EL PÁJARO DE FUEGO. Música clásica del siglo XX (2).
EL PÁJARO DE FUEGO. Música clásica del siglo XX (2).
Por Amalia Elorduy
A inicios del siglo XX, el empresario Sergei Diaghilev
se hallaba en París promoviendo las grandes obras del Ballet Ruso y tenía en
cartera un nuevo ballet para un tema de un antiguo cuento del folklore ruso
sobre una extraña criatura: un pájaro de Fuego.
Había convocado a músicos
importantes para componer la partitura, sin resultado. Así que la encargó a un
joven y poco conocido músico de escasos veinte años que había sido alumno del
gran Rimski Korzakov, y se llamaba: Igor Stravinski.
El joven Igor estaba
trabajando sobre otra obra, pero la abandonó ante la sugestiva imagen que le
provocó el maravilloso Pájaro.
Era un raro pájaro de mágico plumaje,
de plumas tan brillantes y centellantes como llamas, que le llamaban Pájaro de
Fuego. Cuando volaba, describía en el aire, con su larga cola, iridiscentes
círculos que parecían llamaradas de oro y carmesí.
Por las noches, gustaba picotear las
manzanas de oro en el jardín del poderoso y maligno Kastchei, el Inmortal, quien tenía cautivas a
varias bellas y jóvenes princesas y convertidos en piedra a los mancebos que
intentaban rescatarlas.
La escenografía representa un
árbol de del jardín, donde las princesas cautivas ejecutan una danza jugando
con las manzanas de oro de Kastchei.
ARGUMENTO
Cazando en el bosque, el príncipe Iván se encuentra con el Pájaro de
Fuego e intenta atraparlo; pero el ave escapa dejándole a Iván una de sus
plumas mágicas.
Al ver a las princesas cautivas en el jardín, Iván se enamora de una de
ellas. Las princesas huyen e Iván las persigue, pero cae en manos de los
monstruos guardianes de Kastchei, quien lo toma prisionero y lo condena a
muerte.
Por medio de la pluma mágica, Iván llama al Pájaro de Fuego que, con su
danza y canción, hechiza a Kastchei y a
sus monstruos. Le revela a Iván cómo destruir a Kastchei : rompiendo el gran huevo
que contiene su alma.
Iván destruye el huevo, liberando a las princesas del hechizo y a los
caballeros petrificados.
Con una melodía rusa, la más famosa de la partitura, se anuncia el
triunfo y la alegre llegada del amanecer.
SOBRE EL
COMPOSITOR Y LA OBRA.
La partitura de Stravisnki
para El Pájaro de Fuego, completamente nueva en su composición musical, representaba
un riesgo para todos, ya que sería la primera producción de esa compañía de
ballet que empezaba a hacerse notoria.
Diaghilev no escatimó
esfuerzos y financiamiento para dotarla de los mejores elementos orquestales,
escenográficos y lujo.
Realizó otras tres versiones
de esta obra, que fue su predilecta. De
ellas, la segunda es la más interpretada y que más le gustó y a la cual redujo
en casi la mitad de la partitura original y constantemente la dirigió.
La composición musical
constituye un rompimiento con la tradición anterior de los grandes clásicos
desde el Renacimiento hasta el Romanticismo, aunque el argumento es romántico.
Es una música fuertemente
sonora, de armonías encontradas, intercalada por momento melódicos, con otros
de gran estruendo, de percusiones e instrumentos de viento en tonos fantásticos
y graves que expresan el poder maligno de
Kastchei.
Para describir al Pájaro de Fuego, destina una música profusa de radiantes sonidos.
Cuando yo la escuché por primera vez, sólo con orquesta sin la actuación
del ballet, - acostumbrada a la música de Vivaldi, Mozart o Beethoven, El Pájaro
de Fuego no me gustó, la escuché como un desordenado conjunto de sonidos muy impactante,
pero, para mí, sin sentido.
Pero al escucharla años más tarde, habiendo ya conocido la historia que representa, y cerrando los ojos, imaginé al Pájaro de Fuego describiendo en el aire sus fluorescentes círculos que la música perfectamente estaba expresando. Y me encantó.
Stravinski compuso otros ballets con temas rusos y mismo estilo de composición: Petrushka y La Consagración de la Primavera.
El tema de esta última versa sobre una antigua tradición rusa en que una
joven baila hasta su muerte para hacer posible el renacimiento de la Primavera.
En su estreno, con su música disonante
y revolucionaria, en 1913 en París,
causó en el teatro de los campos Elíseos un gran disturbio entre el público,
protestas, gritos y hasta pleitos y llantos, a tal grado que el coreógrafo
primer bailarín y Straviski tuvieron que salir huyendo escondidos.
Estas tres obras corresponden
al primer periodo musical conocido como ruso de Stravinski Seguido durante su
vida por otros dos periodos de diferente estilo: el neoclásico y el
dodecafónico
Igor Stravinski está enterrado en un panteón de Venecia al lado de la tumba de Diaghilev, el hombre que expliqué al principio, que le confió la obra.