espíritu” y “alma”, estaré aquí por muchos tzolk'in y haab.

 






(Créditos de fotos a quien corresponda)

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