PANCHO VILLA Y MI PERSONA

PANCHO VILLA Y MI PERSONA

Por Amalia Elorduy 

AZCAPOTZALCOGRAFÍA.

 


Yo no conocí a Villa personalmente porque cuando yo nací, aquí en Azcapotzalco, él ya había muerto hacía muchos años.

 

Pero sí pude tener una imagen muy clara de él, de su personalidad, de su carácter, y casi imaginármelo en persona a través de lo que me platicaron desde muy niña y en mi edad adulta, personas de mi familia que sí lo conocieron y tuvieron alguna relación con él.

 

Esas personas fueron: Mi madre, mi abuelo y mi suegra, cuyo padre fue un dorado de Villa.

 

Seguramente que muchos de nuestros compañeros de este taller de relatos van a hablar y escribir mucho mejor sobre la vida y la trayectoria de este gran revolucionario.

 

Yo solamente quiero mencionar uno de sus hechos que tiene que ver con lo que mi madre me platicó.

 

Mi madre nació en 1908 y vivió la Revolución al lado de su padre, mi abuelo, que intervino en esa lucha.

 

Ella era admiradora de Pancho Villa, le caía muy bien porque decía que era valiente, franco y derecho, que no traicionaba, que hacía las cosas de frente y que, además, era muy simpático.

 

En uno de los cuartitos de adobe y techos de vigas en que vivíamos y yo nací, en un terreno del barrio de San Lucas Atenco de Azcapotzalco, durante toda mi infancia mi madre acostumbraba cantarnos canciones cuando ya estábamos acostadas para dormir, pero no eran de cuna, sino corridos y canciones populares de sus tiempos que a ella le gustaban.

 

Una de esas canciones se refería a cuando los Estados Unidos mandaron una expedición militar para perseguir y atrapar a Villa, que se había metido a Columbus y saqueado la ciudad.

Pero nunca pudieron lograrlo y tuvieron que regresarse derrotados a su país.

 

Es el Corrido de Pancho Villa, que ella nos cantaba que yo me aprendí de memoria y todavía lo sé.

 

Así que nos cantaba todas las noches: 

 

 

"Nuestro México febrero 23

Nos mandó Wilson diez mil americanos

Cien cañones, doscientos aeroplanos

Para combatir a Villa en el Norte del país.

 

 

Comenzaron a llegar expediciones

Los aeroplanos comenzaron a volar

En distintas y varias direcciones

Buscando a Villa y queriéndolo matar.

 

 

Se los lleva p’al desierto de Chihuahua

Y allí los mete al merito carrizal.

Pancho Villa les finca a los gringos

La paliza más fenomenal.

 

 

Los de a pie no podían caminar,

Los de a caballo no se podían sentar.

Pancho Villa se sube a un aeroplano

Y desde arriba les dice “good bye”

 

 

Se están creyendo estos americanos

Que nuestro México es cosa de reír.

No es lo mismo estar combatiendo

Que bailando en un baile de carquís".



(Imagen de internet, crédito a quien corresponda)

Entradas más populares de este blog

MUJERES CRONISTAS DE AZCAPOTZALCO, CDMX (primera parte)

VIERNES DE DOLORES

TRES TEMPORADAS DE FANTASMAS EN LA UNIDAD TLATILCO, AZCAPOTZALCO, CDMX