PROCESIÓN DE LA FIESTA DE LAS ESPIGAS, TLAXCOAPAN, HIDALGO

PROCESIÓN DE LA FIESTA DE LAS ESPIGAS, TLAXCOAPAN, HIDALGO

Por Virginia Hernández Vázquez

 

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Recuerdo que desde niña mi padre nos llevaba a Tlaxcoapan, Hidalgo, me gustaba ir porque jugaba con mis primos Jair y Martha, Jorge y sus hermanos mayores que nos llevaban a pasear en una camioneta, mientras que mis padrinos Emilio y Rosa nos recibían con mucho cariño, siempre con comida deliciosa. Desde la tortillitas hechas a mano, frijolitos, leche pura, café, huevitos, pan dulce y sus tradicionales cocoles de piloncillo y anís, lo que me gustan más son las dobladitas; tortillas dobladitas con salsa verde o roja con quesito y los tamalitos, también hay barbacoa junto a su consomé, gorditas y sopecitos de maíz martajado, peneques, pollo enchilado, pancita, ximbo y elotes, salsa molcajeteada, chinicuiles y escamoles.

 

¿Pero dónde está Tlaxcoapan?

 

El municipio se localiza muy cerca de Tula de Allende, colinda con Tezontepec de Aldama, Tlahuelilpan, Tetepango y Atitalaquia es parte del valle del mezquital. Cerca de la zona arqueológica de Tula y el cerro del Xicuco, haciendas y aguas azufradas.

 

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“Tierra de los dioses”, “Donde se juega a la pelota sobre el agua”

De raíces aztecas, tributario de Tenochtitlan, perteneció a un familiar de Moctezuma junto con sus súbditos quienes habitaron estos lugares por medio siglo. Tuvo influencia de los Toltecas, Chichimecas, Nahuas, Nonoalcas y Otomíes.

Parte de Teotlalpan; “Tierra de los dioses”, había gran cantidad de semillas, maíz y raíz de maguey; formas de Cintéotl. Se les realizaban ofrendas en su celebración, el veintiuno de abril, acudían de todas las élites. Coincidían con los festejos de “Huey tozoztli”; del dios Tláloc,  a Tlaxcoapan, le correspondía ofrecer tunas, maíz, liebres, chile, miel de maguey, leña y guajolotes.

De estas celebraciones proviene la “Solemne Vigilia y Procesión de las Espigas”. Tlachcoapan “Donde se juega a la pelota sobre el agua”, luego San Pedro Tlascuapan, se sigue pidiendo lluvia y agua, la bendición de los campos para una excelente cosecha y agradeciendo por lo que se cosechó, se sigue ofrendando flores, copal, música, comida, cohetes, oraciones.

En el siglo XVIII fue república de indios, dependiente de la Alcaldía Mayor de Mixquiahuala junto a Tetepango y Atitalaquia. El clero secular en el siglo XVII, erigió la iglesia de San Pedro Apostol, patrono de la población.

 

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Recuerdos

 

Mis primos y yo íbamos a cortar higos y granadas a la casa de la abuela Cande. En este lugar se pueden encontrar gualumbos, huitlacoche, malvas, nopales, quelites, shocoyo, verdolagas, flor de palma, maguey, calabazas, espinacas, rábanos, tomillos, chilacayote, naranjas, limones, limas, duraznos y moras.

Íbamos a cortar elotes con mi padrino Emilio, ¡lo extraño!, él falleció hace unos años. Me fascinaba ver todos los animalitos que había; becerros, vacas, toros, pollos, guajolotes, borregos, cerdos, gallinas, patos, conejos.

Íbamos toda la familia a los balnearios, al río, a jugar al campo y hasta por la leche bronca al establo.


 

La Celebración de las espigas

 

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El día 29 de abril de 1943 inició por el grupo de adoración nocturna y por el Presbítero Francisco Campos, retomado en 1950 por Manuel Pérez.

Comienzan los preparativos desde el primer viernes del mes de enero. Llegan visitantes de otros grupos de adoradores nocturnos de varios Estados. La gente adorna sus hogares con altares de espigas, semillas, frutas, visten a los niños de ángeles, colocan imágenes religiosas y pasajes bíblicos. Se realizan tapetes elaborados de aserrín, flores, diamantina y semillas de colores, hacen varias formas; plumas, trigos, calis, grecas, elotes, cruces, flores, imágenes religiosas en tan solo un día. Se crean portadas de espigas, luces, festones y un castillo de pirotecnia. Los arcos triunfales tienen un diseño inicial con el Sr. Leovigildo López Fuentes y su tradición familiar continúa.

La gente comienza su labor desde día antes, ese día, entre cuetes y música, la convivencia entre el pueblo y familias es lo más importante. Los vecinos o voluntarios llevan comida a los que están adornando, cuando hay lluvia, es buena señal. Hay personas que aún saben hacer el tejido de trigo que se hacía desde la época prehispánica.

Don Alfonso López Cruz, generó la idea de colocar tapetes de Aserrín, los conoció en Huamantla, Puebla, en 1967. Y en 1970 se empezaron a hacer con moldes. En los cuarenta se usó un carro adornado por varias familias, propiedad de Graciano Hernández Vásquez, quien siguió con esa tradición varios años más. Mi padre recordaba que en alguna ocasión vió una trilladora y un tractor en la procesión. (Revista cultural celebraciones ancestrales, noche de espigas. Primera edición, 2018).

 

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De acuerdo con el profesor Hernández Mógica: “Algunos afirman que esta festividad se inició en el año de 1938, cuando el sacerdote español Francisco Campos, organizó a la población para tal efecto. En esta etapa de la tradición, algunos principales colaboradores fueron: Sr. Federico López, Carmen García, Dolores García, Benigno Martínez, Aarón García, y otros más. Por su parte, la revista América, en el año de 1956, informaba que los organizadores de la Fiesta de Espigas eran los integrantes de la Adoración Nocturna, y que en este año se registraron 800 adoradores en la procesión provenientes de varios estados de la República. La fiesta se complementaba con la celebración de matrimonios colectivos…”.

(https://plazajuarez.mx/la-fiesta-de-las-espigas-cultura-popular/, http://religiosidadpopularenmexico.blogspot.com/2017/07/el-pueblo-y-la-fiesta-de-las-espigas.html)

 

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Hay que estar descansados o con mucha fe, porque la procesión es por toda la población, 8 km. que se recorren, acompañado de cientos de personas, oraciones, cantos y pirotecnia, es una hermosa, cansada y emotiva  experiencia, que agradece y pide lluvia, agua, vida, milagros, buena cosecha.  Tal vez de ahí viene mi devoción por el “Santísimo”.

*Agradecimiento a Armando Onofre, por algunas fotos e información y Emilio Onofre (+) y a mi padre José Hernández (+), quienes me platicaban de estas tradiciones.

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