EL DIA DE MUERTOS Y LAS OFRENDAS EN AZCAPOTZALCO A TRAVÉS DEL TIEMPO (MINICRONICA)

EL DIA DE MUERTOS Y LAS OFRENDAS EN AZCAPOTZALCO A TRAVÉS DEL TIEMPO (MINICRONICA)

Dedicada a Edna Aranda


Por José Carbajal Cortés

 

AZCAPOTZALCOGRAFÍA.

 


Los días de muertos ofrecen en México un gran atractivo y se diría ahora que es de México para el mundo. En diversas partes del país, observamos que esta manifestación de México forma parte ya de la lista del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO proclamada el 7 de noviembre de 2003 debido a:

En el imaginario colectivo, la celebración anual destinada a los muertos representa un momento privilegiado de encuentro no sólo de los hombres con sus antepasados, sino también de los integrantes de la propia comunidad entre ellos, algo que, desde hace siglos, ha permanecido y el fin es que continué siendo de esta forma para preservar las tradiciones.

 Aunque ciertamente esta celebración tiene siglos de llevarse a cabo desde la antigüedad en la etapa novohispana y cuyo origen se le atribuye al sincretismo que se dio en México con Sebastián de Aparicio en el siglo VXI con las creencias de la cosmogonía de los naturales del antiguo México conjugándose con las creencias católicas. Solo trataré brevemente en este escrito de la década de los años 70 a la actualidad más contemporánea en un pequeño viaje por el tiempo como un pequeño registro de testimonio y encuentros.

 De los días de celebraciones de muertos la más conocida era y es la de los llamados “animeros” quienes en estos días piden por las ánimas benditas del purgatorio, que quiere ser y es para nosotros un patrimonio intangible de nuestro Azcapotzalco, como la de los campaneros de Mixquic en Tláhuac que son las más conocidas de la CDMX, siendo así una de ellas orgullosamente de Azcapotzalco.

 Empecemos este viaje por los días de muertos. Cuando niño por Azcapotzalco se observaban las ofrendas al interior de las casas, así como las que se ponían en las escuelas y planteles y centros educativos. Las autoridades y sus dependencias de la entonces Delegación Azcapo hacían lo mismo al interior de sus instalaciones.

 En las colonias y en los barrios por Azcapotzalco había de dos formas de pedir la tradicional “calaverita” (y cuya repetida frase era: me da para mi calaverita) para comprar dulces que ahora ya no se hace de la manera como entonces: Una era con una calabaza de plástico grande que se compraba y la otra más socorrida y elaborada que era la de fabricarla con una caja de cartón (como lo impulsaban en las escuelas primarias a hacerla uno mismo) de mediada dimensión o pequeña. Se hacia con las cajas para zapatos que eran duras y resistentes, así como de otras cajas de empaques si no había de zapatos. A nuestros ojos de niño los mayores las fabricaban mejor de manera genial por lo que les pedíamos ayuda para hacerlas ya que las más elaboradas tenían una vela que se ponía al interior y que iluminaba la abertura de unas cuencas, orificio y de una sonrisa chimuela que era de alegría o de miedo según su autor. Algunas cajas por tanto emulaban a calaveras y otras a calabazas con sonrisas o muecas. Mi abuelita Celestina Esquivel nos mencionaba cuando ponía la ofrenda que la visitábamos allá en Michoacán, que las almas de los muertos tenían solo un momento para visitar a los vivos y que por ello se le ponían las ofrendas ya que ellos pasaban y las aspiraban y que por ello quedaban secas las frutas y que la velas cuando titiritaban era porque en ese momento estaba pasando el alma del fallecido por la ofrenda…

 En la explanada de la Delegación a través de diversas gestiones se ponía una ofrenda, llamaba “la ofrenda mayor” porque ocupaba una parte de la explanada a manera de como la que se realizaba en el centro histórico solo que de elaboración netamente azcapotzalca. Así se podían ver a través de los años estas ofrendas en la explanada como la dedicada a las hormigas de Azcapotzalco por el 2000; la del cadete Fernando Montes de Oca (originario de Azcapotzalco) en el 2016 y en 2018 la dedicada a Emiliano Zapata. Ofrendas hechas en un tapete de aserrín y de flores de manufactura hermosa hecha por chintololos.

 Las noches se antojaban frías, siendo que faltaba para diciembre y hasta de miedo por aquello de las ánimas del más allá que visitaban a los vivos en la creencia popular del imaginario que se tenía y seguimos teniendo. En ocasiones escuchábamos historias de niños siendo la más sonada la de la popular leyenda a través de las generaciones de la infaltable “Llorona” con su lamento de “Ayyyy mis hijos” para espantarnos y no salir a las calles, ni andar solos en la noche, entre otros relatos y leyendas del México de antaño y de ogaño.

 Y en el tema de la Llorona Azcapotzalco el lugar de las hormigas no se queda atrás, (ya que este tipo de obras se realizaban en Xochimilco, en Tláhuac, en Mixquic y en el Centro Histórico por mencionar algunos lugares) así hemos tenido obras y piezas teatrales hechas por Azcapotzalcas a través de diversos años desde el 2012 y hasta el presente siendo las más representativas: “La Malinalli la Llorona de Azcapotzalco” (de Antonio Urdapilleta), “El aullido de la Llorona” (de Lía Membrillo), “La noche de la Llorona” (de Patricio Garibay); “El grito de la Llorona (de Francisco Martínez Arias)  y de manera más reciente “La Llorona en un horizonte Rulfiano” interpretada por Edna Aranda y Marisol Reséndiz y de la autoría de Edna Aranda (Peña).

 Es de mencionar las ofrendas en los panteones como el del panteón vecinal la de San Juan Tlihuaca entre otros llenos de colorido y misticismo. Entre las ofrendas estaban las que se realizaron algunos años en la Calzada de los Camarones en que caminantes y automovilistas contemplaban estas expuestas desde el año de 2013 que incluso se hacían reportajes para la televisión y que otras delegaciones entonces nos visitaran con estas ofrendas que duraron algunos años, hasta la última edición de estas ofrendas que se retomaron llegando hasta el año 2017. Realizándose así algunos años desde la altura de Totomosco, hasta la glorieta de Cuitláhuac; metros y metros de ingenio chintololo en las ofrendas las cuales eran convocatorias por las autoridades a la comunidad chintolola siempre al pie.

 También mencionaré los concursos de calaveritas en el 2015, así como los del Desfile de Calaveras y Catrinas que salía desde la Casa de la Palabra José Emilio Pacheco en el barrio Nextengo en 2013 siendo que también durará algunos años con las gestiones. Se siguieron realizando estas ofrendas después en tiempos más recientes en el Parque Tezozómoc que, la ofrenda que llamó mi atención fue la de la Coordinación de Bibliotecas de la Alcaldía Azcapotzalco con la invitación a leer los libros que no están muertos, sino vivos y con fotos de la película “Macario” entre otras expuestas en los andadores del parque que invitaba a recorrerlos.

 También debemos mencionar de manera especial el Festival “Cuando Trina la Catrina” de Patricio Garibay (Alejandro Ortiz) y la Compañía "Club Sándwich" que principio en el año de 2016 su 1era edición en un esfuerzo chintololo que continuo por Azcapotzalco en este 2024, llegando a su 8va edición de manera ininterrumpida.

 Ahora en este 2024 las ofrendas tomarían las calles y espacios al aire libre, esto es que se instalarían ahora en la Avenida Azcapotzalco desde la esquina de 16 septiembre hasta el mercado de Azcapotzalco situándose una gran diversidad de ofrendas. Teniendo diversos escenarios como el Foro que principiaba antes de la exposición de las ofrendas y del montado en el Jardín Hidalgo con una gran oferta de exponentes musicales y obras tanto de locales como foráneas a través del llamado Festival Tlalmanalli Azcatl. Este ha sido lector solo un breve recorrido con estas celebraciones tradicionales de nuestro México y de nuestro Azcapotzalco para el mundo y que esperemos nos podamos ver el siguiente año con más sorpresas de día de muertos para vivos ¡¡en una celebración de la vida!!

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