FERIA DEL LIBRO "AZCAPOTZALCO DE CRONISTAS Y ESCRITORES"
FERIA DEL LIBRO "AZCAPOTZALCO DE CRONISTAS Y ESCRITORES"
Por: Ana María García Alvarado
AZCAPOTZALCOGRAFÍA.
La historia de la feria del
libro en México, comienza en 1924, con la Primera Feria del Libro en el
Palacio de Minería, organizada por la Secretaria de Educación Pública,
impulsada por José Vasconcelos, con el objetivo de fomentar la lectura y
difundir editoriales y autores.
Objetivos.
Organización: Fue
la Secretaria de Educación Pública (SEP) quien organizó esta feria en el
Palacio de Minería.
Objetivos: Se
buscaba fomentar la lectura, el interés por los libros, así como apoyar y
difundir el trabajo d los editores y autores mexicanos.
Contenido:
Incluyó una exposición de libros antiguos y conferencias sobre la historia del
libro en México.
Estos puntos se han respetado con los años, hoy
día se invita a un país, o estado invitado, dando una gama de objetivos en cada
evento.
A partir de 1947, en la Feria del Libro Mexicano de ese año, Rafael Giménez Siles, organizador, tenía como objetivo impulsar la participación de 48 editoriales mexicanas.
Surgen otras, entre
ellas la Feria Internacional del Libro Infantil y Juvenil (FILIJ) en 1981, y la
Feria Internacional del Libro en el Zócalo (FIL Zócalo) desde el 2000.
Durante todos estos años las
diferentes instituciones de investigación del país, han realizado sus propias
ferias de libro, ejemplo de esto es la realizada por el Instituto Nacional de
Antropología e Historia.
La
historia de la Feria Internacional del Libro de Azcapotzalco (FILA)
Inicio: Es
relativamente reciente, ya que se organiza en colaboración entre la Alcaldía
Azcapotzalco y la Universidad Autónoma Metropolitana (UNAM), desde el año 2010.
Promoción
de la lectura: La feria busca hacer que los libros sean
accesibles para la población y fomentar el interés por la lectura y la cultura
en la demarcación.
Desarrollo
y Actividades
Eventos
Culturales: Además de la venta de Libros, la FILA
incluye una programación diversa que abarca conferencias, debates, tertulias,
conciertos, danza, talleres y teatro.
Ubicación:
La feria se ha llevado a
cabo en el Jardín Hidalgo, un espacio emblemático en el centro de Azcapotzalco,
permitiendo que los habitantes de la alcaldía y de otras partes de la ciudad
accedan a estos eventos. Sin embargo, algunas de estas ferias fueron realizadas
en la explanada de la hoy alcaldía, donde el espacio es mayor tanto para los
puestos de libros como el auditorio donde se presenten libros y actividades
culturales. En unos primeros años su título era “Primavera del libro” feria del
libro en Azcapotzalco, hasta su 3 edición.
Dentro de las actividades propuestas en estas ferias existe una participación de la comunidad tanto
académica, como de aquellas personas que con el tiempo han sido parte de la
historia de la crónica de Azcapotzalco. Ya que en Azcapotzalco hay muchos
relatos que contar, solo falta un espacio y gente que quiera escuchar. Con
estas palabras, podemos comprender y valorar los esfuerzos individuales y
colectivos de los habitantes que quieran contar su historia.
Por razones de trabajo
muchas veces no podía acudir a estos eventos, y también, por qué no mencionar, por falta de difusión de estos eventos aún dentro de la propia hoy alcaldía, esto
influye en que no se valore el trabajo casi personal de aquellas personas que
van participando en estos eventos.
Para dar una seriedad al evento
cultural que enmarca la Feria de libro de Azcapotzalco podemos mencionar algunos
proyectos por parte de la alcaldía de Azcapotzalco. Uno de ellos fue una
convocatoria para tener un acervo tanto de fotografías de sus barrios. Desconociéndose,
hoy día dónde esta este acervo fotográfico, si es que hubo respuesta a la convocatoria,
y donde consultarla.
Otros, intentos fue apoyar
la publicación de libros referentes a crónicas, también de sus barrios y de sus
habitantes. En algunas de estas ferias se presentaron varios de estos libros
que hoy día forman parte ya de la historia del Azcapotzalco moderno, y que
desgraciadamente ya no se publican, por no existir apoyo para realizar,
impresiones a estos relatos.
Recuerdo un día que fui al
mercado de Azcapotzalco y vi unas carpas enormes cerca de la alcaldía, caminé
hasta ahí y me senté a escuchar a una persona que leía sobre su libro el cual
presentaba en ese momento. Al llegar tarde a esta platica ya había comenzado,
así, que no escuché su nombre, traté de ubicar el lugar del que hablaba,
sentir los olores que describía, recordar esos negocios, el relato era sobre
Clavería y la ponente poco después sube fue la Cronista María Elena Solórzano.
Aún leyó otros dos relatos más y comentó que solo podía regalar 10 ejemplares mencionó que no estaba a la venta, así que algunas personas nos acercamos al lugar donde
ella daría esta publicación. Al ceder mi lugar a una persona con bastón me
quedé sin ejemplar, ciertamente me desilusioné, pero tenía la “esperanza” de poder en algún
momento poder adquirir este material. Pero la falta de un apoyo real y su
continuidad limita que ésta y otras publicaciones sean conocidas por todo
Azcapotzalco y ser casi una “joya” tenerlos.
En otra emisión de esta feria también en la explanada de la delegación me encontré con un verdadero homenaje al “Azcapotzalco de cronistas y escritores” en unas tablas colocadas en forma de biombo se exponían las fotos de todos aquellos que por estos tiempos participaban activamente en la investigación y difusión de la historia, escrita y oral de Azcapotzalco, desde todos los tiempos. Me sorprendió mucho conocer a estas personas identificar algunas, y hoy día saber que continúan con esa actividad y conocer de cerca sus trabajos.
En estos biombos, se contaba
sobre, la crónica, el primer cronista de Azcapotzalco toda una reseña de todos
estos personajes y su participación en la actividad cultural de la alcaldía. No
recuerdo el orden en que fueron colocadas estas tablas, por lo cual pido una
disculpa si lo cambié, y si otras no están tan bien tomadas las fotos o
cortadas.
Durante estas jornadas pude observar algunos de los trabajos
referente a la cronica de Azcapotzalco, que llamarón mi atención. Sin embargo
no pude adquirir ninguna publicación escrita sobre sus trabajos, siendo una
lastima que estos relatos se queden poco después en el olvido o anécdota de que
estuve en el lugar.
Siendo esto una gran deuda que tiene la alcaldía con los
cronistas y historiadores del lugar.