TEMOAYA, PUEBLO CON ENCANTO, ARTESANÍA

TEMOAYA, PUEBLO CON ENCANTO, ARTESANÍA

Por Martín Borboa Gómez


El día 01 de diciembre de 2024, asistí al Parque Fundadores, en el centro de Toluca, Estado de México.

Fue una muy grata sorpresa ver que un espacio de dicho parque, tiene unas grandes salas de exhibición y venta, muy amplias, limpias, funcionales y dinámicas.

Todo cuenta: muros, piso, altura, ventanal en toda la fachada, etc, cada cosa funciona para el objetivo: dar a conocer.

En esta ocasión, una de las salas que tiene en lo alto el título del programa "RAÍCES", tenía ya cerca de 20 días exhibiendo artesanías del Pueblo con Encanto: Temoaya, Edomex.


La atención de las personas artesanas fue muy amable, cálida, me mostraron como a todo visitante sus productos, me dieron a probar unas ricas galletas de avena y amaranto, me dieron un grande y colorido mapa de la población, que además explica cómo llegar desde la Cdmx o desde Toluca. Me mostraron las servilletas y tapetes que allá elaboran, y entre más objetos artísticos de su artesanía, pude también captar su ánimo, su gusto por sus creaciones, su confianza en su esfuerzo, y su entusiasmo por compartir su tradición.


Temoaya participa del programa estatal Pueblos con Encanto, y el tiempo y las autoridades dirán si tiene suficiente patrimonio y servicios para ser inscrito en el programa nacional de Pueblos Mágicos. 


Tuve oportunidad de captar algo del hermoso entorno geográfico que circunda Temoaya, en fotos que vi en sus folletos.

Charlar con las artesanas que en ese momento me atendieron, fue muy ilustrativo, pues conocí de su trabajo directamente de quien lo elabora, pude ver sus manos y sus sonrisas. 

Captar de la gente esa combinación que hace en su vida, se compromete con responsabilidad con su tierra, su origen, y al mismo tiempo, de esto mantiene a su familia.

Se dice fácil, pero aunque un artesano tenga en su casa las cosas para su trabajo, no necesariamente también tiene el espacio para exhibir y vender sus creaciones, sus productos.

Si son prendas, deben lucir quizá en un maniquí, su son servilletas o tapetes deben ser expuestas extendidas, colgadas o tendidas sobre una superficie, si es alimento debe haber un pequeño plato que ofrezca degustación, en fin, una serie de necesidades que no siempre el artesano puede cubrir en su propia casa, por espacio o por estar alejado de la plaza central donde la gente y el turismo se concentra.

Las necesidades del artesano por exhibir y mostrar, son proporcionales a las del visitante o posible comprador de poder apreciar, comparar, examinar, evaluar, y no alejarse mucho del punto central que visita y que como fuereño no sabe que calles andar para llegar a un taller o espacio de venta.

Es una problemática habitual, y la colectividad que se organiza para exhibir de forma digna y vigilada sus productos, ayuda también a que el visitante de la misma forma, pueda conocer las maravillas que se generan por las manos y creatividad de un lugar, y elegir lo que mejor venga a sus posibilidades y gusto, y tener el mejor recuerdo útil, colorido, de su talla, de su gusto, amigo de su paladar para recordar ese viaje.

Para mí, haber podido encontrar en un salón de exhibición digno, a 22 artesanos de Temoaya dando a conocer sus productos, su sensibilidad, su tierra, invitando a visitar su población, aprovechando ese salón de Toluca, estimo que nos acercó de forma óptima:

a productores con visitantes, 

a vendedores con compradores,

a creadores con apreciadores, 

a tejedores con buscadores de maravillas,

a gente trabajadora con gente que necesita un obsequio, un detalle, un fino regalo, un muy grato objeto que le recuerde su contacto con Temoaya...


Qué buena idea haber facilitado que en Toluca, los artesanos de Temoaya pudieran exponer sus productos llenos de creatividad y esfuerzo, y que ahí, los visitantes de infinidad de sitios, pudiéramos conocerlos, escucharlos y apreciar su muy diversa oferta artesanal.


Si hubo venta, se cumplió un objetivo.

Si el visitante quedó interesado en visitar pronto Temoaya, se cumplió otro objetivo.

Si además, hubo ocasión de generar un sentimiento de simpatía, gusto, calidez, preferencia, e incluso brindar alguna forma de contacto, pues aún mejor, son semillas con deseable futuro.

Y en mi caso, afortunadamente así fue. Por ello, felicito a las autoridades que corresponda por este esfuerzo, estatales y municipales.

Haber estado en ese salón de exhibición y venta, fue lo mejor que me ocurrió esa tarde en ese parque. 

Debo decir que yo fui ahí, porque supe que en ese mismo parque ese fin de semana tendría lugar un Festival de café, y que participarían productores mexiquenses en él.

Pero cuando concluí mi vista al parque, puedo decir que del festival de café no me quedé con nada en espacial. Lo lamento. Hasta estuve leyendo en el periódico previamente acerca de ese evento, así que información no me faltaba, pero ya estando ahí, no me pareció un evento significativo, poca oferta, y entre los pocos puestos, había unos que no tenían nada que ver con el café directamente (mezcal, miel, etc). 

Lo que si me impactó muy positivamente, fue esta joya de difusión económica y turística que resultó ese salón de exhibición y venta, parte formal del Parque Fundadores.

Ese salón quisiera visitarlo cada mes, posiblemente con un municipio distinto cada ocasión.

Esa experiencia si que me dejó huella, buenas recuerdos, y sinceros deseos de ir a Temoaya, y ver más de lo que las 22 representaciones artesanales ahí presentes, me dejaron conocer de su vida creativa.

De ese salón no hallé nada en los diarios mexiquenses. Quizá me faltó buscar bien.


Cerca de 20 días estuvieron los artesanos de Temoaya en este salón, en el Parque Fundadores, y no localicé nada en la prensa esos días.

Por otro lado, de lo que si pude leer cada día noticias, fue del Festival del café en el Parque Fundadores, que resultó con escasa oferta de productores de café.

Desproporción. 

Pero no me quejo, asì tuve más tiempo de adentrarme en Temoaya en voz de sus emprendedores habitantes artesanos, en el salón mencionado. 

Ellos como entusiastas embajadores de su tierra, yo como atento oidor captando con emoción sus descripciones.


Un ejemplo de todo lo pintoresco, los productos, la creatividad y sensibilidad que hay en Temoaya, lo pude percibir en este salón, y me dejó completamente invitado a conocer más del lugar, de su gente, de su talento y su tradición.


Quiero ir a Temoaya, al centro de la población. 

Conozco su Centro Ceremonial Otomí, cultura de la que Temoaya es cuna. 

Pero la cabecera municipal aun no la conozco.

Gracias a la formidable gente que estuvo exhibiendo ese día en ese salón, y sus hermosas creaciones, quiero ir ahí.

Alguien diría que Temoaya es un lugar con muchos artesanos.

Yo diría que es un lugar de puros artistas.



(Imágenes del autor)

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