PARROQUIA DE SAN LUCAS DE NOCHE

PARROQUIA DE SAN LUCAS DE NOCHE

Por Martín Borboa Gómez 

AZCAPOTZALCOGRAFÍA.

 


En Azcapotzalco, CDMX, existe el pueblo originario de San Lucas Atenco. Su parroquia es muy tranquila, me refiero a la calle que llega hasta su puerta principal, y las arterias que rodean su atrio. Y eso importante decirlo, porque se encuentra a una cuadra de la Avenida Azcapotzalco, una de las más transitadas de la alcaldía, debido a que conecta varias áreas importantes, por decir un ejemplo:

La zona de la Parroquia de Tacuba con la Catedral de Azcapotzalco, el mercado de Tacuba con el de Azcapotzalco, y ambas zonas mencionadas, tienen mucho movimiento de comercio, estudiantes, trabajadores, rutas de transporte público, etc, y entre ellas hay infinidad de hogares, negocios, residencias de gran historia, etc. 

Quizá para el visitante no llame la atención que el área de la parroquia de San Lucas sea tranquila y callada, pero para quienes vivimos en esta alcaldía, la Avenida Azcapotzalco no es varias días, en varias horas, sinónimo de quietud. Al contrario. Y por ello, decir que algo es callado a una cuadra de esa avenida, no es fácil de creer a la primera.

Con esto quiero dirigir la atención del lector hacia el punto de que si de día la parroquia es tranquila, pues de noche aun más. 

Tiene su encanto esa tranquilidad, habrá a quien le de por disfrutarla, por acompañarla, y posiblemente quien hasta se ponga nervioso de tanta quietud.





La zona es limpia, ordenada, y por no ser una construcción alta, la parroquia permite una sensación de comodidad y sencillez a quien la visita. (No impone, acoge).

La colonia se llama El recreo, la parroquia es de San Lucas, la zona lleva el nombre de Atenco que deriva de (A=atl, agua) (Tenco=tentli, orilla, labio) Orilla del agua, en referencia al gran lago que dominaba al centro del Valle de México, y cuyas aguas bañaban el límite de este poblado.

Actualmente no hay para el visitante una forma clara de saber en donde empieza y en donde termina la colonia/pueblo originario, salvo mirar en los letreros de las calles, el renglón de hasta abajo. 






La fachada y su reja tienen un buen aspecto de mantenimiento (marzo 2023) y la iluminación periférica es suficiente.

He podido escuchar misas con canto del coro, es agradable, ya que a pesar de ser una parroquia modesta, tiene un espacio en un primer piso para que se acomoden sus integrantes con sus instrumentos, queden a la vista del sacerdote, y desde lo alto entonen sus voces. La acustica del sencillo edificio es conveniente.


La iluminación nocturna regala sombras y matices que, para quien mira con calma, para quien se da el tiempo de observar despacio, puede evocar infinidad de memorias, sentimientos, recuerdos, imaginaciones, e incluso comenzar historias o leyendas, a partir de su aspecto antiguo.



La sombra de los árboles colabora al juego visual, y de esa primera captura sensorial, puede pasar a lo que escucha (posiblemente grillos), huele (posiblemente flores), quizá el tenue frío de la noche según la época del año, la brisa...


Y a ese gran espacio vacío que es el atrio, solitario, envuelto de luces y sombras, una luz lo ilumina parcialmente, que surge del interior de la iglesia. 

Un grupo de voces también sale de ahí y permite saber que hay una celebración, y para el fiel, incluso identificar en que parte de la misa van los rezos.

Al cruzar el portal de su arco principal, se deja atrás el aplanado y solitario atrio, y entra uno al acogedor salón, la nave de la parroquia. 


Com puede verse en la imagen, la luz interior no es cegadora ni muy intensa. Tampoco es escasa. 
Tiene la intensidad suficiente para apreciar la enseñanza, para sentirse cómodo, ver perfectamente el mobiliario y no tener ningun tropiezo.

Y es muy lindo ver como destacan las flamas de las velas encendidas, lo cual siempre inspira un peculiar sentir en una celebración espiritual.
Quizá más velas, incrementarían la profundidad de esa sensación. No lo sé. Es relativo.

Lo importante es haber estado en presencia de la Divinidad, y haber aprendido que ante Su luz, la oscuridad es materia de labor y trabajo, también de apreciación y descanso, es también parte de la creación, como indica el Génesis.


La noche permite valorar la luz.

Por eso quise fotografiar el lugar de noche.

Para jugar un poco metafóricamente con la idea de esa oscuridad de dudas, de incertidumbre, que puede ser parte del trayecto de la vida.

Y para compartir que al lado de esa oscuridad, está un salón de luz, y no me refiero a los focos o las velas...

Sino la luz que emana de las enseñanzas.

Por ejemplo, de las obras de San Lucas: su Evangelio y del Libro de los Hechos de los Apóstoles, que forma parte del Nuevo  Testamento. Este último, lo hizo su autor con el claro propósito de exponer en forma ordenada lo acontecido en aquel tiempo. Hizo entrevistas, tanto a algunos apóstoles cómo seguramente a María, la Madre de Jesús. Acomodó en cronología los hechos, e inicia incluso su relato desde tiempo antes del nacimiento de Jesús.

Comienza con el sacrificio que hacía Zacarías en Judea, anciano sacerdote judío, dentro del templo, encendiendo incienso, y por ser el toro un animal que se sacrificaba en esas ceremonias, se eligió al toro para ser símbolo de San Lucas. (En la foto se ve la cabeza con cuernos de dicho animal, que forma parte del emblema de la parroquia).


Por cierto, en Azcapotzalco existen templos para los 4 Santos evangelistas (Marcos, Lucas, Mateo, Juan), y la ubicación de los 4 forman una cruz, es impresionante. Para leer al respecto, DAR CLIC AQUÍ.

Cada evangelista tiene un símbolo que lo representa: Marcos un león, Lucas un toro, Mateo un ángel, Juan un águila. Al conjunto se le llama tetramorfo. 

Evangelio significa buenas nuevas, buenas noticias. Y evangelista es el predicador de ellas.

Volviendo al tema del Evangelio de San Lucas, quién era médico, luego de haber escrito al inicio sobre el sacerdote Zacarías, continúa después hablando de la aparición del Ángel Gabriel a dicho sacerdote, que con su esposa Isabel, sería padre de San Juan Bautista.

Luego explica la aparición de ese mismo Ángel, seis meses después a María, para anunciarle que sería madre de Jesús.

Y el posterior encuentro de ambas elegidas, en estado de embarazo, y la reacción del pequeño Juan aun en el vientre de su madre Isabel.

Detalles muy importantes que se encuentran en la Historia Sagrada, y que dan luz a quien desea entender el proceso por el cual, la palabra de los profetas, se cumplió.

En parte, San Lucas dedicó su esfuerzo a reunir datos y versiones de los sucesos de su tiempo, que supo distinguir un antes y un después en la vida de la humanidad.

Ese material, junto al trabajo de su vida, su acompañamiento a San Pablo su maestro, hasta su muerte, su dedicación a predicar, y su anhelo de conservar la historia para que se empleara como enseñanza, es lo que le otorga mundialmente en sus representaciones, una pluma en su mano, y papel en la otra, como a todo evangelista.

Y si se me permite la expresión, esas escrituras, dan luz.

Y visitar su parroquia de noche, para recibir esa luz, me inspiró el tema de este artículo.

Muchas gracias.




(Imágenes: del autor)

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