JUAN O´GORMAN, QUE SU MEMORIA NO SE APAGUE
JUAN O´GORMAN, QUE SU MEMORIA NO SE APAGUE
Por Martín Borboa Gómez
AZCAPOTZALCOGRAFÍA.
En el periódico “El Universal” del día viernes 22 de enero de 1982, (cuatro días después de su muerte) apareció un artículo de José Manuel García, con el título: “Juan O´Gorman, el arquitecto de la fantasía”, y un subtítulo superior que dice: “Que su memoria no se apague”.
Sabemos que a 43 años de su muerte, millones de personas acuden en miles de autobuses al año a admirar su obra mural por ejemplo en Ciudad Universitaria, que millones suben al Castillo de Chapultepec y reconocen lo interesante y artístico en su obra, y que en dondequiera que el público localiza su trabajo, lo estima, lo aprecia, lo recuerda, lo retrata, lo comenta, lo valora, lo difunde.
Y en el mural “Paisaje de Azcapotzalco” en la biblioteca Fray Bartolomé de las Casas en el centro de Azcapotzalco, Cdmx, no es caso diferente, al contrario, es de sus primeras tres obras, la única existente y en buenas condiciones en general, aunque aquí hay que admitir que no se cuentan en millones anuales los que vienen a ver su mural ni en miles los autobuses que traen turismo.
En cantidad no es el caso. Pero en calidad, si viene mucha gente, que se toma su tiempo para admirarlo, que lo valora, que lo difunde, alguna lo disfruta como un hallazgo que comparte después con sus contactos. La admiración y valoración que se puede ver en muchos de quienes ven el mural de la biblioteca, si está al nivel de la gente que encuentra otra de sus obras. En calidad de apreciación, si estimo que es elevada, es un mural muy querido, y a casi 100 años de haber sido terminado (99 para ser exactos), son ya generaciones que lo han tenido como algo muy personal, hermoso, que no basta verlo una vez, y que traen a una siguiente generación a conocerlo.
Este mural bastaría como botón de muestra, para dar fe de que su memoria sigue activa y en tono muy positivo, y en el “Taller de Relatos de Azcapotzalco”, de reuniones sabatinas en ese recinto bibliotecario, reconocemos y estudiamos su obra, su vida, difundimos activamente su trabajo, lo admirable de su mural, y de toda su obra, y enaltecemos su memoria.
En este mes de enero 2025, recordamos su aniversario luctuoso, y el próximo día 25 de enero será tema fundamental del programa de nuestra sesión.
Su memoria sigue encendida.
El texto del periódico citado dice:
“Para juzgarlo personalmente no hay otra palabra más que encantador.
Sus gestos, su voz, su mirada, eran tibios, comprensivos. Nunca un grito o un manoteo.
Muy inglés… hasta para morir. Juan O´Gorman, el último padre del gran muralismo mexicano, dejó su memoria –su obra- clavada en todas partes del país al que amó: escuelas primarias, la casa de Diego Rivera (su amistoso maestro), la biblioteca central de Ciudad Universitaria, el edificio de la Secretaría de Comunicaciones”…
Nota: este último sitio mencionado ya ha cambiado bastante. Continúa la transcripción del artículo periodístico:
“Diversos edificios particulares, en fin, combinó sabia y talentosamente uno de los fines que mucho artistas han perseguido pero pocas veces logrado: el arte y la arquitectura.
Categórico postulante de la Escuela mexicana de pintura, introdujo elementos de la Naturaleza en sus heréticas construcciones arquitectónicas y expresó en sus obras de caballete y murales una dinámica formal manifiesta, sobre todo, en el “puntillismo”, la generosidad del miniaturismo y la técnica del fresco y el temple con un manejo insuperable.
Nacido en la Ciudad de México en 1905, hijo del químico y pintor inglés Cecil Crawford O´Gorman, tomó de este la concurrencia del trazo fino y el entusiasmo por el arte germano, gracias a lo cual O´Gorman devino inventor de formas novedosas y reelaborador del arte popular y las expresiones costumbristas.
Miembro de la Academia de las Artes, donde siempre, hasta sus últimos días fue un líder orientador incontrovertible, intentó durante varias ocasiones hacer confluir con las artes plásticas otras disciplinas de sus compañeros, como la música, el teatro, la danza y la literatura.
Voz metálica, aspecto inglés, encantador sin reticencias, Juan O´Gorman dio, como pintor, arquitecto, compañero y mexicano, una gran lección de humanidad en su paso por el mundo.
Que su memoria no se apague”.
