MIS POSADAS
MIS POSADAS
Por Raquel Rodríguez Sandoval
AZCAPOTZALCOGRAFÍA.
La novena más divertida es la de navidad.
Este final de año ya había pensado lo que haría estos días, pero Dios
tenía otros planes para mí.
Cómo sabrán en el más reciente movimiento que hubo de
sacerdotes en la Diócesis de Azcapotzalco el Padre Anselmo que estuvo seis años
en la Parroquia de San Juan Bautista Tlilhuaca, ahora asumió la Administración
de la Parroquia de San Isidro Labrador en la Ampliación San Xalpa también en
Azcapotzalco y como mi hermana Adriana es secretaria de la parroquia seguimos
en contacto con el padre.
Fue así que nuestro Coro "Amigos de Jesús" fue invitado a participar cantando en la primera posada el lunes 16 de diciembre ya que fue la que le tocó a la parroquia y asistimos con mucho gusto mi hija Faty, mi hermana Adriana y yo.
Lo que no sabíamos es que allá se hacen las posadas diario
terminamos cantando las primeras seis.
Iniciamos cantando un villancico, después el acto penitencial y salimos acompañando a los peregrinos, cantando las letanías por las calles.
Avanzamos pidiendo posada en tres casas antes de llegar al hogar donde las familias comparten aguinaldos, tortas, tamales, ponche, café, atole y por supuesto no faltan las piñatas para los pequeños.
Las señoras saben y cantan versos muy divertidos.
Otra sorpresa para este año nos esperaba en San Isidro, pero
esa se las cuento en otro artículo, por lo pronto deseo compartir con ustedes
unos datos muy interesantes a cerca de las posadas que nos da a conocer ACI
Prensa.
Las posadas son una de las tradiciones más arraigadas y
significativas de la cultura mexicana, y se celebran del 16 al 24 de diciembre.
Durante estos nueve días previos a la Navidad, se rememora el viaje de la
Virgen María y San José desde Nazaret hasta Belén, en busca de un lugar donde
pudiera nacer el Niño Jesús.
Más que una simple festividad, esta tradición religiosa es un momento de reflexión y unión. Cada noche, los católicos mexicanos se congregan para revivir el peregrinaje de José y María embarazada del Niño Jesús, creando un ambiente lleno de alegría, devoción y profundo simbolismo.
A continuación, te ofrecemos una guía para disfrutar y
comprender esta hermosa tradición y todo lo que implica.
ORIGEN
Según la tradición, el origen de las posadas se remonta a la
época del Virreinato de la Nueva España. En 1587, el fraile agustino Diego de
Soria solicitó al Papa Sixto V la instauración de un novenario como herramienta
de evangelización para los pueblos indígenas, sustituyendo prácticas paganas.
Inicialmente, las celebraciones se realizaban en atrios de
iglesias y capillas abiertas, donde se enseñaba el Catecismo. Con el tiempo, la
tradición se trasladó a barrios y hogares, enriqueciéndose con el canto
popular, la pirotecnia y el baile.
ELEMENTOS DE LAS POSADAS
Rosario: Cada noche, durante los nueve días de las posadas,
familias y vecinos se reúnen para recrear el peregrinaje de María y José a
través de una procesión solemne.
La celebración comienza con el rezo del Santo Rosario, y al
concluir el quinto misterio, inicia la procesión con las imágenes de los Santos
Peregrinos al frente. Durante el recorrido a donde se pedirá posada, los fieles
entonan la letanía en latín, mientras portan velas encendidas o luces.
La Comisión Episcopal para la Pastoral Litúrgica de la
Conferencia del Episcopado Mexicano elaboró en diciembre de 2020 un subsidio
especial para celebrar las posadas en familia, originalmente utilizado durante
la pandemia y que aún puede aprovecharse. Por su parte, el semanario Desde la Fe
de la Arquidiócesis Primada de México publicó una serie de intenciones y
jaculatorias para estos días, con el objetivo de acompañar a los fieles en su
oración y reflexión durante esta significativa tradición..
En cada primer Misterio: Por la conversión del mundo.
Ruega por nuestra conversión y la de todo el mundo. Que no
nos dejemos seducir por lo comercial, lo falso, lo superficial. Que no
olvidemos que Jesús es la razón de la Navidad.
En cada segundo Misterio: Por las familias.
Ruega por todas las familias. Que en esta Navidad haya entre
sus miembros comprensión, armonía, reconciliación y unidad.
En cada tercer Misterio: La defensa de la vida.
Ruega para que la ternura del Nacimiento del Niño Jesús
mueva a todas las personas a defender la vida humana desde su concepción hasta
su fin natural.
En cada cuarto Misterio: Por los necesitados.
Ruega para que en esta Navidad nadie sufra hambre, sed,
frío, soledad. Que sepamos ver a Jesús en los necesitados, amarlo y remediar su
necesidad.
En cada quinto Misterio: Por la paz.
Ruega para que reine la paz en esta Navidad, sobre todo en
los corazones de los líderes de las naciones, para que cesen las guerras, la
violencia, las injusticias, las persecuciones.
Jaculatorias para decir al final del Gloria al Padre en cada
Misterio
Oh, Jesús mío, líbranos del fuego del infierno. Lleva al
Cielo a todas las almas, especialmente a las más necesitadas de Tu
Misericordia.
Sagrado Corazón de Jesús, en Vos confío.
María, Madre de gracia, Madre de Misericordia, en la vida y
en la muerte, ampáranos, gran Señora. Santa María, Madre del Niño Jesús, pídele
que nos colme de Su Amor y de Su Luz.
Posada: Al llegar al lugar o casa que “albergará” la posada,
se realiza un diálogo cantado entre los peregrinos y los anfitriones. Los
anfitriones, representando a los posaderos, niegan la entrada varias veces
hasta que, finalmente, reconocen a los peregrinos y abren las puertas con
alegría y júbilo. Esta parte de la celebración simboliza la acogida del corazón
humano hacia la llegada de El Salvador.
Este es el canto que se entona:
Peregrinos:
En el nombre del cielo
os pido posada,
pues no puede andar
mi esposa amada.
Posaderos:
Aquí no es mesón,
sigan adelante.
Yo no puedo abrir,
no sea algún tunante.
Peregrinos:
No seas inhumano,
tennos caridad,
que el Dios de los cielos
te los premiará.
Posaderos:
Ya se pueden ir
y no molestar,
porque si me enfado
os voy a apalear.
Peregrinos:
Venimos rendidos
desde Nazaret,
yo soy carpintero
de nombre José.
Posaderos:
No me importa el nombre,
déjenme dormir,
pues yo ya les digo
que no hemos de abrir.
Peregrinos:
Posada te pide,
amado casero,
por solo una noche
la reina del cielo.
Posaderos:
Pues si es una reina
quien lo solicita,
¿cómo es que de noche
anda tan solita?
Peregrinos:
Mi esposa es María,
es reina del cielo,
y madre va a ser
del Divino Verbo.
Posaderos:
¿Eres tú José?
¿Tu esposa es María?
Entren peregrinos,
no los conocía.
Peregrinos:
Dios pague, señores,
vuestra caridad,
y que os colme el cielo
de felicidad.
Todos:
¡Dichosa la casa
que abriga este día
a la Virgen pura,
la hermosa María!
(Los posaderos abren la puerta y dejan entrar a los
peregrinos)
¡Entren santos peregrinos,
reciban este rincón,
que aunque es pobre la morada,
os la doy de corazón!
¡Cantemos con alegría
todos al considerar
que Jesús, José y María
nos vienen a visitar!
Celebración: Una vez concedida la posada, la celebración
continúa con música de villancicos, comida y el reparto de aguinaldos.
Los aguinaldos son pequeños obsequios entregados a los
participantes, especialmente a los niños, que consisten en bolsitas decoradas
con dulces típicos como caramelos, paletas, chocolates y frutas de temporada,
además de cacahuates y en ocasiones pequeños juguetes.
Los aguinaldos son pequeños obsequios entregados a los
participantes, especialmente a los niños, que consisten en bolsitas decoradas
con dulces típicos como caramelos, paletas, chocolates y frutas de temporada,
además de cacahuates y en ocasiones pequeños juguetes.
Uno de los momentos más esperados de la posada es el de
romper la piñata, que tiene un profundo simbolismo. La piñata tradicional suele
tener forma de estrella con siete picos, cada uno representando uno de los
pecados capitales: soberbia, avaricia, lujuria, ira, gula, envidia y pereza.
La piñata, tradicionalmente llena de dulces y/o frutas,
simboliza las recompensas y bendiciones divinas que se reciben al vencer las
tentaciones.
La fiesta no estaría completa sin los alimentos típicos que
acompañan esta celebración. Las familias suelen preparar ponche, una bebida
caliente elaborada con frutas de temporada como tejocotes, guayabas, manzanas,
cañas de azúcar y especias aromáticas como canela y clavos, endulzada con
piloncillo.
Junto con esta bebida, se disfrutan buñuelos, crujientes y
dorados, espolvoreados con azúcar o bañados en miel de piloncillo, además de
tamales, preparados a base de masa de maíz rellena con diversos ingredientes.