HOMENAJE A MAESTRA MARTINA RODRÍGUEZ GARCÍA, CRONISTA DE LA ALCALDÍA DE AZCAPOTZALCO

HOMENAJE A MAESTRA MARTINA RODRÍGUEZ GARCÍA

CRONISTA  DE LA ALCALDÍA DE Azcapotzalco.

La traviesa

 

AZCAPOTZALCOGRAFÍA.

  

   La Alcaldía Azcapotzalco situada en la Ciudad de México, es vecina de sus iguales de Miguel Hidalgo, Cuauhtémoc, Gustavo Adolfo Madero; además de los municipios de Tlalnepantla de Baz y Naucalpan de Juárez del Estado de México.

  Su nombre en náhuatl significa "en el hormiguero", posee en glifo topónimo en donde se representa una “hormiga roja rodeada de granos de maíz”, en códices o  manuscritos pictográficos como el Xolotl, Mendocino y la Matrícula de Tributos; además su gentilicio conocido y reconocido es “tepanecas” o “chintololos”. Por todo esto es considerado como Pueblo Originario, al igual que sus barrios quienes en su mayoría, además del nombre de un santo católico tienen topónimos en náhuatl.

  A este lugar llega la maestra Martina, en su crónica Mi ciudad, mi villa y mi barrio, da noticia de su infancia dentro de una familia compuesta por su padre don Jesús Rodríguez Sánchez, su madre Catalina García además de sus hermanos Carlos y María del Carmen, residían en el poblado de Villa de la Paz en el estado de San Luís Potosí, donde se ubica la mina Santa María de la Paz, en la cual su padre trabajaba, más tarde por razones de salud de su progenitor, se trasladó la familia a la Ciudad de San Luís Potosí, cuando Martina apenas tenía un año de edad. Residieron primeramente en el barrio de Tequixquiapan, después pasó al de San Juan de Guadalupe, aquí vivió su infancia además de aprender, sus primeras letras en la escuela Bibiano G. Casamadrid.

(Maestra Martina Rodríguez García, en el homenaje, nov 2024)
(Imagen Martín Borboa Gómez)


   En este barrio de San Juan de Guadalupe, se nutrió de las costumbres y tradiciones como la de la Semana Santa en especial, la impresionaba la Procesión del Silencio. Recorrió las calles barriales quedando en su memoria, la existencia de huertas de diferentes frutas y los pregones de quienes vendía garambullos (es un fruto de una cactácea que florea en los meses de julio a septiembre y se puede comer estando fresco, en mermelada o bien en una bebida alcohólica), flores de calabazas, membrillos, duraznos, zapotes blancos y negros.

   Posteriormente la familia se cambió, a la Planta de Filtros de Abastecimiento de Aguas de la ciudad de San Luís, ocupando la casa destinada al encargado que era su papá, lo comenta con estas palabras: “ Nos cambiamos para allá mi papá, mi mamá y mis hermanos Carlos y Ma. Del Carmen y yo “la traviesa de 10 años”. Continúa sus estudios en la “Escuela para señoritas Matías Hernández Soberón”, pasaron los años y ya casada con Manuel Aguilar González, se mudó a la ciudad de México, llegando al pueblo de San Francisco Xocotitla en la actual Alcaldía de Azcapotzalco.

   Así llega a Azcapotzalco en 1991, Martina nacida a cientos de kilómetros de distancia, iba a iniciar su trayectoria como Cronista de la mencionada Alcaldía, aportando a su Patrimonio Cultural relatos y crónicas con diversos temas. Pronto se integra a la comunidad cultural de ella, además fue el lugar del nacimiento de sus hijos José Ángel Javier y Marta Catalina.

   En una entrevista, recuerda sus primeros acercamientos a la literatura, al asistir al Taller de Narración Literaria, auspiciado por el Instituto Nacional de Bellas Artes e impartido por la maestra Juana María Naranjo Zárate, realizado en un salón de la Casa de Cultura de Azcapotzalco, aprendiendo en él, seguramente las reglas del buen escribir tan necesario, para desplegar su talento como Cronista. Además ésta experiencia, le dejó la semilla de cultivar posteriormente, un tipo de poesía japonesa: el haikú. Su gusto por este género de poesía, reconoce ella lo afinó con la guía del Lic. Francisco Martínez más tarde.

   Se establece en el Barrio de los Reyes Ixquitlan en el Centro Histórico de Azcapotzalco, del cual es reconocida también como su cronista. Para el año de 1994 participó en el concurso, de “Leyendas y Tradiciones de Azcapotzalco” obteniendo el segundo lugar con sus crónicas “La tradición del Nacimiento” y “Ruidos y risas”. Al año siguiente se incorporó al Consejo de Fomento Cultural de la Delegación, su labor continúa le permite ingresar al Consejo de Cronistas Delegacional el 10 de diciembre de 1998, cuando el Delegado Político de Azcapotzalco, era Pablo Moctezuma Barragán.

   Más tarde hizo su solicitud para ingresar, en el año de 2001 a la entonces Asociación de Cronistas del D. F. y Zonas Conurbadas, a instancias del arqueólogo y Cronista de Azcapotzalco José Antonio Urdapilleta Pérez y  del señor David Delgado Jiménez, recibiendo la contestación en un oficio, fechado el 2 de octubre del mismo año donde se le comunica “que ha sido aceptada como miembro de la Asociación”, firmado por el Presidente de dicha Asociación, el arqueólogo y cronista ya mencionado (José Antonio Urdapillea Pérez). Es decir la maestra ha pertenecido a esta Asociación 23 años de forma ininterrumpida.

   Posteriormente dos años después en el 2003, el Consejo de la Crónica de la Ciudad de México, le reconoce a la maestra Martina, su labor cronística a través del documento firmado por la entonces Secretaria General de esta institución: la Lic. Ángeles González Gamio

   La maestra Martina, es una cronista a la que no le pesa reconocer la labor de sus colegas, como lo demostró participando, en el Homenaje realizado a la maestra Amalia Elorduy también Cronista de la Alcaldía de Azcapotzalco, el pasado 21 de marzo en la inauguración de la Sociedad de Cronista de Azcapotzalco, donde se también se le homenajeo a ella misma y a la maestra María Elena Solórzano Carbajal.

   Es miembro del Consejo de Fomento Cultural de Azcapotzalco, además de ser investigadora de Historia Oral de la CDMX, colaboradora de publicaciones como El Boletín informativo de los Cronistas de Azcapotzalco y del Boletín “La voz de la Cultura en San Luís Potosí” y de “La Hormiga, la voz tepaneca”; así mismo cultiva también la narración ficticia es decir el Cuento y la Poesía, son frecuentes sus aportaciones cronísticas en la revista electrónica, ESCRIBOSFERA y reconocida es su aportación al Patrimonio Cultural Tepaneca, por la publicación “La Calzada Vallejo, del lodo al asfalto”, publicada en “Nosotros” el 28 de agosto de 2019

   Su terruño tepaneca, ha sabido valorar la aportación de la maestra Martina a la investigación y divulgación de su Patrimonio Cultural, por ello se le realizó en este año, un Homenaje el pasado 13 de abril en esta biblioteca Fray Bartolomé de las Casas.

   La maestra Martina tiene una sensibilidad plasmada, no sólo en la literatura sino en la realización de pintura de paisajes en bolsas recicladas y en tapetes, en vestidos donde combina la aplicación de telas diversas con la pintura en textiles. En una ocasión escribió el poema El Milenario Azcapotzalco, el cual al ser conocido por el Aldo Moreno Popoca, provocó en él la composición de la música para el mencionado poema, convirtiéndola en una canción, así la historia de esta Alcaldía se convierte en poesía y música. Participa activamente, así mismo en el Taller de Relatos de Azcapotzalco, en sus crónicas difunde costumbres, historias y leyendas “bajo su propia iniciativa, con recursos propios, en solitario y sin apoyo de instituciones o autoridades”.

   Al ser socia de la Asociación de Cronistas Oficiales de la CDMX, siempre se ha mantenido participativa y activa, asistiendo a las asambleas mensuales, a los Congresos Anuales con crónicas incluidas en las Memorias de cada uno de ellos, participando en el programa de la misma Asociación Voces Conjuntas con videos y/o audios, trasmitido por Totlahtol Radio de la Secretaría de Pueblos y Barrios Originarios y Comunidades Indígenas Residentes (SEPI), del gobierno de la Ciudad de México.

   La maestra Martina, tiene en su espíritu la creatividad innata, como lo constatan las crónicas incluidas en las publicaciones realizadas, de los diferentes Congresos Anuales de la ahora Asociación de Cronistas Oficiales de la Ciudad de México, por ejemplo en su crónica Azcapotzalco a través de sus barrios, da noticia de la creciente gentrificación de la mencionada Alcaldía, diciendo de los Barrios Originarios tepanecas que: “en ellos se recogió la sabiduría prehispánica”.

   En la crónica La herencia de Anenecuilco, muestra la figura de Emiliano Zapata desde su niñez y su participación en la Revolución Mexicana. Hace un espacio en ésta crónica, destinado para hacer notar la participación de las mujeres, de las soldaderas además, de las iniciadoras del cuerpo de enfermeras, en éste movimiento armado.

   También en sus posteriores crónicas, divulga leyendas tapanecas como la llamada De Ropón y Siempre juntas, en esta última describe la relación de una madre con una hija que ni la muerte pudo romper.

   Como una buena cronista, está atenta a su alrededor, a los actores urbanos quienes llevan una vida no muy agradable en ella por tener grandes carencias, así en su crónica Artistas Callejeros, pone su atención en los payasitos o malabaristas generalmente niños o jóvenes a quienes ella llama, “los hijos de la madre tierra”, los cuales en los semáforos de las avenidas, por breves minutos realizan malabares esperando unas monedas, destinadas a sufragar sus gastos mínimos de subsistencia en la metrópolis mexicana.

   En la crónica “Azcapotzalco prehispánico”, divulga la génesis de su terruño tepaneca, dando noticia de la amplia microhistoria local, como los demuestran los   descubrimientos fortuitos de osamentas de mamuts, entierros prehispánicos donde abunda la cerámica, prueba irrefutable de su antigüedad.

   Pero también tiene una habilidad excepcional, pues los sucesos cotidianos, ella los convierte en crónicas y como dicen el dicho, “para muestra un botón”, el pasado sábado 28 de septiembre pasado, recibí de parte de ella una información relacionada con el Monumento de José José en el icónico parque de La China, le contesté: “las canciones interpretadas por José José, creo que pueden estar ligadas a diferentes situaciones sentimentales de los mexicanos”; unas horas después recibí este mensaje:

“Homenaje a José José, voz privilegiada, algunos títulos de sus canciones inspiran a escribir y a sentir Amor Amor y recordar que podemos Amar y querer, en cualquier tiempo y espacio aún en la Nave del Olvido, llegar a un lugar y transformarnos en un Volcán de sentimientos a flor de piel y saber que a los 40 y 20 es difícil decir El amor acaba, porque Lo dudo, escucho su voz diciendo Quiero perderme contigo, sé que todo está bien ya lo Pasado Pasado.

Sigues en mi recuerdo mi vida, en mi Almohada, siempre recordando tu gran talento, tu voz, tú corazón sin que tu Amnesia me aleje de ti.

Para esto son tus canciones yo te recuerdo así José José.”

 

Martina Rodríguez García.

 

 

María Eugenia Fernández Álvarez.

Cronista e Historiadora de la

Alcaldía de Iztacalco, en la

Casa de la Sal.

 

23 de noviembre de 2024.

                                                                                                                                                

 

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