TIANGUIS DE AZCAPOTZALCO
TIANGUIS DE AZCAPOTZALCO
Por Martina Rodríguez García
AZCAPOTZALCOGRAFÍA.
Empezaré con una canción que da alegría, del gran veracruzano Francisco Gabilondo Soler, “Cri cri”, publicada en 1963:
“La Patita
de canasta y con reboso de bolita
va al mercado
a comprar todas las cosas del mandado”.
Afuera del mercado de Azcapotzalco, está el tianguis, oportunidad para encontrarnos con los comerciantes de a pie, otros en bicicleta, el diablito, y otros transportes que llegan, y colocan su muy pequeño y básico espacio de venta, allí frente al Jardín, la Videoteca, el Kiosco, y los puestos de lámina.
Entras al inicio del tianguis y ya es otro mundo, chiquito pero no te lo acabas, su gente amable: “Pásele marchantita, ¿qué va a llevar?”.
Gente ordenada, limpia, te dan un trato de amigos para
iniciar un día de sabrosas viandas.
Es muy bonito recorrer el lugar donde se pueden comprar antojitos mexicanos tlacoyos, gorditas, quesadillas rellenas de varios guisados, tamalitos de frijol, fruta, quesos, tacos de guisado, la verdura y flores una gran variedad muy hermosas.
Todo esto de seis de la mañana a diez y media a.m.
Continuación del ancestral intercambio comercial, alimenticio, artesanal, etc, que se ha practicado en Azcapotzalco, desde sus primeros pobladores.
(Imagen de Martín Borboa Gómez)