VISITANDO LA BIBLIOTECA “FRAY BARTOLOMÉ DE LAS CASAS” CON UN AMIGO
VISITANDO LA BIBLIOTECA “FRAY BARTOLOMÉ DE LAS CASAS” CON UN AMIGO
Por Adrián González Cabrera
AZCAPOTZALCOGRAFÍA.
El lunes 10 de febrero de 2025 por la mañana, Ricardo y yo,
después de haber sostenido una plática introductoria respecto a Juan O’Gorman
—que dio pie para desarrollar la crónica “La Divina Proporción” de fecha 16 de
febrero de 2025— visitamos la biblioteca pública Fray Bartolomé de las Casas,
ubicada en el Centro Histórico del Azcapotzalco.
Al estar parados ante la fachada de la biblioteca,
observamos por la puerta y las ventanas los cuatro paneles del mural. Le
comenté a Ricardo que los dos paneles centrales dan la impresión de ser el
pecho del mural, y los dos paneles extremos dan la impresión de ser dos brazos
que se extienden hacia nosotros dándonos un cálido abrazo de bienvenida.
Ingresamos a la biblioteca.
Sugerí a Ricardo llevar a cabo la lectura de los cuatro
paneles del mural en tres fases: general, particular y específica, además de
leerlo de derecha a izquierda y de arriba hacia abajo, simplemente para efectos
de orden.
Llevamos a cabo las tres fases de lectura estando de pie, y,
al final, tomamos asiento en una de las acogedoras mesas de la biblioteca para
retroalimentarnos con los comentarios finales.
Una vez cómodamente sentados y entrando en materia, Ricardo
me dijo:
«Julián, tú sabes que yo estudié arquitectura y que, al
jubilarme en CFE, decidí dedicarme a la pintura, de la cual tú conoces alguna
parte de mi trabajo. Por lo anterior, te das cuenta de que conozco mucho de
Juan O´Gorman, pues no por nada su trabajo en Ciudad Universitaria, que,
además de formar parte de un conjunto que es patrimonio Cultural de la
Humanidad, la Biblioteca Central es el edificio más visitado del Campus por
turistas nacionales y extranjeros. Por tanto, después de la plática preliminar
que sostuvimos y después del recorrido que acabamos de hacer, quiero decirte
que me siento apenado por haber opinado tan a la ligera cuando, ayer, te dije
al respecto, que el mural de Azcapotzalco, después de haberlo visto a detalle
por internet, le observaba muchas inconsistencias perspectivas y de
asoleamientos…»
«…Después de leer en conjunto contigo los cuatro paneles del
mural de manera general, particular y específica, me doy cuenta de que, para
apreciarlo, es necesaria una introducción preliminar (aunque sea mínima)
relativa a la atmósfera que prevalecía en México en el tiempo en que Juan
nació, vivió y en el momento en que pintó su primer mural. En el terreno
histórico, sus primeros 20 años de vida transcurrieron en un ambiente
magonista—maderista—huertista—carrancista—obregonista. En el terreno de la
arquitectura afloraban el Funcionalismo y el Organicismo, y en el terreno de la
pintura brotaba el Cubismo. Todo ello demandaba a Juan, a pesar de su juventud,
encontrar un nuevo camino en sus aspiraciones plásticas…»
«…Asimismo, preocupaba a Juan el hecho de que no se estaban
cumpliendo los postulados de la Revolución Mexicana, entre los cuales estaba la
educación del pueblo. El muralismo brindaba una excelente posibilidad en ese
sentido…»
«…Por tanto, Julián, quiero señalar que, para este momento,
ya tengo una opinión más adecuada. Con todo lo que tiene de fondo este asunto y
por tratarse de Juan O´Gorman, te quiero decir que el mural es como un libro
cuyo contenido conlleva una buena dosis de antigüedad, que invita a la lectura
pues, habla de diversas etapas en la vida de Juan…»
«…Juan vivió en Guanajuato en una etapa temprana de su vida.
Y, así como dicen que …un frasco guarda siempre la fragancia del perfume con el
cual fue llenado por primera vez…, asimismo, un ser humano guarda en un área
privilegiada de su memoria las imágenes tempranas de su infancia y
adolescencia, recurriendo a ellas con frecuencia durante toda su existencia,
pues forman parte de su peregrinación por esta vida. Por esa razón plasmó esas
imágenes en los muros...»
«…De igual manera, en un momento dado Juan tuvo su primer
encuentro con la cultura Tepaneca, y le sucedió lo mismo que a Napoleón al
conocer el milenario Egipto, pues Azcapotzalco le gritó: ¡¡¡Juan, ocho siglos
os contemplan!!!...»
«…Para Juan, plasmar en el mural imágenes contenidas en su
memoria relativas a Guanajuato, y plasmar imágenes de Azcapotzalco fue como
integrar una “cápsula del tiempo” en dicha obra…»
«…Respecto a la calidad plástica, encuentro una maestría en
el manejo de la perspectiva, pues además de manejar las tradicionales “línea de
horizonte” y “puntos de fuga”, adiciona múltiples “líneas de horizonte” y
“puntos de fuga”, dando la impresión de que los cuerpos geométricos están
chuecos. Eso solo lo hace quien ya ha superado el arte figurativo y empieza a
buscar su estilo…»
«…Me lleva de: una topografía inclinada y sinuosa hasta una
topografía plana; de lo seco a lo húmedo; de planos horizontales a planos
inclinados y verticales; de montañas áridas ricas en minerales a valles
fértiles llenos de parcelas productivas; de líneas rectas masculinas a líneas
curvas femeninas; de la luz a la sombra; del frío al calor, de la serenidad a
la inquietud…»
«…Juan me lleva: del agua en movimiento descendente producto
de la gravedad al agua en reposo; me lleva al movimiento vertical ascendente
forzado de un líquido negro y viscoso llamado petróleo…»
«…Juan plasma una genialidad al pintar el humo de un barco
en forma curva, como un arco iris…»
«…Juan plasma otra genialidad al representar, en el anuncio
de un complemento vitamínico, a un hombre pintado en una pared que lleva un
enorme pescado en la espalda, y, a su vez, va caminando por la banqueta…»
«…Una genialidad más se presenta cuándo, sin mucho análisis,
se descubre que Juan arroja sombras de volúmenes y objetos como si el sol
estuviera ubicado simultáneamente en los cuatro puntos cardinales: norte, sur,
oriente y poniente…»
«…En el mural hay cosas que no se ven, pero las detectan
nuestros sentidos…»
«…Lo anterior adicional a los aspectos plásticos que ya me
has mencionado, Julián…»
«…Como ves, Julián, para este momento ya tengo una visión
mucho más amplia del mural que la que tenía ayer. Te agradezco la atención que
me obsequias para platicar un poco de la obra de este personaje extraordinario:
Juan O’Gorman…»
«Que tengas buena tarde, Julián.»
«Igual, Ricardo.»