AZCAPOTZALCO EN LA CATEDRAL METROPOLITANA DE MÉXICO
AZCAPOTZALCO EN LA CATEDRAL METROPOLITANA DE MÉXICO
Por Ana María García Alvarado
AZCAPOTZALCOGRAFÍA.
Entramos
a unas oficinas, en la foto podemos observar la puerta abierta, al fondo observamos
un punto blanco que, señala otra puerta que da a un pequeño patio para salir a
un corredor que comunica a la capilla de las ánimas siguiendo por atrás de la
catedral.
En estas
imágenes vemos como personas entran y salen de este pequeño corredor. Siguiendo
por atrás de la catedral, pasamos los patios hasta llegar donde empieza el
Sagrario metropolitano, ahí nos indicaron que subiríamos a los campanarios de
la catedral, debíamos estar ahí antes de las 7.00 para escuchar el llamado a
misa.
En esta
foto, vemos al fondo se encuentra una puerta por la cual ingresamos. Al entrar,
fue necesario subir una serie de escaleras, que jamás pensé que existieran pero
que permiten subir a los campanarios de la catedral. Las primeras llevan a los
techos. Hay escaleras, que van rodeando el techo del Sagrario, junto a las
paredes externas que son muy empinadas, con grandes vistas a las calles y plaza,
que rodea al templo y que por el tiempo no logré mirar mejor, desde la calle
podemos observar unos tubos que, en realidad, es un barandal en que apoyarse al
subir o bajar del lugar, una pequeña luz nos ayuda a ver una pequeña puerta,
que permite a su vez llegar a otro extremo y continuar hasta el campanario.
En esta
foto se puede observar la puerta que permite bajar las escaleras para poder rodear
el edificio y llegar a la torre oriente, por lo delicado de su techo de las
capillas de la catedral, no se debe pisar.
Antes de
llegar a los campanarios, hay un cuarto, (en la foto podemos observar una
ventana, que permitía iluminación a este lugar, arriba de ella una gran
campana, aquella que llego desde Azcapotzalco) saliendo de este cuarto unas
ultimas escaleras, nos permitía llegar ya a la torre oriente, el hogar de las
campanas de nuestra catedral, lleno de cuerdas.
En ese
momento ya algunas personas tenían en sus manos aquellas cuerdas y se
preparaban para tocar las campanas, él señor Parra los llamó y nos pidió hacer
un circulo a todos y rezar una oración y dar inicio en el llamado a misa de
7;00. Verdaderamente escuchar en este sitio las campanas, es una gran
experiencia, ver el trabajo de los campaneros, que solo lo había escuchado allá
abajo en la plaza o en las calles cercanas a la catedral, verlos tocar las
campanas, estar tratando de identificar como cada campana tiene un tono
diferente y como juntas logran una armonía, fue un gran reto.
El señor Parra después de la oración,
se dirigió a la torre poniente para tocar, la campana “Santa María de Guadalupe”
también llamada Santa María de Guadalupe (la campana mayor de catedral).
Al terminar el llamado nos dio una explicación
sobre la historia de las campanas de catedral, tema que desde ese momento me
encantó. Uno de los de los datos que llamaron mi atención, fue conocer que una
de las campanas de la torre Oriente, fue fundida en Azcapotzalco, por José
Contreras, dedicada a San Pedro y San Pablo, y que podemos observar desde la
calle de Moneda. Después de conocer parte de la historia de estas campanas, nos
permitió caminar por esos campanarios y ver de cerca esa campana que representa
a Azcapotzalco en la Catedral Metropolitana.
Terminamos nuestra visita bajando por las escaleras que se encuentran en las torres de la catedral en ese tiempo, no existían las escaleras provisionales colocadas frente a las torres de catedral hoy día, las escaleras originales fueron destruidas, siendo esto, una de las pocas modificaciones en los campanarios de la Catedral Metropolitana.
Estos avances en la construcción de la Catedral Metropolitana, se presentaron durante el gobierno del virrey Alburquerque, quien se caracterizó por el impulso que dio en la construcción de este templo catedralicio. El traslado de las campanas de un campanario a otro y la solicitud del mismo virrey de traer campanas provenientes por cierto, de pueblos “venidos a menos”[2]. Fue descrito por Marroquí y Guijo quienes identifican estos lugares de donde vinieron las nuevas campanas –doctrina de franciscanos, dominicos, agustinos- lo que nos permitió deducir cuáles eran esos lugares que en la época fueron considerados pueblos “venidos a menos”. Quizá por epidemias o temblores su población e importancia había disminuido, como podría suponerse por ejemplo para Azcapotzalco quien sufrió varios siniestros a lo largo de su historia, en 1629 apareció la peste en Azcapotzalco, por las lluvias que se presentaron ese año, y que continuó hasta marzo de 1630, muriendo más de 600 indios, de tal manera que en Azcapotzalco se realizaban de ocho a diez entierros diarios[3]. El viernes 14 de abril de1646, tembló a las 8 de la noche y también el domingo 16 de abril también a las 8 horas, fue entonces cuando se derrumbó la albarrada (muro atrial) de la iglesia parroquial de Azcapotzalco, siendo presidente fray Jacinto. En 1653 el 17 de enero de ese año, ocurrió un intenso temblor que derribó la iglesia dañando parte de la torre del templo de San Felipe y Santiago, la mitad de edificio se cayó, junto con el campanario y la sacristía, motivo por el cual se donó una gran campana a la Catedral Metropolitana[4]. Otros pueblos también denominados “naturales trajeron una campana” haciendo referencia del lugar de procedencia - Jiquipilco, Hueyapan, Ayacapistla – enfatizando que los indígenas tenían como parte de su contribución de dotar de campanas a los templos.
La construcción de las torres de catedral, implicaba traer más campanas para llenar sus campanarios (algo que no se ha logrado aún) el proceso de bajar del viejo campanario y subir a los nuevos ha sido conocido por las crónicas de Guijo e investigaciones de José María Marroquí [5] así de los nombres de algunas de estas campanas, Guijo, nos dice, “…ese día se bajó la campana “grande”, llamada “la Doña María” la que se dice pesa 440 quintales identificada como “Santa María de la Asunción”. Al día siguiente se bajó la otra mediana y antes de ocho días se habían bajado cinco pequeñas y otra mayor conocida por la “Ronca” que identificamos como “San José”; una de las medianas toque de queda, por lo que es posible ubicarla como la llamada “Nuestra Señora de los Ángeles”[6] “Santa María de la Asunción,” “San José”, (ambas fundidas en 1578) “Santa Bárbara” (1589), “Ave María” (1589) “Nuestra Señora de los Ángeles” o “Santa María de los Ángeles” (1616) “De la Concepción” (1634) y “María Santísima de Guadalupe” esta última con fecha de año de 1654.
Visitar
los campanarios de la Catedral Metropolitana esa mañana me permitió conocer que
cada campana tiene su nombre e historia grabada en su cuerpo, de su importancia
en otros tiempos, para la vida religiosa y social de la comunidad.
Conocer
que dentro de los campanarios existe una campana que por desgracias naturales
fue llevada de Azcapotzalco hasta la entonces capital novohispana, me recordó, que
algunas decisiones políticas hacen presentes a los pueblos en un lugar tan
significativo, siempre tratando de cumplir sus compromisos del gobierno o
personal, como fue el caso del virrey Alburquerque.
Gracias
a la información de Juan José Téllez, conocemos que el campanero mayor actual
de la Catedral Metropolitana se llama Ernesto Pérez, quien invitó a un
concierto de estas campanas el 20 de abril del 2025 a las 16.00.
Fotos de
la autora
[1] Toussain, Manuel La
catedral y el sagrario metropolitano p 19. Marita,
Del Río Reseña histórica y anecdótica de la plaza
mayor de México de 1521-1871
p. 70 María del Carmen. León de Cazares, La
plaza mayor de la ciudad de México en la vida cotidiana de sus habitantes siglo
XVI y XVII p.
98
[2] Toussaint Op. Cit p. 92
[3] José Antonio González Gómez. Publicado por la Delegación de Azcapotzalco.
[4] Se desconoce el nombre de esta campana y
su ubicación.
[5]
Guijo Gregorio, Martin. y Antonio de
Robles en Diarios de sucesos virreinales Ronda de Clásicos mexicanos Ed.
Planeta- Conaculta 1 edición octubre del 20002 p.43-47 Marroquí, José María. La
ciudad de México segunda edición Editor Jesús Medina México 1969 p.243
[6] El nombre de esta campana cambia de un
censo a otro en de 1796 se le conoce como Santa María de los Ángeles, en el
censo del 2002 de le menciona como Nuestra Señora de los Ángeles, Marroquí no
menciona el nombre de esta campana la ubica como con la que da el toque de
queda, Guijo igualmente no menciona su nombre.